Greenpeace hace un llamado al Congreso para prohibir el asbesto en Colombia

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
La organización ambientalista Greenpeace expuso en la plaza de Bolívar de Bogotá, un reloj de más de dos metros de altura con el lema ‘Senadores: ¡Ya es hora! Salud o cáncer’, exigiendo que voten a favor del proyecto que busca prohibir el asbesto en el país por sus propiedades cancerígenas.

El proyecto de ley lleva el nombre de Ana Cecilia Niño, quien murió luego de padecer un cáncer causado por este mineral, al vivir durante 17 años cerca de la planta de Eternit en Sibaté (Cundinamarca), la cual utiliza esta fibra para la fabricación de varios productos.

En ese sentido, la organización Mundial de la Salud (OMS), ha señalado que hay más de 100 mil muertes al año en el mundo producto de la exposición al asbesto. En Colombia, se estima que más de 300 colombianos mueren al año por enfermedades relacionadas con esta fibra.

“Colombia, de manera inexplicable y en sentido contrario a lo que sucede en el resto del mundo, donde la mortal fibra ha sido prohibida en 57 países, continúa invirtiendo en asbesto. Nuestra tasa de consumo es altísima y equivale a que cada colombiano tenga a su disposición medio kilo de veneno por año. El asunto se ha convertido en un problema de salud pública”, señaló Silvia Gómez, coordinadora de Greenpeace Colombia.

Por su parte, Juan Pablo Ramos, profesor de la Universidad de los Andes, consideró que el asbesto “es un mineral extremadamente peligroso, y todas sus variedades, incluyendo el crisotilo, son cancerígenas. La decisión lógica en política pública debería ser prohibir esta fibra, porque eliminarla es técnica y económicamente viable. No prohibir el asbesto sería absurdo, e iría en contra de los intereses de la gran mayoría de colombianos”.

En América Latina solo cuatro países lo han prohibido. El primero en hacerlo fue Argentina, seguido de Chile, Uruguay y Honduras, países que prohibieron la producción, importación, distribución, venta y uso de este mineral y materiales que lo contienen. Sin embargo, cerca de 140 naciones, entre ellas Colombia, aún lo permiten con poco o ningún control.

Credito
COLPRENSA

Comentarios