“Una incubadora solo calienta, la madre además le da afecto al bebé”

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
El médico Neonatólogo Pediatra de la Clínica Cafam, Héctor Martínez Gómez, inventó hace 38 años la metodología conocida como ‘Mamá Canguro’, que consiste en que la madre le transmite su calor al bebé piel a piel, y que hoy se utiliza en todo el mundo. Colprensa habló con él.

Hace 38 años, el primero de septiembre de 1979, los médicos colombianos -neonatólogos y pediatras- Héctor Martínez Gómez y Édgar Rey Sanabria (ya fallecido) crearon el más sencillo pero, a la vez, el más revolucionario de todos los inventos científicos para atender y sacar adelante a los miles de bebés prematuros que nacen en el mundo entero.

Desde las instalaciones del hospital Instituto Materno Infantil de Bogotá, estos especialistas descubrieron que el calor y el cariño de la madre es mucho más efectivo para el bebé prematuro que cualquier incubadora por moderna que sea.

Todo comenzó cuando se dieron cuenta que las incubadoras, que para entonces ya tenían más de un siglo de inventadas, “calentaban pero sin afecto”, como explica el doctor Martínez Gómez, quien ha dictado más de 250 conferencias en todo el mundo explicando las bondades de esta metodología, hoy reconocida oficialmente por la OMS e incorporada en todos los textos científicos.

Colprensa habló con él.

- ¿Cuándo inventaron las incubadoras?

El médico francés Stéphanie Tarnier por allá en 1878 inventó la incubadora al observar que los niños prematuros morían, entre otras cosas porque su organismo no era capaz de producir el calor que necesitan. Pero al meter al niño en lo que llamó ‘criadero de niños’ tuvo que quitarle a la mamá, imagínese. Después ese doctor escribió un libro, ‘El Lactante’, en el que dice que logró salvar a muchos niños a costa de perder a su propia mamá. Una paradoja.

Entre 1902 y 1903 llegaron a América y comienzan los hospitales a llenarse de incubadoras, pero muchos niños comenzaron a infectarse porque tenían defensas bajitas. Prohibieron el ingreso de la madre, pero sí dejaban ingresar a la persona del aseo, a la enfermera, etc. Entonces la ‘tecnología’ comenzó a crear incubadoras más grandes, para ese momento ya la mortalidad de prematuros era muy alta.

Entonces comenzó a hablarse de la leche de tarro y sus beneficios, y nosotros desde el Instituto Materno Infantil les dijimos a las mamás que trajeran su propia leche en vez de darle al bebé leche de tarro. Así comenzaron a disminuir las infecciones, las enfermedades y la mortalidad en los bebés.

- ¿Y la metodología ‘Mamá Canguro’?

Ese fue el paso siguiente y verdaderamente revolucionario en su momento: cuando el mundo entero aislaba a los prematuros recién nacidos, nosotros lo que hicimos fue abrirles las puertas de las incubadoras a las madres, porque ellas tenían la leche. Pero además la mamá es la persona que más necesita el niño por su amor, sus caricias, eso en el ser humano es fundamental.

- ¿Pero entonces cuál fue el paso revolucionario?

Abrirle la puerta de la incubadora a la mamá para que pueda ingresar porque es la persona más importante para el bebé. Hoy estoy luchando para que a las Unidades de Cuidados de Neonatales puedan entrar los hermanitos de los bebés prematuros, sus papás, su familia, cuando se necesite.

- ¿Cómo es que una cosa tan sencilla no la había descubierto la ciencia?

Nadie se había dado cuenta de que los canguros (mazurpiales) nacen antes de tiempo, por eso tienen una bolsa en el vientre, fue cuando dijimos ‘hagamos lo mismo’. Nosotros hicimos un trabajo científico sabiendo que una madre tiene 37 grados de temperatura, y si ponemos ahí al bebé pues su mamá lo contagia de ese calor que necesita y que él solito no puede producir, además del afecto. Fue un paso revolucionario.

Es que la gente se deja llevar por la tecnología, pero deja de lado las cosas más importantes. La metodología Madre Canguro ha existido durante toda la existencia de la humanidad. Muchos personajes que dejaron huella en la historia de la humanidad nacieron prematuros cuando no había incubadoras, ¿y quién los cuidó?, su mamá.

- ¿Cuál es la diferencia entre la incubadora y la ‘Mamá Canguro’?

La incubadora lo único que hace es calentar, no más, es un cajón de calentar así sea un aparato sofisticado y que puede costar 15 mil dólares. Como dije hace poco en una conferencia: ‘Puede que la incubadora venga con wi-fi y teléfono móvil’, de todas formas lo único que hace es calentar. En cambio mire todo lo que le da una madre a su bebé.

- ¿La sociedad científica aceptó fácil este método?

No fue fácil. Fue muy difícil convencer al mundo entero de que no estábamos en contra de las incubadoras, sino que había que racionalizar su uso.

- O sea, no fue difícil convencer a la sociedad médica...

Fue muy difícil. La tecnología ha avanzado mucho y eso hace que los niños prematuros nazcan con mejor calidad de vida, hay aparatos muy sofisticados que ayudan a prevenir enfermedades, etc. Pero quitarle eso de la cabeza a un Ingeniero es imposible, pero los adelantos tecnológicos están ahí y tenemos que usarlos.

Yo tengo algo muy claro: las Unidades de Neonatología y las Unidades de Cuidados Intensivos no reemplazan a la mamá, que es la que le da la vida al bebé, lo cuida, lo besa, lo mima.

Al comienzo fue muy difícil, me tocó pelear con el mundo académico, me trataron de loco, hasta que unos catorce años después finalmente la OMS se dio cuenta de los beneficios de este programa y hasta nos dieron el premio Sasakawa sobre investigación científica. Hoy no hay libro de Neonatología que no hable de la metodología Madre Canguro, nuestra gran revolución fue abrir las puertas de las Unidades de Neonatología del mundo entero en todo el mundo.

- ¿En qué casos es necesario utilizar esa metodología?

En todos los casos en que un bebé nazca por debajo de la semana 37 o con bajo peso. ¿Qué hace la mamá? Alzarlo, abrazarlo, besarlo, con toda esa predisposición que le dio la naturaleza para dárselo a su bebé.

- ¿Y todo eso lo percibe el bebé?

¡Por supuesto! Antes la gente pensaba que un bebé prematuro no sentía porque ni pone quejas ni da las gracias. El bebé es un ser humano totalmente dependiente pero que siente y que comunica, se hace sentir, inclusive gobierna totalmente un universo: cuando un bebé llora de inmediato todos estamos pendientes de él, qué necesita, qué se le trae, si hay que pedir permiso en el trabajo, etc.

- ¿La metodología Mamá Canguro requiere de otras cosas: medicinas, terapias, etc?

No, solo eso. Es una expresión de cariño, no hay nada como el afecto que se establece de madre a hijo, es todo un universo hermoso. En algunas partes le agregan otras cosas como que una camiseta especial para el bebé, que un aceite, que la madre cargue al niño por lapsos de dos horas, etc.

- ¿Esta metodología se aplica igual en todo el mundo?

La esencia es la misma: madre e hijo. Puede que le agreguen alguna cosa, pero el contacto piel a piel no cambia. A veces le adicionan cosas, según el criterio médico: una vitamina, un antibiótico, o no le dan salida si no tiene los 2.000 gramos de peso y lo tienen otros días, otras veces le dan salida con oxígeno, etc. Pero la esencia es la misma.

- ¿Si la mamá -o quien caliente al bebé- padece de alguna enfermedad, se la puede transmitir al bebé?

Depende. Hay algunas condiciones que debe tener la mamá para poderse llevar a su hijo: si no tiene trastornos mentales, si no tiene un síndrome convulsivo, etc. En casos como esos se extrae la leche materna para que se la den al bebé y que lo caliente la abuela, el abuelo, el papá, el hermanito. Esta metodología es de una riqueza humana increíble y de una hermosura infinita.

- Bueno, pero en todos los hospitales sigue habiendo incubadoras…

Es que no hemos pedido que se acaben sino que se racionalice su uso. Antes a los niños prematuros no se les daba salida, sino hasta que tuvieran 2.200 o 2.500 gramos de peso. Era una forma arbitraria, no había ninguna razón científica para permitir que un bebé saliera antes de ganar ese peso.

Nosotros empezamos a decir: si el niño está bien, si no necesita un respirador, si no necesita antibióticos, etc., así no tenga ese peso se lo entregamos a su mamá, ella lo alza, lo mima, lo ama, la familia lo consciente.

Mire, hay tres principios básicos que nacieron con este método desde el primer día y hoy, cuatro décadas después, todavía se mantienen sin que se les pueda quitar nada ni agregar nada: el amor -al bebé se le estimula cargándolo, tocándolo, amándolo-; el calor, que es el que pasa de la mamá al niño, o del papá al niño, o de la tía al niño, o del abuelo al niño, o del hermanito al niño; y tercero, la leche materna, que es el mejor alimento que ha inventado la naturaleza.

- ¿Y qué hacen los hospitales?

En Cafam, por ejemplo, manejamos el bebé ambulatoriamente, tenemos incubadoras por si el niño necesita ciertos tratamientos, ciertos antibióticos, respiración artificial, etc. También controlamos su peso y talla.

- ¿Esta metodología se ha perfeccionado o es la misma?

Yo me atrevería a decir que no, porque el amor de la madre al bebé ha sido siempre igual. De pronto cosas menores: por ejemplo, que la mamá pueda entrar a estar con el bebé en una mecedora reclinomatic.

Lo que pasa es que los Gobiernos entran a legislar sobre cosas que la naturaleza ha hecho toda la vida. Las EPS le venden al paciente el paquete completo: controles al niño, radiografía de cadera para evitar una displasia, examen de cráneo, vacunas, resonancia magnética, revisión del Neuropediatra, etc. Todo eso está encaminado a proteger al bebé integralmente, pero la metodología Mamá Canguro es la misma.

En Alemania, si al prematuro hay que trasladarlo se dispone de un avión medicalizado, con incubadora, con respirador artificial, etc, en caso de que se necesite.

Credito
COLPRENSA

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