“Al terminal de carga ingresa un vehículo tipo furgón con 783 cajas de cartón que contenían fruta fresca (mangostino) que pasaron en la zona de inspección de carga a través del escáner de rayos X, sin que los uniformados encontraran irregularidades que hicieran sospechar de un envío de droga. Sin embargo, en el momento en que estaban ordenando nuevamente la carga en unas estibas, un perro antidrogas dio señales positivas sobre la presencia del alcaloide”, explicó la Policía.

De acuerdo con las autoridades, al cargamento se le realizaron las pruebas y reactores químicos utilizados en el procedimiento de identificación de sustancias narcóticas, encontrando que se trataba de clorhidrato de cocaína.

“Los frutos contaminados estaban perfectamente cerrados con silicona, y habían reemplazado la pulpa de su interior para ajustar la droga en pequeñas cantidades”, explicó la Policía.

En ese sentido, las autoridades tuvieron que revisar por cerca de ocho horas todas las frutas del cargamento hallando 33,2 kilos de clorhidrato de cocaína, que de haber salido del país alcanzaría en el exterior un valor de 6 millones de dólares.

Las autoridades, al confirmar la presencia de cocaína, capturaron al responsable del envío y quien custodiaba la carga en la terminal aérea, esta persona fue puesta a disposición de las autoridades competentes.