El asesinato de Areiza y la reacción de Uribe fortalece su sombra sobre Duque

TOMADA DE INTERNET - EL NUEVO DÍA
Un trino del expresidente citando a ‘la comunidad’ desató reacciones antiuribistas incluso en sectores que usualmente no lo son.

El asesinato de Carlos Alberto Areiza, el falso testigo del proceso contra Luis Alfredo Ramos que se conoció hace poco más de una semana y el polémico trino del expresidente Álvaro Uribe en la madrugada dándolo por “buen muerto” refuerzan el miedo al regreso de Uribe al poder y le complican a Iván Duque la posibilidad de conquistar el centro para ganar en primera vuelta.

En un trino a las 3 de la mañana citando a la ‘comunidad’ Uribe dijo: “Comunidad Carlos Areiza era un bandido. Murió en su ley. Areiza es un buen muerto. Si no, que lo diga Cepeda. Lo ejecutaron los enemigos que cosechó a lo largo de su carrera delictiva; lo esperaron, fríos y pacientes, hasta que con… https://twishort.com/9zXmc”

Un trino que recuerda su declaración de que las víctimas de falsos positivos “no fueron a recoger café” que hizo en 2008, que refrendó en un trino de 2015 y de las que solo se retractó por orden judicial hace un año.

Detrás de ese trino y ese silencio está un hecho real e innegable: un hombre que podría haber sido la salvación o la perdición de Luis Alfredo Ramos, el exgobernador conservador que regresó al uribismo como jefe de debate de Duque hace dos meses, ya no podrá explicar lo que sabe de dos procesos que también tienen que ver con Álvaro Uribe.

 

La importancia de Areiza

A Carlos Enrique Areiza Arango, un expolicía y exparamilitar conocido como Papo, lo asesinaron dos sicarios en Bello, Antioquia, el sábado 14 de abril. Aunque tenía un expediente judicial largo, pues había sido condenado por tentativa de extorsión en 2010 y había buscado ser denunciante y testigo de falsos proyectos de atentados para obtener recompensas, se hizo famoso por dos casos mucho más sonados: el proceso por paramilitarismo de Ramos y las denuncias cruzadas entre Uribe y el senador del Polo Iván Cepeda, de montar testigos falsos mutuamente.

En 2014, mientras estaba en la cárcel de Bellavista pagando su pena por extorsión, fue uno de los testigos que presentó la Fiscalía ante la Corte Suprema en el proceso contra el exgobernador, y allí dijo que en 2005 Ramos se había reunido con jefes paras en Bello, incluyendo a alias el ‘Alemán’ y alias ‘Ernesto Báez’.

Aunque desde cuando declaró inicialmente había dudas sobre él, como reveló El Espectador, fue en 2015, cuando estallaron las investigaciones por el llamado ‘cartel de los falsos testigos’ por investigaciones que lideraban el penalista Gustavo Moreno (quien luego llegó a la Fiscalía como director anticorrupción, pero terminó destituido en medio del escándalo del cartel de la toga) y su amigo y socio el investigador Yefrin Garavito, Areiza aceptó haber mentido a cambio de un pago por 100 millones de pesos.

En ese entonces, Moreno era defensor de Ramos y la Fiscalía impulsó la investigación contra los testigos falsos.

Areiza escribió una carta, que presentó Moreno a la Corte, en la que decía haber recibido ese dinero de parte del senador Cepeda, para declarar contra Ramos y también contra el expresidente Uribe y su hermano Santiago.

Por eso, en diciembre de 2016 lo condenó un juzgado.

Además, por eso, la Corte lo involucró en otro proceso: una denuncia de Uribe contra Cepeda, en la que acusaba al Senador de haber fabricado testigos falsos en su contra. Aunque Areiza no era uno de los que señaló el Ex presidente, como la Corte aceptó que era falso testigo en el caso de Ramos, lo llamó.

Justamente en ese caso, Areiza cambió su versión y dijo que era un testigo verdadero contra Ramos y que la mentira fue haber dicho que era un falso testigo, diciendo que lo había hecho para evitar ser asesinado.

Alegó que las cartas eran hojas en blanco que le había hecho firmar el abogado Jaime Restrepo, un radical de derecha (tanto así que peleó con el grueso del uribismo y fue candidato a la cámara en marzo por el viejo PIN).

Dijo que las cartas luego habían aparecido ante la Corte. Cuando lo hizo, en un interrogatorio en marzo de 2016, dijo varias veces que no quería hablar pues lo podían matar, como contó Noticias Uno.

En ese proceso, la Corte le creyó. Dijo, por ejemplo, que era muy raro que su testimonio inicial fuera en una audiencia y bajo juramento, igual que su retractación de la retractación, mientras que la versión intermedia había sido por carta.

Este año Areiza salió de la cárcel a detención domiciliaria, pero su situación de seguridad era tan delicada que en febrero la Corte le pidió al Inpec y a la Fiscalía redoblar las medidas de seguridad. Quedó libre en marzo y menos de dos meses después fue asesinado.

Con ese silencio, ya no podrá profundizar en sus explosivas declaraciones a la Corte Suprema que contó Daniel Coronell y que incluyen decir que prefería no revelar quién lo había hecho retractarse, decir que no lo contaba porque su vida estaba en riesgo si lo hacía y finalmente explicar que había empezado a recibir amenazas de muerte tras hablar con Leonardo Pinilla, abogado de Ramos, y socio de Moreno, y el investigador Jeffrey Garavito.

También, dijo que buscó al senador uribista José Obdulio Gaviria para pedirle que dejaran de amenazarlo, si es que él tenía que ver. Y que finalmente no habló con Gaviria, pero que éste le envió a Jaime Restrepo Restrepo, y que fue por eso que terminó firmando las hojas en blanco, como forma de parar esas amenazas y proteger su vida.

 

Los vargaslleristas se pronuncian

El exministro Luis Felipe Henao, una de las manos derechas de Vargas, tácitamente habló de un vínculo entre el asesinato y el uribismo.

“Yo mejor no lo controvierto con la foto donde salen todos los del @CeDemocratico porque me da miedo que me pase lo mismo que el testigo que denuncio @DCoronell”, trinó Henao.

Y el senador vargasllerista Carlos Fernando Galán dijo: “Hoy me acordé de esta frase: “Más bien muerto que un hp”. La frase se la dijo Carlos Nader, amigo de la familia de Álvaro Uribe, a Pablo Escobar y se refería al asesinato de Luis Carlos Galán. Así lo relató María Isabel Rueda: El señor Náder;url=https://www.semana.com//opinion/articulo/el-senor-nader/75024-3 …”

Incluso en sectores que no están en el fragor de la campaña, tanto el asesinato de Areiza como el trino de Uribe calaron. Por ejemplo, el escritor Alberto Salcedo dijo:

Hasta ahora Duque, como suele ser su talante, no ha comprado esta pelea de Uribe, pero no pasará un debate sin que tenga que opinar sobre el tema. Poniendo de presente, una vez más, que así como ser el candidato de Uribe le ha servido para consolidar a la derecha detrás suyo y llegar a donde está, su sombra le comenzará a pesar para moverse hacia el centro y conseguir los votos que necesita para ganar en segunda si no lo logra el 27 de mayo.

 

Agarrón de uribistas

Restrepo, más conocido como ‘Patriota’ en Twitter, es un penalista conocido por sus posturas de extrema derecha, que fue uribista, pero se separó del partido porque es más extremo, y que se quemó como candidato a la Cámara por el viejo PIN.

“Con la lavada de manos de @JOSEOBDULIO en la @WRadioColombia donde dice que “nada sabía” del caso Areiza entonces quién será el próximo asesinado?Yo?@AlvaroUribeVel@JOSEOBDULIO@UNPColombia @FiscaliaCol @PGN_COL”, escribió Restrepo en su cuenta de Twitter.

Restrepo acepta que lo visitó en la cárcel, pero niega que se tratara de hojas en blanco, pues su versión es que Areiza quería retractarse y le entregó las dos cartas haciéndolo. Pero también dijo que Gaviria sí tenía que ver, que se lavó las manos al negarlo e incluso lo señaló indirectamente de estar detrás del asesinato.

José Obdulio, por su parte, dijo que él no tenía nada que ver con la relación entre Areiza y Restrepo.

Como esas dos versiones quedaron enfrentadas y la posición más reciente de Areiza era que figuras del uribismo lo habían buscado para cambiar su testimonio contra Ramos, Uribe y otros uribistas, el asesinato (que según la Policía se podría deber a problemas con sus arrendatarios) recuerda otros episodios oscuros de muertes de testigos involucrados en casos contra el expresidente Uribe o de intermediarios de su círculo cercano yendo a cárceles a tener contactos con personas del bajo mundo.

Por ejemplo, Antonio López, alias ‘Job’, exparamilitar, mano derecha de ‘Don Berna’ en Medellín y exvocero de las AUC, el 23 abril de 2008 tuvo una reunión en la Casa de Nariño (a la que entró por el sótano) con funcionarios del gobierno de Uribe (el exsecretario de prensa de Presidencia, César Mauricio Velásquez y el exsecretario Jurídico, Edmundo del Castillo), para hablar de un supuesto complot, que al parecer estaba planeando el magistrado auxiliar Iván Velásquez, en contra de Uribe para asociarlo con grupos paramilitares.

Luego, por testimonios de ‘Don Berna’, quedó en evidencia que el plan era en realidad en contra de Velásquez.

Fue asesinado en Medellín a finales de julio de 2008, mientras departía en un restaurante ubicado en la avenida Las Palmas. 

También recuerda el caso de Francisco Enrique Villalba Hernández, quien como narró El Espectador denunció la presunta participación del entonces gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe Vélez, en la masacre de El Aro, ocurrida en zona rural del municipio antioqueño de Ituango entre el 22 y el 30 de octubre de 1997.

Cinco meses antes de que fuera asesinado al frente de su casa, situada en el municipio La Estrella (Antioquia), Villalba Hernández se presentó a las 10 a.m. en la Secretaría de la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes para ampliar las acusaciones que esgrimió desde el 15 de febrero de 2008 en contra del Jefe de Estado.

También, cristaliza algunas de las creencias más duras del anti uribismo, como las relaciones de varias de sus figuras con la mafia o la falta de humanidad que le endilgaron a Uribe muchos de los comentaristas a su trino.

Es más o menos normal que cualquier trino de Uribe suscite reacciones apasionadas desde la izquierda. Lo significativo de este último incidente son las reacciones de gente más de centro.

Están las ligadas a la campaña de Vargas Lleras, que está tratando de posicionarse en el centro con la esperanza de confrontar a Duque en la segunda vuelta.

Credito
LASILLAVACÍA

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