S.O.S. por San Gil

SUMINISTRADAS / MARIO HERNÁNDEZ Jr.
La fuerte lluvia que arreció sobre San Gil, durante la noche del pasado jueves, dejó un niño muerto y 20 personas heridas. También afectó de manera fuerte a cuatro barrios y a una vereda. El censo parcial da cuenta de un total de 107 familias damnificadas.

La recomendación que entregan las autoridades a las familias sangileñas, devastadas por una ola de tragedia producto de la avalancha que azotó a ese municipio durante la noche del pasado jueves, es que se mantengan en alerta.

Y es que al cierre de esta edición continuaban presentándose lluvias en la región y, por ende, los allí residentes deben estar pendientes de los llamados de evacuación para proteger sus vidas, en caso de presentarse una nueva emergencia.

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De hecho, tanto la Gobernación de Santander como el propio Ideam mantienen la ‘Alerta Roja’ en esta parte del Departamento.

La autoridad ambiental advirtió que se prevén crecientes súbitas en los afluentes de la cuenca del río Fonce, además de las fuentes hídricas de Lebrija, Carare y Suárez, producto de las fuertes lluvias que, incluso con tormentas eléctricas, se han registrado en la región.

El balance de la tragedia en San Gil es aterrador: un menor de edad falleció; 20 personas resultaron con heridas de consideración, aunque ya fueron atendidas y se encuentran fuera de peligro; y cuatro comunas, una vereda y cientos de viviendas fueron afectadas por las inundaciones.

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Muchas vías que comunican al municipio con la capital santandereana están tapadas por lodo y escombros. Sin embargo, es preciso decir que la vía San Gil–Bucaramanga ya se encuentra habilitada gracias a las labores de los organismos de socorro.

En el resto de Santander, el Ideam les hizo un llamado a autoridades y pobladores para que estén atentos a los comportamientos de los ríos Frío, La Iglesia, Tona, Navas, Chapinero y De Oro, entre otros cerca de Bucaramanga y de San Gil.

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Testimonio 

Julio César Alvarado

Luis Fernando Flórez León, de 48 años, narró los momentos de angustia que vivió junto a su hija, tras ser arrastrados cerca de 50 metros por una de las avalanchas que se registraron el jueves en la noche en San Gil, Santander.

A las 9 p.m. él y su hija de 18 años se movilizaban en su camioneta Mitsubishi Sportero hacia su casa, localizada en el sector Hoyo.

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“Estábamos en el coliseo Lorenzo Alcantuz. Allí mi hija estaba jugando voleibol cuando empezó a llover. La tormenta se prolongó durante cerca de dos horas y fue tan intensa que cancelaron el partido. Decidimos irnos para la casa. Cuando regresábamos nos encontramos con dos avalanchas”, narró Luis Fernando.

En medio del aguacero, Luis y su hija llegaron hasta el ‘monumento del agua’, donde los vehículos se detuvieron, ya que las calles literalmente se convirtieron en ríos.

“Eso fue cuestión de segundos. Alcancé a ver que la avalancha venía desde el barrio Paseo del Mango, por lo que puse reversa y aceleré”, recordó.

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“La avalancha llevaba mucha fuerza. Se veían palos y piedras grandes entre el lodo que arrastraba varias motocicletas y carros. El lodo nos alcanzó y nos arrastró cerca de 50 metros”, recordó Luis.

Casi de inmediato, el habitáculo de la camioneta doble cabina empezó a llenarse de lodo, mientras impotente Luis trataba de sacar la camioneta del lugar.

“El lodo nos llegó hasta los hombros. Como pude abrí la puerta del copiloto y el barro empezó a salir de la cabina. Mi hija estaba en la parte de atrás. Finalmente quedamos atrapados entre una baranda de la vía y un camión”, agregó Luis.

En la vía principal la avalancha perdió fuerza, pero inundó todas las calles del sector. Fue entonces cuando Luis y su hija pudieron bajarse de la camioneta y ponerse a salvo.

 

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Dato

Tristes huellas de la tragedia: Un niño falleció tras la tragedia. El menor, de escasos ocho años, se encontraba con otros niños jugando en el polideportivo del barrio San Martín, cuando un muro les cayó encima. 

Credito
EUCLIDES KILÔ ARDILA

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