¿Cómo recuperar la relación familiar?

Puede que desde hace algún tiempo usted haya roto todo tipo de relación con alguno de sus familiares. Esto es lo que debe tener en cuenta para recuperarlo.

Las discusiones, desacuerdos, ofensas o incluso situaciones más fuertes como la violencia y el abandono son algunos de los factores que conllevan a la ruptura de ciertas relaciones entre familiares.

Si bien las pequeñas peleas hacen parte de la cotidianidad familiar y los expertos aseguran que son necesarias para fortalecer los vínculos, los excesos podrían deteriorar de manera permanente la relación.

Este tipo de sucesos, que son de fuerte impacto, especialmente para los niños y adolescentes, podrán generar, además, problemas en la autoestima de esos seres queridos y fomentar conductas violentas a futuro.

Es en estos casos en los que el odio, el rencor, el resentimiento y las frustraciones aparecen, haciendo que todo sea más complejo y retrasando una posible solución.

Aunque hay circunstancias en las que lo mejor es cortar todo tipo de comunicación y contacto con ciertos familiares, como por ejemplo cuando se registra algún tipo de violencia en casa, en otros casos el diálogo y la buena disposición ayudarán a ponerle fin al conflicto.

Lo importante es que tanto la persona que generó el distanciamiento, como la que se siente afectada, tomen un momento para hablar con honestidad y de manera directa.

Recuerde que es por medio del diálogo que se pueden llegar a ciertos acuerdos para tener una mejor convivencia.

Una de las ideas en las que concuerdan los terapeutas familiares es que no existen las familias perfectas, pues en cualquier momento habrá desacuerdos.

“Lo primero que debemos entender es que el ideal de ‘familia perfecta’ no existe. En todo tipo de relaciones hay conflictos, unos de mayor gravedad que otros, pero siempre los hay y en las familias la situación no es diferente. Con esto no estamos diciendo que en todos los hogares hay un quiebre del esquema familiar, pero sí que en todas hay pequeñas peleas. La diferencia radica en la manera en la cual esa familia es capaz de sobrellevar la situación y reponerse de la mejor manera, sin lastimar a los demás”, explicó Érika María Ríos, terapeuta familiar.

Es por ello que es importante que luego de alguna discusión se tomen un tiempo para calmarse, pensar las cosas y tener claridad sobre los aspectos que están generando la discordia y que deben ser mejorados.

Además, debe tener en cuenta que cuando se registran situaciones de alto impacto con menores, el proceso será más lento, pues ellos asimilan de otra manera este tipo de traumas y en la mayoría de las ocasiones es necesaria la ayuda de profesionales.

“Hay padres que abandonan a sus hijos o niños que han sido testigos de violencia dentro del hogar. En estos casos no se puede esperar que el menor acepte este tipo de hechos como algo normal o que de la noche a la mañana sienta amor y cariño por la persona que se fue o ejerció la violencia. Los niños tienden a ser muy sensibles y este tipo de traumas podrían dejarles secuelas para toda la vida, es en estos casos que se aconseja la intervención de psicólogos”, agregó Ríos.

 

Violencia y maltrato: detonantes de la crisis

 Los hogares en los que se registran casos de maltrato, en cualquiera de sus modalidades, son más propensos a tener quiebres irreparables en las relaciones de sus miembros.

Los psicólogos aseguran que los niños que son foco de dicha violencia entran en un estado de sumisión y miedo, que al ser prolongado se transforma en una serie de sentimientos negativos en contra del agresor, llevando a la ruptura afectiva.

“Dentro de la jerarquía familiar, los niños son los más vulnerables, por eso la primera responsabilidad de los padres es velar por la seguridad de ellos. Por eso, cuando son los padres los agresores directos o quienes permiten dicho maltrato, se forman niños inestables emocionalmente, niños que no saben lo que es el amor y que probablemente, a medida que crezcan, se convertirán en maltratadores o serán víctimas de otros tipos de maltrato por parte de sus parejas o amigos”, indicó el psicólogo Gustavo Rojas.

De esta manera, recuperar la relación entre el familiar maltratador y el maltratado no es recomendable en muchos casos, pues requiere de una serie de terapias y tratamientos largos y complejos que le ayudarán a la víctima a recuperar la confianza en sí misma y la seguridad perdida en medio de la violencia en la que estuvo involucrada.

“Hay casos en los cuales se le puede aconsejar a la víctima retomar la relación con ese familiar que le hizo daño en el pasado, pero eso requiere de una terapia muy profunda y extensa porque el proceso no se da de la noche a la mañana. La víctima tiene que sanarse y sentirse seguro de dar ese gran paso. En muchos casos la víctima no es capaz de superar esos episodios violentos y es allí donde se le aconseja no recuperar tal relación, pues es perjudicial para su bienestar emocional”, agregó Rojas.

 

Consejos para mejorar la relación familiar

 1 Tenga paciencia: recuperar una relación de familia que se perdió desde hace años no se da de la noche a la mañana. La paciencia será un punto clave que debe tener en cuenta si está dispuesto a retomar dicha relación en mejores términos.

2 Acuda al diálogo: sea honesto, exponga sus puntos de vista y aprenda a escuchar lo que dice el otro. El diálogo es la herramienta más importante que tiene en este proceso.

3 Acepte sus errores y cambie:tenga en cuenta las razones que llevaron a ese quiebre definitivo de la relación y haga su mejor esfuerzo para mejorar y no repetirlo. Ser perdonado requiere de cambios que le ayudarán al otro a confiar.

 

Preguntas y respuestas

 Érika María Ríos, terapeuta familiar.

¿En qué casos se debe recuperar la relación familiar dañada?

Cuando se trata de pequeñas peleas o desacuerdos que no llegaron a la violencia. Por ejemplo, los hermanos que se pelean porque uno le toma las cosas al otro sin permiso, o el papá que le dice a su hijo que no puede ir a algún lugar al que ya había planeado. Son situaciones que se resuelven hablando y comprendiendo al otro.

¿Qué hacer en casos en los que se ha dado una separación prolongada?

Es un caso muy común que se da por ejemplo entre los hermanos, tras la muerte de los padres. Imaginemos que hay una disputa por algún motivo, que los hace alejarse por años. En este caso recuperar esa relación es más difícil y es necesario que ambas partes dejen de lado todos esos sentimientos negativos con los que han cargado por años. Muchas veces las personas se pelean, se distancian y al cabo del tiempo sienten que es el momento de retomar el contacto pero no lo hacen por orgullo o porque piensan “mi hermano, hermana o padres no deben querer nada de mí”.

¿Qué sucede en el caso de los agresores?

Yo creo que cuando una persona ha sido víctima de algún tipo de agresión lo mejor es romper todo tipo de contacto para cerrar el ciclo y sanar las heridas. En muchos casos la víctima siente miedo de alejarse de su familiar porque sabe que es parte de su vida, pero es lo más sano.

¿Cómo retomar la confianza en ese familiar que se alejó y que falló?

No es fácil pero la persona que cometió el error debe estar dispuesta a pedir perdón y entender que el proceso no se dará de la noche a la mañana. Hay que darle espacio a cada quien para que asimile las cosas y abra su corazón nuevamente.

Credito
VALESCA ALVARADO RÍOS

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