“El gran tema mundial de los próximos años será el desempleo tecnológico”: Andrés Oppenheimer.

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
Pero el panorama, aunque será difícil en el corto plazo, es optimista a mediano y largo plazo, donde esta automatización generará más y mejores puestos de trabajo.

Durante los últimos 20 años el escritor y periodista argentino Andrés Oppenheimer, se ha dedicado a investigar sobre temas como la competitividad, la educación y la innovación, recorriendo el mundo para conocer, de primera mano, los avances, pero también los retrasos que distintos países tienen sobre estos temas.

Hace once años publicó ‘Cuentos Chinos’, en donde mostraba cómo hicieron algunos países para reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de sus pobladores, mientras que otros, sencillamente son un “cuento chino”.

En 2014 presentó ‘Crear o Morir’, con una serie de experiencias innovadoras de éxito en ámbitos como la educación, el deporte, la salud y la tecnología, para mostrar, que si se lo propone, América Latina puede insertarse de manera efectiva en la ‘economía del conocimiento’, generar creatividad rentable.

Ahora, en ‘¡Sálvese quien pueda!’ toca el tema del futuro del trabajo en la era de la automatización, que es un fenómeno del presente, donde cajeros de bancos han sido sustituidos por sistemas electrónicos, así como personal de parqueaderos, de seguridad, entre otros.

La inteligencia artificial ya está al alcance de la mano, en los equipos telefónicos de gama media, por lo que la investigación de Oppenheimer muestra cómo en las dos próximas décadas casi la mitad de los trabajos serán reemplazados por tecnología.

 

Revolución tecnológica

- ¿Cómo surge ‘¡Sálvese quien pueda!’?

Es una continuación de los temas que me vienen obsesionando desde hace 20 años, como la competitividad, la educación y la innovación, y cómo podemos hacer los países latinoamericanos para salir de la mediocridad y ser exitosos, pero también cómo podemos lograr nosotros como personas para elevar nuestro estándar de vida.

El libro lo comencé hace cinco años cuando apareció un estudio de la Universidad de Oxford, diciendo que el 47 % de los empleos van a desaparecer en los próximos 15 años, ya pasaron cinco. Cuando leí ese estudio lo más sorprendente es que ya lo estaba viendo en mi entorno, en mi profesión, cuando en mi programa reemplazaron los camarógrafos por cámaras robóticas, cuando Google ha empezado a reemplazar a los tradicionales traductores y cuando desplazaron a quienes hacían las transcripciones de las entrevistas por una aplicación.

Lo mismo está ocurriendo con los abogados, con los médicos, vendedores, con todas las ocupaciones. Así empecé a pensar en este libro.

- ¿Cómo inició este recorrido?

Me dirigí a Oxford para reunirme con los economistas que hicieron este estudio y de ahí decidí que no sería un libro teórico, lo quería más realista sobre cómo la automatización afectará a cada una de las profesiones, como a los banqueros, a los maestros, a los meseros, los contadores, los médicos, los obreros, a todos.

También entrevisté a algunos de los más importantes futurólogos de cada rubro para saber lo que ocurrirá con cada una de las ocupaciones. Aprendí muchísimo.

- ¿Cambiará trabajos como su profesión, el periodismo?

Entrevisté a los directores de innovación de The Washington Post y en las elecciones del mes de noviembre todos los artículos sobre la contienda electoral serán redactados por un robot. Los periodistas harán análisis, periodismo investigativo y opinión, pero lo que solemos llamar ‘La nota del día’, hablando de qué candidato ganó y las cifras, eso lo hará una computadora.

Es ahora que está ocurriendo esto, no es en 10 o 20 años, por lo que los periodistas vamos a tener que reinventarnos, como lo tienen que hacer todos, porque la automatización llegó a cambiarlo absolutamente todo.

- ¿Existe escepticismo frente a este tema?

Mucha gente, cuando escribía el libro, me decía que desde hace 60 años se habla de esta automatización, pero al final no ha ocurrido. Pero ahora, existe un fenómeno nuevo, donde los robots son cada vez más baratos y cada vez más inteligentes.

Como todas las tecnologías, permanecen en una meseta por un rato y luego pegan un salto, que es lo que está ocurriendo justo en este momento con la inteligencia artificial, que es mucho más avanzada que hace tres años y mucho más barata.

Un robot industrial en China, hace ocho años, costaba 5,3 años de sueldos de un empleado, hoy, con un robot mucho más avanzado, ha bajado a un año de salarios de un empleado y se espera que en menos de un año, el precio baje a la mitad, siendo una máquina que realiza los tres turnos del día, no toma vacaciones, no pide aumento de sueldo, no se afilia al sindicato. Es el tsunami de la automatización que nos sacudirá a todos.

- Cambios a toda velocidad...

Todo se ha potenciado porque antes los robots funcionaban de manera independiente, pero ahora están todos conectados a través de la nube, que además, empiezan a tener la posibilidad de aprender de sus aciertos y de sus errores.

 

Cambio radical

- ¿Difícil panorama?

Esto no es para tirarse por el balcón, no es un libro apocalíptico. Hablamos con los expertos para que nos dijeran cuáles son las profesiones del futuro, qué debemos hacer para reinventarnos y actualizarnos. Es un llamado de atención para que entendamos que debemos cambiar, porque nuestros trabajos, tal cual los conocemos hoy, van a desaparecer. Quien no se adapte quedará por fuera.

- ¿Qué hacer?

 Debemos anticiparnos a los cambios que se vienen. Hablamos de las diez áreas del trabajo de futuro, porque en cada una de las profesiones debemos ver cómo lograr anticiparnos a los cambios y cómo podemos enfocarnos en lo que vamos a estar haciendo en cinco años.

Nosotros como periodistas, si seguimos escribiendo la nota del día, los indicadores económicos, tenemos motivos para preocuparnos, porque ese trabajo va a desaparecer, hay que buscar un valor agregado, buscar un nicho o el análisis.

Pero pasa en todo, el dermatólogo que se dedicaba al primer diagnóstico cuando a alguien le sale una mancha, ya deben hacer otra cosa, porque existe una aplicación que las detecta y te dice qué hacer. Seguramente, dicha aplicación enviará al usuario al médico cuando ve que es una mancha mala, así que el dermatólogo debe especializarse aún más.

- ¿En qué sectores hay mayor preocupación?

 Las manufacturas es lo primero que se está automatizando. Existen fábricas que tienen diez empleados y cien robots. En Silicon Valley hay un chiste que dice que la fábrica del futuro tendrá sólo dos empleados: un hombre y un perro. El hombre estará ahí para darle de comer al perro y el perro estará ahí para cuidar que el hombre no toque las máquinas. Muy pocos presidentes latinoamericanos están pensando en esto y el gran tema mundial en los próximos diez años será el desempleo tecnológico.

- ¿Qué países se están preparando?

 China se está preparando. Desde hace cinco años está robotizando toda su industria, lo cual es una tendencia en Asia, pero en América Latina no está ocurriendo, lo cual es preocupante porque parece que estamos en la luna, no le estamos prestando atención a este fenómeno.

En un principio pensé que el tema del desempleo tecnológico pegaría más en el primer mundo, pero los economistas de Oxford, del Banco Mundial, del Foro Mundial, todos coinciden en que pegará más a los países emergentes, porque dependen mucho más de las manufacturas que los ricos, y ese es el trabajo que primero sustituyen los robots. Un tema que no está dentro del debate público, lo cual es preocupante.

- ¿Y en América Latina?

 Apenas está empezando a generar inquietud en países como Chile. En Argentina, el presidente me contó que hace poco recibió la noticia de una nueva cervecera con una inversión de 200 millones de dólares, pero luego se sorprendió que dicha empresa, sólo generaría 22 empleos, porque es una fábrica completamente automatizada.

De hecho, la reunión del G20 en Argentina a finales de este año, tendrá como tema el futuro del trabajo.

- ¿Qué puede ocurrir a mediano y largo plazo?

Se abrirán muchos más trabajos en el área de la salud, muchos trabajos técnicos, analistas de datos, los restaurantes necesitarán más personas preparadas en estas áreas, con más videógrafos y fotógrafos, porque hay necesidad de contar más historias. El trabajo no se acaba, pero sí cambiará.

Gente que cuente una historia siempre hará falta, y cada vez más, porque en la economía digital en la cual estamos viviendo, un lugar, como un hotel o un restaurante, necesita de alguien que cuente sus historias.

Credito
COLPRENSA

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