“Acá solo hay un perdedor y es la Fiscalía”

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
El exministro de Justicia es partidario de que Néstor Humberto Martínez renuncie. Dice, además, que la justicia ha sido la más damnificada con el tema Odebrecht.

Para Yesid Reyes, exministro de Justicia, el escándalo judicial del año, Odebrecht, le ha costado sangre, sudor y lágrimas a la Fiscalía General de la Nación. Todo lo que ha surgido alrededor de ese espinoso tema ha dejado un sinsabor en los colombianos, según dice en esta entrevista con COLPRENSA, en la que aborda temas como la elección del fiscal ad hoc, sus pronósticos sobre lo que viene para el otro año en este proceso y su visión sobre el rumbo que debe tomar Néstor Humberto Martínez.

Sobre la malograda escogencia del ad hoc, Reyes dijo que ese proceso “ha generado muchísimos problemas fundamentalmente de credibilidad de la opinión pública hacia la Fiscalía y hacia la administración de justicia”.

Sobre el tema de la reforma a la justicia, que no superó su trámite en el Congreso, explicó que lo ideal es crear un órgano de administración de la rama judicial que sea eficiente, por lo que propone la eliminación del Consejo Superior de la Judicatura.

¿Cómo vio la fallida elección del fiscal ad hoc para el tema Odebrecht?

Toda esta bola de nieve que se ha echado a andar con la figura del fiscal ad hoc no va a resolver ningún problema sino por el contrario va a terminar ahondando la crisis de legitimidad que por los últimos días atraviesa la Fiscalía.

¿Cree que la terna se diseñó para ser devuelta como han sugerido algunos sectores?

No, yo no creo. Yo creo que se devolvió por las circunstancias que aparecieron en cuanto la terna que se conformó, pero no creo que ese haya sido el propósito.

¿Quién gana tiempo al no haber fiscal ad hoc?

Acá no hay ganador, acá hay un perdedor y ese es la Fiscalía, porque la imagen se está viendo afectada con todo este escándalo y por supuesto la imagen de la justicia en Colombia.

¿Y qué papel juega Néstor Humberto Martínez en todo esto?

Me parece que le está haciendo un daño a la Fiscalía General de la Nación y a la administración de justicia. Todas estas implicaciones que empieza a tener la figura del fiscal ad hoc y que va a seguir teniendo incluso si designan una figura ad hoc no van sino a ahondar el problema de confianza de la gente en la Fiscalía General de la Nación, porque son muchos casos más en los que tiene que ver con Odebrecht, en los que probablemente los implicados pidan la designación de un fiscal ad hoc, porque la aceptación de que un subordinado del fiscal general no tiene independencia para adelantar investigaciones penales, que es lo que ha permitido apartar a la vicefiscal de este caso, va a permitir que otras personas ya no vinculadas al caso Odebrecht pidan también designación de fiscales ad hoc.

¿Por ejemplo, en qué casos eso se puede dar?

Se me ocurre por ejemplo el caso de Carlos Mattos, donde fue también cliente del fiscal Néstor Humberto Martínez, y podría eventualmente pedir la designación de un fiscal ad hoc, o el caso de (Luis Fernando) Andrade, para que se designe el caso de un fiscal, y por esa vía podemos llegar el año entrante a tener dos, tres, cuatro o cinco fiscales ad hoc que trabajarían paralelamente con el fiscal general, probablemente con nóminas paralelas para garantizar la independencia, que además necesitan un presupuesto independiente que no tenemos en este caso.

¿Qué otros reparos le ve a esa figura?

Si la razón de ser del impedimento de la vicefiscal es que es subalterna del fiscal general, por eso estaría en duda su independencia, nadie que venga de la Fiscalía General le puede ayudar al fiscal ad hoc porque todos los empleados de la Fiscalía son sus subalternos y, por consiguiente, estaría en duda su independencia. Entonces, con quién puede trabajar un fiscal ad hoc en esas condiciones, (pues) con personas que no sean parte de la Fiscalía. ¿Y quién paga esas personas?, ¿las paga la Fiscalía, es decir el fiscal ad hoc puede administrar el presupuesto de la Fiscalía? No me parece viable, entonces habría que crear un nuevo presupuesto paralelo al de la Fiscalía que pudiera ser administrado por el fiscal ad hoc.

Bajo ese escenario, ¿qué le puede deparar al expediente Odebrecht para el otro año?

Pues con este rumbo que están cogiendo las cosas veo todo muy complicado. Primero, porque las otras 20 o 25 investigaciones que hay en Odebrecht probablemente van a terminar también en solicitudes de fiscalías ad hoc que van a prolongar esta interinidad, pero además una vez que se nombre un fiscal ad hoc, yo creo que lo que correspondería es anular las investigaciones que han llevado hasta ahora las personas encargadas en la Fiscalía, porque si la razón del impedimento es que la condición de subordinado del fiscal afecta la imparcialidad, eso significa que todos los subordinados del fiscal que han adelantado investigaciones en el caso Odebrecht han visto afectada su imparcialidad y eso debería conducir a una nulidad de la investigación, entonces probablemente lo que se venga el año entrante es no solo la solicitud de fiscal ad hoc sino solicitudes de nulidad de esas investigaciones.

Hace un momento usted habló de un efecto bola de nieve, ¿cree que es el fiscal el creador de todo esto?

Pero por supuesto, esto es un problema personal que tiene el fiscal Martínez por un caso que tiene que ver con un antiguo cliente suyo. Es un problema absolutamente personal, si el fiscal general renunciara, todo este panorama que le estoy planteando que puede darse el año entrante desaparecería, las investigaciones no tendrían que anularse, seguirían adelantándose como hasta ahora, sentencias que se han dictado estarían en firme, no tendríamos ninguna pluralidad de fiscales generales.

¿Usted es partidario de que el fiscal renuncie?

Sin duda.

 

Preguntas y respuestas

 ¿Qué lecciones aprendidas deja 2018 en este entramado? 

 Probablemente sí haya necesidad de regular la figura del fiscal ad hoc, pero también que resulta necesario calcular mejor en la elección los funcionarios como el fiscal general, lo que puede resultar en el caso de que sea seleccionado una persona que tiene tantas probabilidades de resultar inhabilitado en el ejercicio de sus funciones. Yo entiendo que el fiscal general si proviene del litigio, que es un escenario completamente imaginable, pueda tener algunos conflictos puntuales por clientes eventuales, pero cuando la magnitud de esos conflictos es tan grande quizá no es conveniente elegir a esa persona.

Cambiando de tema, nuevamente se cae una reforma a la justicia. ¿Qué le lectura le da eso? 

 Siempre ha sido difícil que se aprueben reformas a la administración de justicia. Se han hecho varios intentos, algunos han llegado más lejos que otros. En este caso pues hay oposición de algunos sectores a la reforma, pero también creo que hubo una equivocación al plantear reformas a la tutela porque eso le generó mucha resistencia a la reforma.

Las reformas a la justicia normalmente arrancan con resistencia, pero si además uno toca un tema tan sensible como una figura tan querida por el pueblo colombiano, pues aumenta las probabilidades de la oposición a la reforma. Aunque con el paso del tiempo se revocó la decisión, desde el punto de vista ya queda muy golpeada.

¿Le faltó más fuerza al Gobierno para impulsar esta reforma? 

 Tenía oposición por fuera, del mismo Consejo Superior de la Judicatura, pero también había una oposición política adentro del Congreso, que por lo que se vio no pudo ser superada por el Gobierno, en este caso a través de la Ministra del Interior que tiene relaciones entre Congreso y Gobierno.

¿Qué hacer con el Consejo Superior de la Judicatura? 

Definitivamente tiene que desaparecer en algún momento. No sé si el año entrante el Gobierno va a presentar una nueva reforma, pero si lo va hacer, va a ser necesariamente que entre en un rediseño de la forma de administración judicial, es decir, la desaparición del Consejo Superior de la Judicatura.

¿Por qué debe desaparecer? 

Porque su labor es básicamente de administración y ha demostrado ser ineficiente en esa labor.

¿Se ha convertido en órgano paquidérmico? 

Sí, con muy poca flexibilidad en los temas de administración y pocos resultados en manejos de administración. La historia del Consejo Superior de la Judicatura deja ver que el diseño fue equivocado en la Constitución. 

 

Preguntas y respuestas

¿Considera que el presidente Iván Duque se equivocó en la escogencia de las personas?

Pues si buscó asesoría evidentemente no fue una buena asesoría y si él tomó la decisión de forma autónoma, pues se equivocó.

Entonces fue una terna fallida desde el principio…

Estaba relativamente claro desde el comienzo que con la inclusión de la doctora Margarita Cabello iba a haber tropiezos en los procesos de selección del fiscal ad hoc, porque habiendo ella participado en la elección de varios de sus compañeros en la Corte Suprema de Justicia era evidente que estos iban a tener que declararse impedidos o habría necesidad de nombrar conjueces para participar en esa elección. Entonces era relativamente claro que iba a haber inconvenientes.

De otra parte, siempre está la discusión que permanece todavía sobre si tanto Margarita Cabello como la Secretaria Jurídica de Presidencia (Clara María González) podrían desempeñar dos cargos públicos. La respuesta obviamente es no y eso en la práctica es que si una de ellas hubiera sido elegida, tendría que renunciar a su cargo para concentrarse en las labores del fiscal ad hoc. Por consiguiente, creo que la renuncia de doctora Margarita Cabello hace evidente que la Corte no podía elegir, porque ya no había una terna.

Credito
COLPRENSA

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