El sacudón digital tocó a las revistas

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
El hecho de que actores económicos y empresariales estén adquiriendo medios de comunicación, genera dudas de su independencia.

El viernes de la semana pasada, el grupo Televisa, que llevaba 29 años en Colombia, anunció el cierre de sus operaciones editoriales en el país y el despido de más de 100 personas, entre periodistas, fotógrafos, editores y personal administrativo.

Muchos colombianos identifican a esta empresa más por la televisión, y en especial por sus novelas, que por sus revistas, pero el peso de esta noticia en el sector editorial colombiano es muy grande.

La compañía mexicana editaba hasta hace pocos días algunas de las revistas más leídas en el país como Tv y Novelas, Caras, Vanidades, Cosmopolitan, InFashion, Men’s Health, Ser Padres hoy, Muy Interesante, Tú, Condorito y National Geographic.

“Desde el año pasado se anunciaban cambios y se rumoraba, por parte de Televisa, que era el cierre de las revistas que menos impacto estaban teniendo, pero no llegamos a imaginar que fuera un cierre tan drástico. El viernes comenzaron a hacer llamados y a liquidarnos luego de que nos anunciaran que Televisa no iba a operar más en el país”, le dijo a Colprensa uno de los salientes empleados de la empresa, que pidió no revelar su nombre.

Tras el cierre de la oficina en Colombia, hay incertidumbre sobre el futuro de las publicaciones, pues no se conoce aún si dejarán de comercializarse o tendrán continuidad bajo otro dueño, en especial, Tv y Novelas, que cumple un papel importante en el sector de la moda y entrega anualmente unos premios a la farándula y la televisión colombiana.

Menos de una semana después, otra noticia sacudió el sector editorial del país. Publicaciones Semana, empresa que edita las revistas Semana, Dinero, Jet- Set, Arcadia y Fucsia, anunció que el Grupo Gilinski adquirió el 50 % de las acciones de su socio mayoritario, Felipe López.

Jaime Gilinski Bacal es, según la revista Forbes, el segundo hombre más rico del país y su fortuna asciende a los 3.700 millones de dólares, representados en un conglomerado de bancos e inversiones como el Banco GNB Sudameris, la empresa de comestibles y productos alimenticios Yupi, así como de Rimax Plastics. Con el ingreso de este nuevo actor, los cuatro hombres más ricos del país, son todos ya dueños de medios de comunicación.

En el caso de Semana, se espera que Gilinski, y en especial su hijo Gabriel, que se ha enfocado hacia empresas relacionadas con nuevas tecnologías, pueda contribuir a la transformación digital que busca la empresa.

“Tenemos muy claro cuál es el futuro de esta industria y hacia donde debía estructurarse un negocio como este. Aceptamos la oferta teniendo en cuenta que este socio nos aporta un extraordinario empujón digital para asumir los retos del futuro. Esto no quiere decir que nuestra versión impresa desaparezca o pierda importancia, quiere decir que encontramos, tras varias ofertas de compra, el aliado que necesitábamos para fortalecer nuestra empresa; salvaguardando, desde luego, la independencia editorial”, dijo al diario El Colombiano, María López, vicepresidenta ejecutiva del Grupo Semana.

 

La transformación digital

No es un secreto que la disminución en la pauta publicitaria y el auge del Internet y las redes sociales ha afectado económicamente a la industria editorial en todo el mundo, lo que la ha obligado a buscar una convergencia digital, que aún no se traduce lo suficiente en ingresos.

Según el presidente de la Asociación Colombiana de Medios de Información (AMI), Werner Zitzmann, el escenario ha cambiado principalmente por una disminución en los ingresos provenientes de la publicidad por lo que los medios están buscando otras formas de mantenerse y de monetizar sus productos y en ese camino necesitan de una capacidad financiera y un capital para sostenerse.

“El cambio que hemos tenido es que el contenido, que antes era gratuito y financiado con los ingresos de la publicidad, está empezando a tener problemas para producirse porque el ingreso por pauta ha caído ya que existe una oferta y una demanda diversificada en el mundo y el mercado se ha venido reduciendo hacia medios que vivían y se financiaban de esta forma”, explicó Zitzmann.

Para Guillermo Franco, exdirector de eltiempo.com, otro factor que hay que tener en cuenta es que la tecnología está dando la posibilidad de que aparezcan nuevos competidores que pueden incursionar con relativamente pocos recursos.

“Para no ir muy lejos, pocos medios colombianos se están dando cuenta de que sus audiencias y sus ingresos se están desangrando en las redes sociales, donde han aparecido jugadores que tienen claro que los usuarios quieren consumir el contenido allí sin tener que ir a un sitio web. Pasamos del concepto ‘medios nativos digitales’ al de los ‘medios nativos sociales’”, explicó Franco.

Por su parte, Mauricio Jaramillo, experto en temas digitales y director de Hangouts de Periodismo, consideró que los medios tradicionales vivieron históricamente una época en la que tenían una muy alta rentabilidad porque los gobiernos y las empresas no tenían mejor forma de comunicarse con sus públicos y audiencias, pero la llegada del internet generó un cambio drástico en la industria.

“Con el internet se hizo una presencia digital gratuita y esto no les generó ingresos a los medios en temas de suscripción. Por otro lado, las empresas y organizaciones dejaron de necesitar de los medios porque empezaron a tener sus propios medios y a utilizar las redes sociales. Este escenario generó que toda la torta que les ingresaba por publicidad se partiera de otra forma con mayores inversiones en temas digitales y haciendo que esos grandes volúmenes de inversión en pauta disminuyeran para los medios tradicionales”, explicó Jaramillo.

En ese sentido, el dirigente de AMI destacó que los medios de Colombia vienen dando pasos hacia esa transformación digital y han encontrado nuevas fuentes de negocios. “En términos generales todos los medios son conscientes de esta evolución que viene teniendo su oficio periodístico y negocio y por eso es que todos están buscando fórmulas y alternativas para esa construcción de futuro que les permita persistir”.

 

Casos de éxito

Dos ejemplos a nivel internacional muestran que las nuevas tecnologías les están permitiendo a los medios de comunicaciones volver a recuperar la rentabilidad de otros tiempos.

The Washington Post y The New York Times, dos conglomerados que pasaron por serias dificultades hace algunos años, le apostaron de lleno a la transformación digital y lograron incrementar en pocos años exponencialmente su número de suscriptores. De manera similar a lo ocurrido en Colombia, lo hicieron de la mano de dos de los hombres más ricos del mundo, Jeff Bezos y Carlos Slim, respectivamente.

“The New York Times y The Washington Post son dos grandes ejemplos de medios que apostaron de verdad por una transformación digital y vemos que está generando resultados. Lo que ha hecho que sean unos referentes es que encontraron un capital importante, por ejemplo Washington Post es de Jeff Bezos, dueño de Amazon, quien le inyectó unos recursos. Además, estos medios le apostaron verdaderamente a una transformación digital porque no solo es hacer una presencia en el mundo digital sino que van más allá de eso”, explicó Jaramillo.

De acuerdo con el experto, estas apuestas no solo están orientadas a tener una presencia digital sino que factores como la reputación, la credibilidad, la calidad de los contenidos y las audiencias calificadas, tienen un rol importante en el sentido de recuperar y ser más rentable el negocio mediático.

“En el mundo digital las dinámicas cambian constantemente y el modelo periodístico y de negocio también lo están haciendo. Muchos medios que pensaron que la publicidad en internet era el camino creyeron que aumentar su tráfico, muchas veces con contenido sensacionalista, se podría cobrar más, eso funcionó en un principio, pero hoy en día no es así porque las audiencias son distintas y segmentadas”, manifestó.

 

El papel de la independencia

El hecho de que actores económicos y empresariales importantes estén adquiriendo los medios de comunicación también genera, para algunos, dudas sobre la independencia que van a tener estos medios en el cubrimiento de las noticias. 

Precisamente, el escenario en Colombia está enmarcado en que cuatro de los principales conglomerados económicos son dueños de los más grandes medios de comunicación. Por un lado está el grupo Santo Domingo (Caracol Televisión, El Espectador, Blu Radio, entre otros), la Organización ArdilaLulle (RCN Televisión, Win Sports, RCN Radio y sus emisoras, Diario La República), la Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo (El Tiempo Televisión, diario El Tiempo, Portafolio y revistas del grupo), y ahora el Grupo Gilinski (Publicaciones Semana).

El coordinador del Centro de Estudios de Libertad de Expresión (FLIP), Jonathan Bock, consideró que el principal problema que se está dando con encontrar una sostenibilidad financiera en medio de una convergencia digital, es la entrada de actores económicos con marcados intereses que pueden generar cierta presión en la independencia periodística.

“Si vemos lo que está pasando en Colombia, son las cuatro familias más poderosas del país las que tienen acceso a los medios de comunicación y esto en otros países no es permitido como una medida para prever los conflictos de intereses que se generan y el monopolio en la información de unos medios. Lo más importante es que se cumplan los factores de independencia y los mecanismos que aseguren una autonomía editorial frente a los intereses de sus dueños. Esto es muy importante resaltarlo porque esto es un tema de preocupación y son los medios los que tienen que garantizarles a sus audiencias un periodismo objetivo e independiente”, explicó Bock.

Por su parte, Guillermo Franco consideró que el problema no es que los grandes capitales entren en los medios, es la forma como se manejan los conflictos de intereses.

“Hay un mensaje simple a los millonarios: el valor del medio que compraron no se mide por unos edificios, por una circulación de ejemplares, sino por la credibilidad y ese es el gran activo que hay que preservar”, indicó Franco.

Credito
COLPRENSA

Comentarios