Problemática del café bordearía una crisis humanitaria

ELVER RODRÍGUEZ - EL NUEVO DÍA
Para los cafeteros, esta crisis tiene un protagonista que se mueve como pez en el agua en la Bolsa de Nueva York: la especulación de los fondos de cobertura que no le importa lo que pase con el café.

De no tomarse medidas económicas urgentes para afrontar la crisis de la caficultura de 35 países productores se estaría caminando por los linderos de una crisis humanitaria, ya que 25 millones de familias de pequeños productores están trabajando a pérdidas.

En el caso de Colombia, el mayor productor de cafés suaves del mundo, la actual situación, producto de la caída sistemática de las cotizaciones internacionales, involucra y golpea a 500 mil familias campesinas.

De acuerdo con la postura de la Organización Internacional del Café, OIC, reunida en Nairobi, Kenia, la industria debe “actuar con celeridad” para que se incrementen los precios a los cultivadores, reclamación que los cafeteros de América hicieron desde hace dos años.

Y es que las cotizaciones internacionales no reaccionan, y muestra de ello fue el cierre de los contratos de futuros de café, de 37.500 libras cada uno, los cuales se tasaron para julio a US$0,96.

De acuerdo con la OIC, el “mundo consume 1.4 billones de tazas de café cada día y los consumidores pagan precios muy altos por ellas (de $3.12 en los Estados Unidos a $4.60, en Shanghái a $6.24), en Copenhague en 2018”.

 

¿Cual sostenibilidad?

Esos precios, en concepto de la organización, se alcanzan con la promesa de que el café es sostenible; sin embargo, ese factor solo se enfoca en dos de sus tres aspectos: ambiental y social; pero se deja a un lado la sostenibilidad económica, la fundamental para subsistir.

 

Precio en el tobogán

En la declaración se detalla que las cotizaciones del “Contrato C” (para los cafés suaves) no representa ningún margen de ganancia, al punto que está muy por de bajo de los costos de producción.

“En 1982, el precio del café fluctuó entre US$1.18 y US$1.41 en el mercado internacional, y una taza de café promedió US$ 1.10 en los Estados Unidos; en 2018, el precio promedio de una libra de café arábica en el mercado internacional promedió US$1.01”, consignó la OIC.

Pero la situación es peor, cuando el 22 de marzo de 2019, el precio cerró por debajo de los US$0,95.

“Los productores de café han perdido más del 80% de su capacidad de compra en las últimas décadas”, sentenció el gremio rector del café en el mundo.

La OIC estimó que la cadena debe estar soportada en enfoque colectivo, constructivo y realista, o de lo contrario no podrá ser viable.

 

Se destruye el tejido social

La Organización Internacional del Café sostiene que esos bajos precios que paga la industria, a su vez, están llevando a un empobrecimiento sistemático de los productores de café y “están destruyendo el tejido social en las áreas rurales de más de 40 países en África, Asia y América Latina”.

Esa situación, estima, conllevará a una mayor criminalidad en las naciones productoras, pobreza en las grandes ciudades y migraciones masivas hacia Estados Unidos y Europa. Todos los riesgos están cayendo sobre el hombro de los productores, al punto que la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático son otra carga que tienen que llevar los campesinos productores.

Para la OIC, este golpe va directo a más del 80% de los productores de café del mundo que son pequeños productores y que hoy no pueden cubrir los costos de producción ni alimentar a sus familias.

 

Dato

La crisis cafetera se ha  convertido, según los expertos, en un caldo de cultivo para cambiar a cultivos ilegales, porque los agricultores no pueden vivir solo del café.

Credito
EL NUEVO DÍA

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