El negocio de las apuestas deportivas en línea sigue creciendo. En 2018, año del Mundial de Rusia, representó en derechos de explotación una facturación cercana a los $38 mil millones, y en el primer trimestre de este año ya había facturado $11.813 millones, a pesar de que lo mejor de la temporada apenas está por llegar, incluida la final del fútbol colombiano y la Copa América en Brasil.

En casi dos años de operación, el número de cuentas registradas de usuarios asciende a los 2.324.313, los cuales tuvieron su pico por el Mundial de Fútbol de Rusia, con “un promedio de registros mensuales de 816.601”, según explica el presidente de Coljuegos, Juan Pérez Hidalgo. Se espera que la Copa América traiga un nuevo pico en el registro de usuarios.

El auge de este negocio lo muestra que ya hay 17 empresas habilitadas por Coljuegos para prestar el servicio de apuestas ‘online’ (Betplay.com, Wplay, Codere Apuestas, Luckia, Inverstark, son algunas de ellas), las cuales han hecho fuertes inversiones en publicidad y contratado como promotores de su marca a glorias del fútbol colombiano como el Pibe Valderrama y Mario Alberto Yepes, e incluso a reconocidos periodistas deportivos.

“Hemos logrado avances muy importantes para el crecimiento de este sector, lo que convirtió al país en líder en regulación en América Latina”, manifestó Hidalgo. De acuerdo con el funcionario, el recaudo para la salud de los colombianos, solo por el concepto de apuestas online (es decir, sin incluir otros juegos de azar como las loterías y el chance) ascendió a los $62.445 millones, lo que representa el 6% de los recursos destinados a la salud. Al cierre del año pasado se entregaron premios por $1,6 billones.

Para Helen Orjuela, economista y docente de la Facultad de Economía del Externado, el de las apuestas online es un negocio con un gran potencial, por razones como “una mayor conectividad a Internet, grandes eventos deportivos como mundiales de fútbol, ligas nacionales e incluso una mayor apertura a nuevos y diversos deportes en Colombia”. En general, este fue uno de negocios con mayor crecimiento y ganancias en 2018.

Además, dado que su éxito también beneficia al sistema de salud, las mismas autoridades se encargan de impulsarlo, como lo reconoce Pérez Hidalgo: “Se han liderado acciones para sensibilizar a todos los actores de la industria, a los medios de comunicación y en general al país sobre la importancia de promover los 17 portales autorizados por Coljuegos”.

Sin embargo, con el auge del negocio legal vienen también los riesgos de que proliferen quienes presten el servicio de manera ilegal.

Exigencias

Para evitar la ilegalidad, hay una serie de exigencias estrictas para quienes prestan el servicio, entre ellas, contar con un sello oficial de Coljuegos, tener un dominio de internet terminado en .co, incluir en su página las reglas definidas para cada uno de los juegos ofertados al igual que su plan de premios y tener de manera visible el número telefónico y la dirección del operador en caso de reclamo.

Así mismo, en el sitio web de cada empresa debe estar publicado el número de fecha y contrato de concesión que autoriza el servicio y la fecha de terminación del mismo.

Además, las plataformas autorizadas deben contar con unas condiciones tecnológicas mínimas que exige Coljuegos para garantizar la seguridad de los usuarios, incluidos sistemas de identificación, prevención en el lavado de activos, protección de la información y, lo más importante, la garantía del pago de premios.

“Coljuegos firmó un protocolo con el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones - MinTIC y la Policía nacional para realizar un monitoreo diario de los portales que ofrecen venta o publicidad de juegos de suerte y azar, con el fin de validar si se encuentran autorizados”, agregó Pérez Hidalgo.

Durante la Copa América, está previsto intensificar las campañas de sensibilización y pedagogía, y que de manera constante se invite a los usuarios a “denunciar cualquier operación irregular, por medio de los canales institucionales establecidos por Coljuegos”.

El objetivo es que así como “la casa siempre gana”, sea la salud la que gane.