Cementerio de El Salado sigue en el más desolador abandono

El cementerio fue sellado el 11 de octubre de 2011 por no cumplir con las adecuación necesarias para funcionar.
Crédito: HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
La comunidad del barrio El Salado le pide a la nueva administración municipal que intervenga el cementerio abandonado. Según denuncian, sigue la problemática de la realización de ritos satánicos, el consumo de droga y la inseguridad en el sector.
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Los cementerios son lugares de paz y descanso para las personas que terminaron su paso por la vida. La propia palabra cementerio significa dormitorio porque, según la creencia cristiana, allí los cuerpos de los difuntos dormirán hasta el día de la resurrección

Sin embargo, en el cementerio del barrio El Salado, en Ibagué, ni los difuntos ni los vecinos pueden descansar por el abandono en que se encuentra desde hace años.

El panorama es desolador desde la misma entrada y hasta el fondo. Ladrones se llevaron una parte de la reja principal, mientras tanto la mayoría de las tumbas están enmontadas, con los nombres y las fechas borradas.

Si se camina al fondo se puede encontrar basura de todo tipo, como ropa y colchones abandonados por habitantes de calle que durmieron allí. Algunas tumbas tienen grafitis alusivos a equipos de fútbol, otras, muy pocas, tienen una que otra flor.

“Este cementerio estaba tan lleno de monte que era tremendamente inseguro, la gente prefiere no visitar a sus familiares que arriesgarse a venir. Da tristeza verlo así, el destino de descanso de tantas personas y hoy las tumbas están abiertas, con huesos por fuera”, dijo Hernando Herrera, un hombre que cuida las tumbas como parte de una penitencia.

El cementerio se ha convertido en un lugar para que personas sin hogar duerman debido a su mala iluminación.

Don Hernando cuenta que cuida las tumbas abandonadas porque las ánimas le han hecho favores y él en pago limpia lo que puede. Va al cementerio abandonado cada vez que puede como parte de una penitencia que está cumpliendo hace años.

“Muchas personas se olvidan de sus muertos o los familiares también fallecen y entonces se deterioran y se borran hasta los nombres. Pero este cementerio es un caso crítico por el abandono tan grande y todo lo que la gente mala hace acá”, dice.

La comunidad que reside en el sector de la comuna Siete ha realizado colectas en diferentes ocasiones para mejorar las condiciones del lugar en donde reposan, según registros, cerca de 700 cuerpos.

En el 2015 unas 20 tumbas fueron profanadas durante el Día de los Difuntos. Extraños, aprovechando la falta de seguridad, sacaron decenas de osamentas y las esparcieron por todo el cementerio. La Policía, al otro día, las recogió con bolsas y las tuvo que depositar en una fosa común ante la imposibilidad de identificarlas.

Luego de este hecho se han seguido presentando situaciones similares, pero a menor escala. Las personas, en un intento por disminuir la mala imagen, realizaron podas, machete en mano, repartidas entre los vecinos pues la maleza llegaba a metro de altura.

Según la comunidad, el lote fue donado por un señor llamado Salvador Díaz para que se usufructuara como cementerio por parte de la Alcaldía de Ibagué. Es decir, la responsabilidad es de la administración municipal.

El Salado

Hay tumbas que datan del año 1890, también hay varias personas fallecidas en la tragedia de Armero.

El lugar fue sellado por la Secretaría de Salud en 2011. Según afirmaron en su momento las autoridades, no se respetaba la distancia de los 10 metros que debe existir entre el cementerio y las viviendas, situación que afectaba de manera directa a quienes habitan allí.

Así mismo, no tenía acueducto ni se respetaban las medidas pertinentes para la exhumación de los cuerpos.

“Este cementerio debe tener unos 150 años. La Alcaldía de Ibagué y la Secretaría de Salud sacaron un decreto el 11 de octubre de 2011 prohibiendo enterrar más personas allí porque no se tenía la adecuación necesaria, desde entonces comenzó el abandono”, afirmó Miguel Gordillo, líder comunal.

“El cura de El Salado cobraba los entierros allí, pero después de la prohibición se dejó de hacerlo y el municipio debe cuidarlo, pero no lo hace”, agregó Gordillo.

A unos pocos metros del cementerio se están adelantando varios proyectos de vivienda, ante lo cual comunidad pidió que fuera reemplazada la iluminación que también fue robada y, entre la constructora e Infibagué, se colocaron dos lámparas para disminuir la inseguridad.

Tanta ha sido la inseguridad que, según Diego Lara, un vecino de la zona, hace unos días una camioneta llegó y enterró un cuerpo, sin ningún tipo de rito.

Hay basura de todo tipo, desde colchones hasta sillas. En las noches es tan oscuro que los vecinos prefieren no pasar por allí.

“Llegó una camioneta negra y se bajaron una personas y dejaron un féretro. No había ni cura ni mucha gente. Solo llegaron, entraron y dejaron un ataúd pequeño, como de niño”, afirmó.

Así mismo, dijo que los habitantes aledaños ya no pasan frente al cementerio en la noche por temor a ser atracados.

“Acá en el cementerio nos ha tocado venir con la Policía a sacar indigentes y personas que vienen a consumir droga. Ni siquiera tienen que saltar una pared, porque todas están caídas y las puertas, que no hay, están abiertas de par en par”, aseveró Lara.

“Nosotros le hemos propuesto a la administración que volvamos ese sitio un lugar cultural, convertirlo en un parque cementerio como los de Medellín o el Cementerio de la Recoleta de Buenos Aires”, finalizó Miguel Gordillo.

Por su parte, Carlos Portela, secretario de Gobierno de Ibagué, aseguró que “como existen unos restos humanos no se puede hacer aún nada en este sitio, pero allá no se pueden llevar muertos”.

El secretario de Gobierno aseguró que próximamente revisará varias propuestas que se han recibido de la comunidad para buscar una solución a este problema que va a completar 10 años.

Johana Aranda, secretaria de Salud municipal, no respondió ante la pregunta de qué acciones se realizarán desde su cartera ante esta complicada situación.

 

Dato

Carlos Portela, secretario de Gobierno de Ibagué, afirmó que no se puede intervenir porque aún hay restos humanos depositados allí. Johana Aranda, secretaria de Salud, no respondió sobre las acciones que su cartera va a adelantar a este respecto.

 

Frase

"Con la aparición de los cementerios con crematorios este se fue quedando solo y terminó en el completo abandono en el que está hace casi una década", Miguel Gordillo, líder comunal.

Hay tumbas que datan del año 1890. Muchas de ellas están completamente cubiertas de monte y se les han borrado los nombres y las fechas de los difuntos.

Credito
EL NUEVO DÍA

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