Comisión militar de EE.UU. en Colombia: ¿A qué viene?

Crédito: Twitter - EL NUEVO DÍA
En Colombia, según el comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, estarán por cuatro meses.
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Las Brigadas de Asistencia de la Fuerza de Seguridad (SFAB), por sus siglas en inglés, o más conocida como la ‘Comisión de Tropas Extranjeras’, hará presencia en territorio colombiano desde la primera semana de junio, para asesorar a las tropas de la Nación, en la lucha contra el narcotráfico.

La Comisión, que cuenta con unidades especializadas de Estados Unidos, tiene la misión de entrenar, asesorar, ayudar, habilitar y acompañar operaciones con naciones aliadas que están combatiendo el flagelo de la criminalidad, en Colombia más específicamente el narcotráfico.

Las brigadas, por lo general, están compuestas por 800 personas, entre oficiales y suboficiales comisionados y no comisionados, pero lo que ha dicho el sector defensa colombiano es que arribarán al país alrededor de 50 hombres que acompañarán la labor de las Fuerzas Militares desde la “asesoría”.

Si bien, esta es la primera vez que una tropa estadounidense de este tipo arriba en Latinoamérica, sus acciones se han desplegado en naciones donde enfrentan graves situaciones de guerra como Pakistán, Irán y Senegal, donde han pasado alrededor de tres semanas.

Su misión, de acuerdo con el ministro de defensa, Carlos Holmes Trujillo, es prestar permanentemente cooperación de carácter consultivo y técnico al Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de Colombia. El propósito de que esta brigada esté en el país, a juicio del ministro, es que el organismo asesore a Estados Mayores de las Fuerzas de Tarea Conjuntas de distintas regiones, entre las que se encuentran las Fuerzas de Tarea Hércules, Vulcano, Omega y la Brigada contra el Narcotráfico.

De acuerdo con Trujillo, la comisión que hará presencia en Colombia es un grupo élite netamente de carácter consultivo y técnico, para mejorar la efectividad en la lucha contra este flagelo.

El jefe de la cartera reiteró que la compañía es “solamente técnica y de asesoría”, por lo que dejó claro que “en ningún momento habrá tránsito de tropas extranjeras, ni participarán en operaciones militares. Las operaciones militares las desarrollan exclusivamente las tropas colombianas”. 

De acuerdo con el sector defensa, la Comisión hará presencia, únicamente, en cinco lugares del país donde se adelantan las denominadas ‘Zonas Futuro’, que están ubicadas en el Bajo Cauca, sur de Córdoba, Catatumbo, Arauca, Pacífico nariñense y los parques nacionales naturales de Chiribiquete, Sierra de La Macarena, Catatumbo Barí, Nudo de Paramillo y Sanquianga.

Por su parte, el almirante Craig Faller, comandante en jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, anunció que “la misión de SFAB en Colombia es una oportunidad de mostrar nuestro compromiso mutuo contra el narcotráfico y el apoyo a la paz regional, el respeto de la soberanía y a la promesa duradera de defender los ideales y valores compartidos”.

La Comisión y Venezuela

De acuerdo con la Embajada de Estados Unidos, la misión apoyará la operación antidrogas en el Caribe anunciada en abril por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El programa promovido por el mandatario norteamericano tiene la finalidad de combatir el “régimen corrupto” de Venezuela encabezado por Nicolás Maduro.

La lucha la declaró el jefe de Estado norteamericano días después de inculpar al mandatario venezolano de “narcoterrorismo” y ofrecer 15 millones de dólares de recompensa para detenerlo.

En su momento, el presidente Trump anunció el incremento de las operaciones del Comando Sur, que supervisa las actividades de defensa en Latinoamérica y el Caribe, alegando que los carteles de la droga intentan aprovechar la pandemia del Covid-19 para impulsar su negocio.

“No debemos permitir que los carteles de la droga exploten la pandemia para poner en riesgo la vida de los estadounidenses”, agregó el jefe de Estado norteamericano en rueda de prensa desde la Casa Blanca el pasado 1 de abril.

Trump dijo que ya se estaban desplegando más destructores de la Marina, barcos de combate y aeronaves de vigilancia, que se suman a las patrullas de la Guardia Costera con el objetivo a rastrear y confiscar drogas provenientes de América Central y Sudamérica.

El mandatario entregó tales declaraciones junto al secretario de Defensa, Mark Esper; el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley; el fiscal general, Bill Barr; y el asesor de Seguridad Nacional, Robert O’Brien, quienes coincidieron en que el foco está puesto en el “régimen corrupto de Maduro” y su supuesta colaboración con narcotraficantes colombianos para enviar cientos de toneladas de cocaína y otras drogas hacia el norte por aire y mar.

“Estas fuerzas adicionales casi duplicarán nuestra capacidad para llevar a cabo operaciones antinarcóticos en la región”, dijo Esper y añadió que “los actores corruptos como el ilegítimo régimen de Maduro en Venezuela confían en las ganancias derivadas de la venta de narcóticos para mantener su poder opresivo”.

En la misma declaración, el Departamento de Justicia señaló a Maduro, integrante del gobierno de su predecesor, el fallecido expresidente Hugo Chávez, de liderar el denominado ‘Cartel de los Soles’ y de trabajar junto con la extinta guerrilla colombiana de las Farc, considerada una “organización terrorista” por Washington.

Así las cosas, no se descarta que la avanzada de tropas estadounidenses a territorio colombiano tengan relación con la lucha que declaró el presidente de Estados Unidos contra el mandato de Maduro.

Comisiones en el pasado

El narcotráfico durante más de 30 años parece estarle ganando la guerra al Estado colombiano, en más de una ocasión han lanzado iniciativas en las que se contemplan erradicar de manera radical los cultivos de coca y la comercialización de droga hacia el exterior, sin embargo, esta es la primera vez que Colombia recibe ayuda presencial de tropas para combatir dicho flagelo.

El narcotráfico es, precisamente, lo que esta comisión tiene de diferente a una que estuvo en Colombia en 1994, en el mandato de César Gaviria, cuando estaba a punto de entregarle el Palacio de Nariño a Ernesto Samper.

En enero de ese año, tropas de Estados Unidos arribaron a Colombia en el municipio de Juanchaco en el Valle del Cauca, al parecer, para avanzar con la construcción de una escuela y un centro de salud que requería la comunidad.

Sin embargo, varias hipótesis se fueron entretejiendo con el pasar de los días, y pese a las negativas de tener a tropas norteamericanas en la Nación, empezó el desembarco de alrededor de 150 soldados extranjeros, quienes, supuestamente, pertenecían al Batallón 46 de Ingenieros del Fuerte Rucker, con sede en el estado de Alabama.

Si bien, en su momento se conversó de adelantar escuelas y centros asistenciales, el entonces embajador colombiano en Washington, Gabriel Silva, anunció que la venida de los soldados estadounidenses hacia parte del convenio de capacitación técnica, que de tiempo atrás venían desarrollando las fuerzas militares de Colombia y Estados Unidos.

Información revelada por el diario El Tiempo en 1994, dio cuenta que Silva reseñó que su objetivo era realizar ejercicios militares conjuntos en el área de ingeniería, por lo que no descartaron que ingenieros de ambos países concertaron adelantar una serie de trabajos que les permitían evaluar los conocimientos de las fuerzas de las dos naciones en materia de ingeniería militar y su capacidad de coordinación logística en una zona selvática.

Según Silva, como esos ejercicios implicaban la construcción conjunta de obras, se resolvió que las que quedaran podían ser de utilidad para la comunidad. Así las cosas, lo que expuso el diario, es que el entonces funcionario reseñó que el objetivo no era construir una escuela y un puesto de salud, sino que dichas edificaciones quedaran como un subproducto de su entrenamiento en ingeniería militar.

El entonces presidente Gaviria nunca se refirió sobre estas apreciaciones y por el contrario argumentó que las acciones eran cívicas y humanitarias.

Credito
COLPRENSA

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