'Ataco, draga, oro y miseria'

Crédito: ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Desde que la comunidad de Ataco denunció la paladraga instalada por Mineros de Antioquia, EL NUEVO DÍA acompañó a la comunidad y generó artículos referentes a la explotación de las minas de oro, que en muchos casos ha generado daños ambientales.
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En 1980, cuando la insaciable sed de oro atrajo hasta Ataco a Mineros de Antioquia para extraer de manera industrial el mineral, e inició la gestiones legales para obtener los requisitos de exploración y explotación, la vida de los pobladores cambió.

Las retroexcavadoras llegaron también al Salado, en la cuenca de la quebrada del Pore y dejó a su paso la aridez que ahora se contempla como un desierto.

En su momento la compañía entregó el informe técnico y el contrato de concesión exigido por el código minero. Los documentos los remitió al Ministerio de Minas, que dio su visto bueno y, a vuelta de correo envió los papeles al entonces gobernador Gregorio Rudas, quien quedó facultado para admitir y otorgar el permiso. Y eso hizo.

Luego de las gestiones, Mineros llevó en tractomulas su pesado material, que gracias a las dos enormes grúas, una para 40 toneladas de carga y otra para 25, armaron la gigantesca draga, a la que fue necesario fabricarle un estanque de aproximadamente 60 metros de frente por 40 de ancho y cinco de profundidad.

Los moradores al ver la máquina, buscaron refugio en las leyes. El entonces senador liberal Luis Antonio Alvarado Pantoja llevó el tema al Congreso, y allí se convirtió en el defensor de los intereses de las gentes del Sur y logró detenerlo.

En 1993 el Ministerio de Minas estuvo inclinado en darle nuevamente su concepto favorable para la explotación aurífera, ya llegaría el temor de una demanda de Mineros al Estado, que podría ascender a 1.800 millones de pesos,  por incumplimiento, daños y perjuicios, ya que la minera había invertido millones en trasladar hasta Ataco todo el andamiaje.

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Usosaldaña

El problema también recayó sobre Usosaldaña, desde donde reclamaron que se afectaría el cañón del río Saldaña, principal fuente de irrigación para sus 1.800 usuarios y 18 mil hectáreas, quienes se preocuparon por llegar a ver sus aguas contaminadas con mercurio o cianuro, a pesar de que la minera aseguraba no usaría.

También indicaron que no tenían claro la manera en que la minera controlaría la sedimentación y si el trabajo de la paladraga sería en 187 hectáreas de vega, 30 hectáreas en islas y playas del Saldaña.

Usosaldaña también se preocupó por posibles daños en sus sistemas, ocasionados por la sedimentación provocada por la draga y el costo que asumirían.

De otra parte, la Corporación Autónoma Regional del Tolima, en su estudio de impacto ambiental en 1984, había dado su concepto negativo en cuanto a la puesta en marcha de la paladraga.

 

Conclusiones

En 2015, y después de distintas publicaciones de este rotativo, las autoridades ambientales ganaron el pleito millonario a Mineros El Dorado S.A. Luego de fallo de segunda instancia proferido por el Consejo de Estado que confirmó la sentencia de negar la licencia ambiental del proyecto de explotación aurífero en el valle aluvial del río Saldaña en Ataco. La minera había demandado al Estado por 11 millones de dólares.

A principios de 2020 se conoció una licencia otorgada por Cortolima a la firma Agregados Ingecol y Construcciones S.A.S. Esto vuelve a generar temor entre la comunidad, que pensó, había ganado la guerra a la megaminería, pero tal parece, en esta ocasión no será como reza el adagio, ‘Aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla’.

 

Opiniones de los artesanos

Los mineros artesanales, como María Senaida Pinto, quien contaba que de vez en cuando bajaba con su esposo a mirar qué podían extraer, narraron en su momento a EL NUEVO DÍA, que esa es otra manera de obtener dinero,  ya con su cosecha no alcanzan a sostener a sus cuatro hijos, incluso, una de sus hijas ahorraba las ‘pepitas’ que encontraba para comprar el uniforme del colegio.

Otro, como Abraham Polanía, quien era el más veterano de todos los mineros artesanales, aseguraba que de esa manera le dio el bachiller a su primer hijo; además, en una ocasión reunió 170 gramos de oro, y con el dinero compró una vaca.

Ellos, junto con otros artesanos, sentían el temor de que la entrada de la draga los dejara sin recursos económicos, pues al menos, los dueños de las retroexcavadoras sí los dejaban arrimar y escarbar lo que podían.

 

Dato

Uno de los principales retos periodísticos que ha enfrentando EL NUEVO DÍA, ha sido el de la minería, ya sea legal o ilegal; a cielo abierto, a mediana, pequeña o gran escala; y cuando se trata de oro, los intereses particulares tratan de imponerse sobre el Medio Ambiente.

 

Dato

El periodista Carlos Blanco realizó una cronología de la historia minera de este municipio del sur del Tolima, y luego, mientras llega al lugar, describe cómo se asoman las grúas que Mineros de Antioquia instaló en 1981.

Credito
EL NUEVO DÍA

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