Dos servicios que no dejarán de transferir sus archivos

Un par de los servicios más populares para compartir archivos en Internet han tomado medidas ante la posible desconexión de sus portales principales,

e incluso ante el arresto de su personal. The Pirate Bay y Tribler han hecho esto como respuesta a la acometida del FBI contra los miembros de lo que el ente denomina una ‘conspiración de piratería’ en la Red.
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Durante las últimas semanas, muchos portales de almacenamiento y transferencia de archivos han decidido interrumpir sus servicios temporal o definitivamente. Esto con el fin de evadir un destino similar al que corrió MegaUpload, que fue cerrado tras el arresto de sus directivos por parte del FBI.


Pero no todos piensan así; al menos dos de las herramientas más famosas para transferir archivos por Internet, el portal The Pirate Bay y el cliente de transferencias Tribler, han tomado medidas para asegurarse de que ni el FBI ni ninguna otra organización pueda detener a sus usuarios en su intento por compartir material, legítimo o no.


Piratería no cede
Esta semana la firma de análisis de tráfico en Internet DeepField Networks publicó un reporte sobre las consecuencias del cierre del portal de  almacenamiento y descarga de archivos MegaUpload.


Según el informe, aunque el sitio era responsable de entre 30 por ciento y 40 por ciento de la transferencia de archivos en la red, su cierre no implicó un descenso radical de la transferencia de archivos por Internet a largo pazo. El reporte indica que el tráfico de archivos regresó a niveles casi normales durante los días siguientes al cese de actividades de MegaUpload, puesto que sus usuarios sencillamente buscaron otros servicios de Internet para continuar compartiendo material.


La cifra es particularmente impresionante cuando se toma en cuenta que decenas de servicios han modificado sus sistemas, o de plano suspendido sus servicios, como una medida preventiva para no ser señalados como infractores de derechos de propiedad intelectual. Esta semana, por ejemplo, los directores del motor de búsqueda de torrentes BTJunkie se despidieron de sus usuarios indicando que “Aunque la decisión no fue fácil, hemos decidido cerrar voluntariamente. Hemos luchado por años para que ustedes puedan comunicarse, pero es tiempo de seguir con otras cosas”.


Copia de seguridad de The Pirate Bay
Hay varios servicios de Internet que aún ofrecen transferencias de archivos; una explicación a por qué la cantidad de archivos trasferidos por Internet no ha reducido drásticamente luego de la desactivación de MegaUpload.

Pero hay sólo dos que han implementado estrategias para evitar un destino similar, en caso de que el FBI o cualquier otra entidad gubernamental inicie un proceso en su contra o arreste a su personal.


Esta semana, el portal The Pirate Bay ofreció a cualquier internauta, aún si no está registrado en el portal, la posibilidad de descargar una enorme lista de ‘vínculos magnéticos’ a miles de archivos que están referidos en su sitio. Pero como la lista únicamente contiene la dirección de los archivos, tiene un tamaño relativamente pequeño; con sólo 90 Megabytes, un que cabría varias veces en un CD corriente, cualquiera puede guardar una copia del contenido completo de The Pirate Bay.


El archivo de texto permitiría buscar títulos de archivos en cualquier editor de texto, desde Notepad hasta Microsoft Word, para conseguir una dirección de Internet, y finalmente pegarla en la barra de cualquier navegador de Internet para descargar el archivo.

    
Tribler sin sistema central
Por su parte, los creadores del cliente de transferencia de archivos Tribler han recordado a los medios que su sistema de funcionamiento no tiene ningún punto central que una entidad, gubernamental o antipiratería, pueda desactivar para detener a sus usuarios.

El sistema ha estado disponible durante cinco años, con relativamente poca visibilidad, pero las recientes acciones contra sistemas centralizados de transferencia de archivos como MegaUpload prometen convertirlo en un favorito de los usuarios y las empresas que quieren compartir sus archivos.


El sistema de Tribler confía en su misma red de suscriptores para guardar las referencias al material que ellos comparten. En otras palabras: no hay un portal definido, o una base de datos, que pueda desactivarse con el objetivo de impedir que sus usuarios sigan compartiendo material.


“Nuestro objetivo científico principal es facilitar la transferencia de información sin fronteras”, afirma el líder del proyecto, quien agrega que su interés es crear una infraestructura más confiable para el Internet. Y parece estar lográndolo; en seis años de funcionamiento, su servicio no ha experimentado ninguna caída.

Credito
EL NUEVO DÍA

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