Líder nacional de los ganaderos habla sobre el proceso de paz

COLPRENSA – EL NUEVO DÍA
José Félix Lafaurie Rivera ratifica su posición y se muestra prudente sobre el destino a donde él cree, se dirigirán los diálogos de paz que adelantan Gobierno y Farc.

El presidente de los ganaderos, José Félix Lafaurie Rivera, mantiene sus reservas sobre de los diálogos de paz con la guerrilla.

Advierte que por esa vía el País siempre ha fracasado porque a las Farc solo le interesa dialogar por dialogar y que los ganaderos se niegan a exponer el futuro de la ruralidad al escrutinio de su principal victimario.

COLPRENSA: Fedegán se situó en el centro de la polémica respecto a los diálogos de paz con las Farc por su negativa a asistir al “Foro de desarrollo agrario integral” que organizó la U. Nacional y las Naciones Unidas, la cual le valió una serie de calificativos empezando por los del Gobierno nacional. ¿Qué opinión le merecen al respecto?

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE RIVERA: Fedegán siempre ha asumido una posición crítica frente a este tipo de negociaciones. En esta oportunidad lo que hemos hecho es tener una posición coherente.


La guerrilla nos señala como enemigos de la paz y el Gobierno no admite el disenso. Los ganaderos no somos enemigos de la paz, porque hemos sido las principales víctimas de la guerra y quienes más directamente la hemos sufrido.

El foro era inútil e inconveniente. A las Farc lo que les interesa es dialogar y el resto de la sociedad lo que esta esperando es que entreguen las armas, devuelvan los secuestrados y dejen de agredir y aterrorizar a los ciudadanos.

    COLPRENSA: Iván Márquez dijo que el presidente de Fedegan es "el mismo aliado de los paramilitares que no se cansó de disparar contra el foro". ¿Cómo interpreta Usted esta afirmación?
    JFLR: Mire, es el lenguaje con el que nos rotulan de manera permanente, para estigmatizarnos. Me llama la atención que entre en sintonía con Mancuso y use las declaraciones de un paramilitar para desacreditarme.     El país nacional, o mas bien la cacareada sociedad civil, que somos todos los ciudadanos que cumplimos la Ley, estamos en medio de estos dos fuegos, entre Mancuso y Márquez. Ahora resulta que son los criminales los que acusan a la gente de bien.
    No me preocupa el calificativo de paramilitar, es el que siempre nos han endilgado para poner a los ganaderos como enemigos de la paz, como tampoco me preocupan otros calificativos que solo buscan desmeritar una posición que hemos asumido frente a este tema y que responde a la obligación moral que tengo de honrar a tantas víctimas que a lo largo de esta cruenta guerra, ha arruinado miles de hogares ganaderos dejando la estela de dolor por tantas personas extorsionadas, asesinadas, secuestradas y desaparecidas.

    COLPRENSA: ¿Pero por qué de ese señalamiento?
    JFLR: Los grupos guerrilleros y la izquierda doctrinaria se han encargado de estigmatizar sistemáticamente a los ganaderos como un gremio paramilitar y victimario. Nunca han querido reconocer que hemos sido las primeras y principales víctimas de esta guerra.
    Muy seguramente porque cuando el Estado, ante su incapacidad de enfrentarlos, autorizó la creación de las Convivir, muchos ganaderos, bajo la tutela de las Fuerzas Armadas, colaboraron con ellas como único medio de sobrevivencia. No obstante, la realidad es que estamos ante un fenómeno de despojo masivo y ante un verdadero genocidio ganadero, cometido por las Farc.

    COLPRENSA: Usted se ha referido a la Farc en términos duros…
    JFLR: ¿De que otra forma debería referirme a quienes han sembrado de muerte el campo colombiano? No sólo por los crimines de lesa humanidad que han cometido, sino además por el narcotráfico, que se convirtió en fuente común de recursos y hermanó a todos los grupos al margen de la ley, sustituyo sus viejos ideales o excusas argumentativas para la guerra y los convirtió en el principal cartel de la droga.
    No es fácil aceptar que quien es catalogado como un grupo narcoterrorista por todos los países, ahora sea aceptado como interlocutor válido de la sociedad. Los principios no son negociables. Así es imposible construir una sociedad sobre el respeto a reglas mínimas de convivencia.

    COLPRENSA: ¿Cuál es el desacuerdo para no hacer propuestas en un foro?
    JFLR: Las palabras de Iván Márquez respecto a la posición de Fedegán son demostrativas. El foro fue un escenario más de estigmatización y reclamo contra la ganadería. Pero más que eso, nuestro desacuerdo es en cuanto a que el Desarrollo Rural y la Tierra no pueden ni deben ser negociados con las Farc, cuya experiencia en el tema agrario pasa por promover invasiones hasta sembrar minas y coca.
    Es inocultable tanta ruina y desolación en los hogares de los hombres y mujeres del campo. Además el desarrollo del campo no puede ser el precio para acabar con la violencia, el terror y el narcotráfico de este grupo narcoterrorista.
    La ausencia del Estado y la indiferencia del país se han encargado de destruir el campo durante más de medio siglo. Pretender convertirse ahora en adalides del desarrollo rural sobre tesis que están fuera de toda lógica económica, es una postura absurda.
    Por otra parte, no entendí para que metieron a la sociedad civil. Se supone que si las Farc incluyeron el tema de la tierra y el desarrollo rural como el almendrón de la negociación era porque sabían que querían. Meter a la sociedad civil es tener un interlocutor que después están obligados a tener en cuenta.
    Es como si usted le pide un consejo a su padre, queda entonces en la obligación de cumplirlo. Sino para que lo pidió. Aquí pasa algo similar. Ahora el lío ya no es entre las dos altas partes contratantes, hay un tercero en medio, que además, no se sabe a que responde. ¿Quién es la sociedad civil? Eso es todo y es nada.

    COLPRENSA: ¿Pero esta parece ser una oportunidad para tener paz, según el propio Gobierno?
    JFLR: Considero que apenas estamos en el primer punto y mire usted el lío. Vienen temas más álgidos. No veo como se podrá invisibilizar a las víctimas. Estamos en la era de conocer su historia de dolor para no repetirla, aplicar justicia y repararlas efectivamente, pues deben estar en el centro de la discusión en materia de política publica internacional.     Falta ver como puede operar una justicia transicional para asimilar como delitos conexos con el delito político los crímenes de lesa humanidad o el narcotráfico, o como puede una amnistía o un indulto habilitar la posibilidad de que puedan ejercer cargos públicos después de las severas afirmaciones del procurador.

RECUERDE
José Félix Lafaurie Rivera afirmó que, “Fedegan no puede olvidar que las Farc, desde sus inicios, durante la 2da conferencia en 1964 declararon a los ganaderos como objetivo militar, por el solo hecho de ser poseedores legítimos de tierras. Y esa carga no ha sido fácil de llevar a lo largo de estas décadas de barbarie”.

Credito
COLPRENSA

Comentarios