¿Quién tiene su información?

Un proyecto de ley pretende obligar a las empresas que operan en California, incluyendo los cientos de compañías tecnológicas con operaciones globales del Silicon Valley, a entregar en menos de 30 días y de forma gratuita una copia de toda la información que tengan sobre una persona, si esta la solicita.

Por ahora es muy difícil saberlo, pero un proyecto de ley podría obligar a todas las empresas de California, incluso a cualquier compañía que tenga sus servidores ubicados en ese estado, a revelar qué tipo de información almacena sobre los internautas que utilizan sus servicios digitales.

El proyecto de ley, conocido como ‘Derecho a Saber’, podría convertirse en un estándar mundial, en una era en que las empresas de Internet recolectan toda clase de datos sobre las costumbres y preferencias de sus usuarios, o incluso subcontratan a otras compañías para que almacenen esta información.

Un negocio de información

Son conocidos como ‘agentes de datos’, y su operación no está limitada a la Internet. La información que recolectan sobre las tendencias de compra de los ciudadanos puede ser muy atractiva para las compañías que producen bienes o que ofrecen servicios, y precisamente por eso se han convertido en uno de los negocios más lucrativos de los últimos tiempos.

Según David Jacobs, abogado del Centro de Información sobre la Privacidad Electrónica, un agente de datos es una compañía cuyo negocio principal es recolectar o almacenar información personal, por sus propios medios o a través de otras empresas, y dar acceso regular a esa información a cambio de una compensación, monetaria o de otro tipo”.  

Pero no todas las empresas que recolectan información lo hacen como su única fuente de negocios. De hecho, en el ámbito de Internet, precisamente empresas con otras finalidades son las que tienen mayor acceso a la información privada de los ciudadanos, entre los que están redes sociales como Facebook, Twitter y Google+, y los servicios que registran movimientos y actividades de los usuarios como Foursquare.

Estas y otras empresas podrían utilizar la información que recolectan para mejorar sus servicios, pero no cabe duda de que también están sentadas sobre una enorme fuente de ingresos potencial: vender esta información a los agentes de datos, o funcionar como agentes de datos ellos mismos.

Condiciones autoimpuestas

Por supuesto: los términos y condiciones de uso de los portales de Internet que trabajan con información privada de sus usuarios limitan lo que pueden hacer con esos datos. Esta es una de las razones principales por las que es tan controversial que servicios como Facebook renueven sus términos y condiciones de uso.

Entonces, al menos en teoría, cualquier usuario puede saber qué hacen los servicios a los que está suscrito con su información, si revisa cuidadosamente sus cláusulas de condiciones de uso.

Pero ¿qué información es exactamente la que tienen estos servicios?

El proyecto de ley Acta Derecho a Saber de 2013 pretende que haya más claridad en este aspecto, inicialmente en el estado de California en Estados Unidos. 

La propuesta es que las empresas que tengan sus instalaciones o infraestructura en ese estado estén obligadas a revelar exactamente qué información guardan sobre sus usuarios cuando éstos lo soliciten, arriesgándose a ser castigadas con penalizaciones si se niegan, o a recibir demandas civiles por parte de los usuarios.

La ley especifica que “cualquier negocio que tiene información personal de un cliente, debe proveer a quienes la soliciten sin cargo alguno en un plazo máximo de 30 días de la solicitud, una copia de esa información junto con los nombres e información de contacto de todas las empresas con las que ha compartido esa información durante los últimos 12 meses”.

Modelo copiado

A pesar de que sólo regiría en California, el Acta del Derecho a Saber de 2013 afectaría a internautas de todo el mundo. Esto no es tan sorprendente cuando se tiene en cuenta que en el estado se encuentra el Silicon Valley, y que en él están las instalaciones de Google, Facebook, eBay, Apple y centenares de empresas tecnológicas utilizadas por millones de personas alrededor del globo.

Las organizaciones que trabajaron en el proyecto de ley, entre ellas la Electronic Frontier Foundation o EFF y la Unión Americana de Libertades Civiles de California del Norte esperan que, de tener éxito, el Acta del Derecho a Saber de 2013 inspire la formulación y aprobación de proyectos de ley similares en la mayoría de estados de Estados Unidos.

El proyecto de ley mismo está inspirado en normas que dan a los ciudadanos de la Unión Europea el derecho a conocer la información privada que las empresas almacenan. En otras palabras: la mayoría de empresas del Silicon Valley ya tienen implementados sistemas que les permiten cumplir con estos requerimientos, así que no tendrán que desarrollarlos para obedecer a la regulación californiana.

Rainey Reitman, abogada de la EFF, aclara que la ley no busca poner limitaciones a los agentes de datos, sino establecer un estándar de transparencia respecto a qué datos guardan las empresas sobre sus usuarios, y exactamente con qué otras compañías han compartido esa información.

Credito
JUAN MARTÍNEZ MARTÍNEZ

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