El Smartphone pone en apuros a los fabricantes de cámaras fotográficas

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Lo que para algunas empresas ha sido poco menos que una mina de oro, para los fabricantes de cámaras fotográficas ha sido un camino casi seguro hacia la desaparición.

JUAN MARTÍNEZ MARTÍNEZ

Desde que los smartphones se impusieron en el mundo con todas sus ventajas, entre ellas la inclusión de un sistema para tomar fotografías, las más grandes y tradicionales empresas dedicadas a ese negocio vieron una gran amenaza en el horizonte.

Hoy sus más oscuras pesadillas comienzan a hacerse realidad, pues al mirar sus últimos balances de ventas no pueden ya ocultar el hecho de que sus proyecciones dibujan líneas descendentes muy peligrosas.

Más de la mitad

Las cifras son contundentes pues, según lo han informado los siete grandes grupos japoneses que conforman prácticamente lo más importante mundialmente en el área de la imagen digital, la caída en sus ventas en los últimos cinco años llega ya al 50 por ciento en lo que tiene que ver con cámaras fotográficas específicamente.

Los grandes productores de esta línea comercial no dudan tampoco en afirmar que el causante casi único de este derrumbe financiero es el Smartphone, pues la incorporación de la función fotográfica en un aparato que está todas las horas del día en las manos de los usuarios, los está dejando con muy pocos argumentos de venta.

Para la inmensa mayoría de personas, que no tienen y nunca han tenido a la fotografía como un arte, una profesión o una tradición muy importante, poco decisivas son circunstancias como el prestigio, la experiencia o la calidad que ofrecen compañías y marcas de tanto valor como Nikon, Canon, Sony u Olympus, que hasta hace poco tiempo representaban el punto máximo en la fotografía.

Paradójicamente, mientras las grandes compañías fabricantes de cámaras fotográficas hacen agua y miran con honda preocupación su futuro, nunca en la historia se habían tomado tantas fotografías y la razón es muy simple: las personas que toman sus fotos con los teléfonos inteligentes no tienen mayor interés en la calidad de las mismas. Les basta con el hecho de tomar la imagen y subirla a la red, para lo que la exigencia técnica es mínima.

Nuevas funciones

En números redondos, la prensa recibió los datos que recientemente dieron a conocer Canon, Nikon, Sony, Fujifilm, Panasonic, Olympus y Casio, sus ventas -incluyendo todos sus modelos- sumarán 48 millones de unidades entre abril 2014 y marzo 2015, la mitad que durante el máximo de ventas alcanzado en el mismo período de 2010-2011.

Por ahora la respuesta que están buscando los fabricantes está más del lado de dar a sus equipos nuevas funciones, de las que carezcan los teléfonos inteligentes, como una forma de que recuperar algo del interés de las personas y que se recupere la idea de que la fotografía es algo más que capturar una imagen cualquiera en un momento cualquiera.

Cada uno busca su solución

Según lo dijeron a AFP, Fujifilm, cuyas ventas caerán más del 50%, sigue la misma tendencia. Busca sobre todo clientes entre fotógrafos no profesionales que exigen un aparato de calidad y una capacidad de reglaje que, al menos de momento, no se encuentra en los ‘smartphones’.

Sony se ve obligado también a mejorar la calidad de sus aparatos de foto, concentrándose en los híbridos sin espejo y los reflex. Ello le ha valido un relativo éxito, ya que sus aparatos tienen muy buena prensa.

Canon y Nikon sufren por su lado una caída de ventas menos severa, ya que sus marcas les ayudan a captar buena parte del mercado mundial de compactos, y tienen además una buena gama de productos para aficionados de alto nivel o profesionales.

Credito
EL NUEVO DÍA

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