Mientras que dispositivos como Google Glass parecen destinados a convertirse en el ‘segway’ de la década, un dispositivo impresionante pero aparatoso con el que nadie quiere ser visto, Microsoft presentó su versión de la realidad virtual: Windows Holographic, un sistema con el que promete llevar la productividad a nuevos niveles, pero que podría encontrar resistencia por aquellos usuarios que prefieran concentrarse en un sólo punto en lugar de tener que mirar a su alrededor constantemente, y que prefieran hacer movimientos rápidos con un ratón a mover sus manos por una gran área de trabajo.

Windows Holographic tiene precursores

IllumiRoom es una especie de versión temprana de Windows Holographic. Desarrollada por Microsoft Research, la tecnología utiliza un sistema similar al de Kinect, ese aditamento para interactuar con los videojuegos en Xbox con el cuerpo y no con controles.

IllumiRoom empieza por hacer un ‘escaneo 3D’ de un cuarto o sala de estar. Luego, el dispositivo se conecta a un televisor, y proyecta una ‘versión aumentada’ de lo que se ve en la pantalla. Sólo que esta proyección cubre las paredes y cualquier otro objeto que esté alrededor del televisor.

El resultado final: el videojuego se proyecta sobre una pared completa, sin importar que tenga bibliotecas u otros objetos, sumergiendo a las personas en la experiencia del juego.

IllumiRoom no fue el último experimento que hizo el gigante del software con la realidad aumentada. En octubre de 2014 la empresa había demostrado otro producto experimental llamado RoomAlive, que resultó ser una actualización, con cambio de nombre incluido, para su producto anterior.

¿Qué tenía RoomAlive de nuevo? Aparte de estar un paso más cerca de convertirse en un producto comercial, la empresa agregó la posibilidad de interactuar con las proyecciones en las paredes. Por ejemplo disparando a enemigos.

Más allá de los videojuegos

Windows Holographic parece ser el paso lógico siguiente en la exploración de la tecnología inversiva que Microsoft adelanta desde hace ya varios años. Y esta vez, la empresa planea convencer a un público mayor, y no sólo a los aficionados a los videojuegos.

Es más: la compañía empieza por afirmar que Holographic no es una tecnología diseñada para llevar al usuario a un mundo virtual, sino para aumentar la realidad y, por tanto, la productividad.

El producto en sí es un visor bastante complejo, llamado HoloLens. Es más grande que productos como Google Glass pero no tan aparatoso como podría esperarse. De hecho, el dispositivo es más liviano que el famoso sistema de realidad virtual Oculus Rift.

Pero HoloLens tiene un factor importante a su favor: no requiere de cables ni conexión a un PC externo; con disco duro, procesador y hasta tarjeta gráfica, el HoloLens es un computador portátil que se lleva sorbe la cabeza y genera hologramas.

El director ejecutivo de Microsoft Satya Nadella afirmó que el sistema tendrá un precio asequible tanto para empresas como para el público general, aunque no confirmó si habrá diferentes versiones en venta, ni entregó una estimación acerca del precio final.

Una meta ambiciosa

El reto más grande al que se enfrenta Microsoft con un producto como Holographic no es tecnológico; aunque es posible que falte un tiempo para refinar el sistema, la empresa confía en que estará listo para la venta junto con la nueva versión de su sistema operativo: Windows 10.

Lo más probable es que, aún después de deslumbrar al mundo, Microsoft afronte su mayor reto cuando intente reemplazar a los métodos de entrada usuales, el teclado y el mouse, a la hora de interactuar con un PC; un área donde decenas de productos innovadores y tecnológicamente complejos, en diferentes rangos de precio, han fracasado durante los últimos años.

Durante la demostración de HoloLens Microsoft mostró a un jugador de Minecraft proyectando el videojuego sobre una mesa, a un usuario caminando a través de la superficie del planeta Marte y a un arquitecto llevando a sus clientes a través de una maqueta.

Todos los ejemplos son atractivos, pero parecen demasiado removidos de las que podrían considerarse como tareas o casos cotidianos.

WINDOWS 10 SERÁ GRATUITO, PARA LOS QUE SE APRESUREN A ACTUALIZAR

De hecho, la prisa no es tanta: los usuarios actuales de Windows 7 y Windows 8 y su versión mejorada, 8.1, contarán con un año completo para actualizar su versión del sistema operativo al nuevo Windows 10 de Microsoft.

La versión 9 de l sistema operativo sencillamente no existirá, pues Microsoft decidió saltar un número esta vez.

Y no se trata de una versión de prueba, o de una licencia temporal: todas aquellas personas que tengan una versión legal de Windows 7 u 8 instalada en su máquina en este momento y que aprovechen el periodo de actualización gratuita a Windows 10 recibirán una nueva licencia permanente para esa versión del OS.

De hecho, la oferta cobija incluso a los dueños de un teléfono con sistema Windows Phone 8.1.

Adicionalmente a Windows 10, y confirmando que Microsoft está por cambiar drásticamente su modelo de negocio, quienes actualicen su sistema o quienes compren Windows 10 pasado el año inicial después de su salida, recibirán Word, Excel y PowerPoint de forma gratuita, aunque únicamente en teléfonos y tabletas.

El precio de venta de Windows 10 para quienes no aprovechen el periodo de actualización gratuita no está confirmado todavía. Tampoco está claro qué versión de Windows 10 recibirán las personas que tienen diferentes versiones de los sistemas operativos anteriores, como Home y Professional, especialmente porque hasta el momento todo indica que únicamente habrá una versión de Windows 10, que podrá personalizarse de acuerdo con las necesidades de cada cliente o empresa que lo utilice.