África construye el radiotelescopio más potente del mundo

Sudáfrica y otros ocho países del continente construyen el mayor y más potente radiotelescopio, unas 50 veces más sensible y 10.000 veces más rápido que los actuales, que permitirá avanzar en el conocimiento de la formación de las galaxias y en la exploración de nuevos planetas.

Ese es el proyecto en el que trabajan ya nueve países africanos, que albergarán en su territorio las antenas receptoras -en forma de plato, algunas de ellas de unos 60 metros de diámetro- que compondrán la ambiciosa instalación.

“En la provincia sudafricana del Cabo Septentrional tenemos unas 14.000 hectáreas donde se ubicará la mayoría de las antenas”, anunció en Pretoria la ministra sudafricana de Ciencia y Tecnología, Naledi Pandor.

Conexión espacial

La ministra habló tras un encuentro con sus homólogos de Botsuana, Ghana, Kenia, Madagascar, Mauricio, Mozambique, Namibia y Zambia, que acordaron impulsar con dinero, infraestructuras y formación la parte africana del llamado Sky Kilometer Array (SKA).

El proyecto se completa con otro grupo de antenas en conexión desde Australia.

Las 3.000 antenas o radiotelescopios, repartidas en 250 estaciones instaladas en territorio africano, funcionarán a la manera de una radio convencional y podrán recibir ondas del espacio exterior a millones de años luz.

Estas ondas serán posteriormente procesadas por ordenadores de los centros del SKA, que las transformarán en imágenes para ser interpretadas por los científicos, entre cuyas tareas se encuentra la búsqueda de señales de vida extraterrestre.

Del desierto a la galaxia

La primera fase comenzará a construirse en 2017, pero sus responsables ya han levantado en el desierto sudafricano del Karoo parte de las 64 antenas del radiotelescopio MeerKAT, un proyecto precursor del SKA que se integrará en este sistema.

Esta sección del radiotelescopio debe concluir en 2020, cuando echará a andar la segunda fase, que incluye las estaciones repartidas en el resto de países africanos y se espera que acabe en 2024.

La localización de las antenas en lugares desérticos de países africanos y Australia no es casual, explicaron fuentes del Gobierno sudafricano.

Los radiotelescopios funcionan mejor en lugares sin las interferencias de los teléfonos móviles u otras tecnologías utilizadas por la población, y las zonas elevadas y secas, con cielos despejados, facilitan la nitidez de la recepción de las ondas.

Además de contribuir al desarrollo de la astronomía y de incluir a países africanos generalmente ajenos a la investigación científica, el SKA tendrá numerosas repercusiones positivas para las naciones que participen en él.

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RESUMEN AGENCIAS

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