Se destaca que aun que Internet tiene un lado oscuro, pequeño en comparación con lo bueno que ofrece, padres y jóvenes deben aprender a reconocerlo y evitarlo, ya que jóvenes pueden verse expuestos a fraudes por la descarga de una aplicación, a recibir publicidad no deseada, al acceso a contenidos inapropiados, al Ciberbullying (insultos o amenazas a través de plataformas digitales), al Grooming (llamadas o SMS de adultos desconocidos con la intención de conocerlos y generar un vínculo emocional con el niño para eventualmente abusar de él) y al Sexting (recibir o enviar imágenes o videos sugerentes).

Por todo esto, el buen o mal uso de las redes sociales y de Internet en general depende en gran medida del usuario y su educación, ya que al fin y al cabo, es una herramienta que debe aprender a manejarse. También, es fundamental que el aprendizaje en Internet se realice conjuntamente entre padres e hijos para que juntos descubran cosas al mismo tiempo. 

Finalmente, por mucho que parezca que los menores de hoy en día se desenvuelven muy bien en el mundo digital, la realidad es que ellos tan solo tienen un leve conocimiento de cómo se maneja. La experiencia en la vida la tienen los adultos y es importante que la transmitan de forma adecuada a los jóvenes, para que sepan enfrentarse a los posibles peligros digitales de la misma forma que lo harían en la vida real.

Diez consejos para que padres y jóvenes sepan cómo enfrentar los riesgos 

Establecer un vínculo de confianza entre los padres y los chicos, estableciendo un canal de comunicación de forma que se puedan conocer los hábitos y preferencias al utilizar los dispositivos móviles.

Dejar claro cuáles son los lugares  permitidos para utilizar el dispositivo, el tiempo durante el cual se puede utilizar y que puede hacer durante este tiempo.

En el smartphone toda la información almacenada: fotos, videos, mensajes podría volverse pública en Internet. Es muy importante hacer hincapié en la importancia de mantener los datos en privado, para no perder el control sobre los mismos.

No molestar o insultar a otros utilizando algún dispositivo. Ya lo dice el conocido refrán: No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti.

Crear la conciencia de no responder mensajes o llamadas de origen desconocido. Si se considera importante debe ser comentado con una persona mayor.

Cuando se realice una compra utilizando el dispositivo móvil o al realizar la descarga de alguna aplicación debe acompañarse de un adulto para estar seguro de cómo funciona el proceso.

La opción de GPS del dispositivo es muy útil para ubicarse, pero se debe utilizar con precaución ya que mantenerlo siempre encendido permitiría que a través de las redes sociales puedan saber la ubicación del menor.

Al igual que tu ordenador personal, el sistema operativo y las aplicaciones del dispositivo móvil deben mantenerse actualizadas.

Las aplicaciones maliciosas están también presentes en ambientes móviles. Además del uso de sistemas para la protección de los datos, no se deben descargar aplicaciones de sitios no oficiales y antes de instalar cualquier aplicación es necesario tener en cuenta que permisos son solicitados.

Tomar precaución al conectarse a redes WiFi o Bluetooth es una muy buena prácticapara evitar ataques a la información contenida en el dispositivo. Asimismo, cualquier conexión por estos medios debe estar protegida con contraseña.