En 2015

Se caracterizó por ser un año de cambios para la TV y los autos, avance en la conquista del espacio y derrotas legales para los defensores del internet libre, abierto y neutral.

Se diseñaron los primeros cohetes reutilizables

La compañía aeroespacial independiente SpaceX consiguió diseñar el primer cohete reutilizable capaz de alcanzar la órbita terrestre antes de que terminara 2015, una meta ambiciosa que en efecto consiguió el pasado lunes 21 de diciembre.

Meses antes, la compañía aeroespacial Blue Origin había probado exitosamente otro cohete reutilizable: el New Shepard. Pero el Flacon 9 puede alcanzar una altura y velocidad mucho mayor que el New Shepard; el cohete es una máquina mucho más compleja y las implicaciones de que funcione correctamente son mucho más emocionantes. Especialmente, porque promete reducir de manera dramática el costo de enviar satélites y, posteriormente, astronautas al espacio.

Proyecto Mars One quedó al descubierto

La perspectiva de conquistar el espacio, empezando por el planeta Marte, es atractiva. Tanto que la organización Mars One ha conseguido recolectar cientos de miles de dólares por parte de internautas que quieren apoyar su proyecto: establecer la primera colonia humana en Marte en 2027, y una cantidad no establecida de dinero por parte de múltiples inversionistas.

Pero durante 2015, una de las personas ‘preseleccionadas’ para formar parte de la tripulación y colonia en Marte reveló que el proceso de selección era poco profesional, y que estaba más orientado a recolectar dinero por parte de las personas preseleccionadas y sus familias. Lo anterior puso el proyecto bajo los reflectores, y la teoría de que se trata de una estafa de proporciones mundiales tomó fuerza.

Cambió la forma de ver TV

El fenómeno se conoce como ‘cord cutting’, o corte de cables, y hace referencia a la cantidad de personas que están cancelando su suscripción a servicios de televisión corrientes. Y en 2015 la evidencia de que no es una situación pasajera se volvió abrumadora, con compañías de TV satelital como Dish anunciando el lanzamiento de un servicio de TV por internet similar a Netflix, Hulu y Amazon Video, que cuesta sólo 19 dólares mensuales, y empresas productoras de contenido como HBO anunciando la posibilidad de pagar la suscripción a su servicio de internet HBO Go sin tener que estar suscrito a HBO corriente.

Los vehículos de hidrógeno, eléctricos y autónomos se hicieron sentir

Honda, y decenas de fabricantes más, lanzaron autos de celda de hidrógeno con características atractivas; independencia de más de 600 kilómetros, llenado de tanque en tres minutos y generadores de tamaño pequeño. Tesla y decenas de fabricantes más lanzaron autos eléctricos con características competitivas; doble motor para conseguir mayor eficiencia, aceleración increíble y costo muy bajo por cada kilómetro recorrido.

Mientras tanto, estos mismos fabricantes anunciaron la inclusión de características de ‘manejo autónomo’ dentro de sus vehículos, y sus planes para aumentar esta autonomía en modelos futuros, aunque la industria recibió una alerta temprana cuando un grupo de hackers publicaron los resultados de una investigación en la que consiguieron detener y dar otras órdenes a un modelo de Jeep de forma inalámbrica.

El 2015 fue también el año en que el fabricante Daimler lanzó su primera línea de camiones autónomos que son supervisados por un conductor, pero hacen la mayor parte del recorrido por sí mismos, cumpliendo con las normas de tránsito. Estados Unidos dio a la empresa permiso para poner a circular su flota en las carreteras del país.

El ‘fracking’ despertó preocupación

Una publicación en este mismo espacio a principios del año advirtió sobre la aparición de cada vez más, y más rigurosas, piezas de evidencia sobre los peligros del ‘fracking’, o extracción de recursos por fracturación hidráulica, incluyendo su posible relación con eventos sísmicos. El tema es controversial: por un lado, la práctica permite extraer más crudo de yacimientos anteriormente considerados inútiles, y por otro lado, existen cada vez más estudios que subrayan correlaciones entre el ‘fracking’ y la contaminación de fuentes de agua potable en la superficie, y los sismos y terremotos.

Durante 2015, cantidad de estudios que señalan a esta práctica, recientemente aprobada en Colombia, como peligrosa continuaron apareciendo. A solo días de publicar este resumen, la Comisión de Oil & Gas del estado de British Columbia en Estados Unidos, encargada de regular la industria del ‘fracking’ en el estado, confirmó que un sismo de magnitud 4.6 ocurrido el 17 de agosto de 2015 cerca de Fort St. John fue causado por la inyección de fluido durante una operación de fracturación hidráulica por un operador en el área.

Colombia, igual que muchos otros países, tiene la responsabilidad moral de revisar estos datos para, posteriormente, revisar su posición frente a la tecnología de ‘fracking’, y comparte con el mundo el enorme reto de desarrollar una alternativa mejor.

Lenovo expuso a peligro a sus propios clientes

A mediados de 2015, se descubrió que el fabricante de computadores chino Lenovo incluía una pieza de software en algunos de sus modelos, utilizando una herramienta imposible de remover por métodos normales; cada vez que el computador se reiniciaba, el software de Lenovo era reinstalado. Dicho software contenía un agujero de seguridad que exponía a sus clientes a ser atacados.

Meses antes, la empresa había hecho algo similar, aunque de manera menos drástica: instalar desde fábrica un software que enviaba de regreso a Lenovo y a terceros estadísticas sobre las preferencias de navegación de sus clientes. Ese software también tenía agujeros de seguridad peligrosos.

Un tercer escándalo tomó lugar a finales de septiembre, cuando Lenovo incluyó una cláusula en la licencia de uso de ciertos equipos, donde especificaba que la máquina tenía instalado software de recolección de información de sus clientes. Por primera vez, modelos de las líneas corporativas de la empresa estuvieron involucrados.

La controversia desatada por Lenovo puso a los consumidores a pensar sobre las libertades que un fabricante puede tomarse con el software que incluye en sus equipos, y los riesgos que el software basura o ‘crapware’ preinstalado en estos equipos puede representar.

La publicidad en la red replanteó su estrategia

El aumento en el uso de aditamentos como Ublock Origin, que remueven completamente la publicidad de las páginas de internet e incluso de los videos de YouTube, puso a la industria de los anuncios ‘online’ a replantear la forma en que quieren llegar a los internautas.

Hasta ahora, los anunciantes han atacado el espacio libre y han hecho acuerdos con los portales para incluir piezas de software que permitan ‘espiar’ las preferencias de navegación de las personas, para mostrar anuncios más acordes a sus gustos, precisamente en esos espacios ocupados por propaganda. Los aditamentos para bloquear publicidad se han convertido entonces en salvadores, no solo de la estética y la salud visual, sino también de la privacidad.

En 2015, empresas como PageFair lanzaron campañas para convencer a la industria publicitaria de ‘salvarse a sí misma’, y promover la creación de anuncios más agradables, más respetuosos con el espacio y más transparentes en cuanto al uso que hacen de los datos de los internautas.

CISA, el proyecto de ley espía, fue aprobado

Si la tecnología aeroespacial cerró el año con broche de oro, el caso contrario sucedió en cuanto a la supervivencia del internet libre, abierto y neutral. En 2015, fueron firmadas leyes que protegen la red, por ejemplo en Brasil, y otras que abrieron el camino para que internet se convierta en un medio dividido, con cobros diferentes para obtener mejor servicio, no solo para los usuarios, sino también para quienes pretenden innovar y ofrecer servicios de calidad en el futuro.

Durante el mes de diciembre, fue aprobado en Estados Unidos un proyecto de ley que aprobaba, al mismo tiempo, un aumento de presupuesto para la Nasa y un antiguo proyecto de ley llamado Cisa, que con la excusa de prevenir ciberataques y terrorismo, da a empresas norteamericanas la posibilidad de recolectar datos de sus clientes, mantenerlos o referirlos a las autoridades.

Empresas como Amazon, Apple, Dropbox, Google, Facebook y Symantec, entre muchas otras, y organizaciones como Mozilla, la Electronic Frontier Foundation y RedPaTodos en Colombia se opusieron al proyecto de ley durante los últimos años.

Credito
JUAN MARTÍNEZ MARTÍNEZ

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