En Cerro Gordo se la ‘juegan’ por la transformación social

FOTOS
Durante buena parte del casi medio siglo de existencia del barrio Cerro Gordo le ha pesado una mala reputación. Hoy la mayoría de sus habitantes quieren resurgir como una comunidad que respeta y desea convivir en paz.

Sobre el barrio Cerro Gordo se ha dicho mucho: unas cosas ciertas, otras no. Que sus calles y casas son un refugio de los delincuentes que huyen de la policía durante alguna persecución, que las busetas no pueden ingresar porque sus conductores se exponen a ser robados o que su comunidad está integrada por gente hostil, una afirmación que sin duda es injusta... Lo cierto es que el sector quiere abrirse camino como amable y ameno y que gane notoriedad por su empuje.

Ana Lucía Orjuela, presidenta de la Junta de Acción Comunal, contó que el barrio debe su nombre a una finca llamada Cerro Gordo, propiedad de Victoriano Triana, quien decidió parcelar el terreno hace más de 50 años para luego venderlas a través de cómodas cuotas, desde entonces el sector ha tenido una historia con altibajos, pues las ganas de generar desarrollo se han opacado con episodios de delincuencia.

Un alto porcentaje de la población es infantil, por eso los líderes comunales quieren concentrar sus esfuerzos en brindar espacios recreativos, lúdicos y deportivos a los más pequeños, de modo que dedique su tiempo libre en actividades productivas.

Cerro Gordo está dividido en sectores bajo, medio y alto, de modo que es natural que haya algunas diferencias entre sus habitantes, pero sin duda existe la intención de trabajar unidos en beneficio de la comunidad.

“Estamos trabajando todos con las colaboraciones institucionales que nos están llegando, ya están empezando a mirarnos con otros ojos”, dijo Orjuela, al referirse a una reciente visita efectuada por la Gobernación.

Uno de los atractivos es la vista privilegiada, y su proximidad con la zona montañosa lo convierte en un mirador natural, desde donde se puede divisar buena parte del Sur de la ciudad, además la vegetación permite que sus habitantes gocen de clima fresco.

“La verdad tuvimos un tiempo duro, de mala fama, debido a la delincuencia, pero con ayuda de las administraciones y de la gente vamos a dar una nueva cara a este bello lugar. Invitamos a los ibaguereños a que nos apoyen y acompañen en este periodo de unión por el que estamos pasando”, indicó el líder.

Plan de Gobierno Comunal

El barrio está dotado con un tanque propio que abastece de agua a cerca de 150 familias, pero al menos 50 se han conectado de forma ilegal, justamente esta sería una de las gestiones que se va a adelantar ante Ibal, para dejar los papeles en regla.

Como muchos barrios de la ciudad, el estado de las vías y la reposición de algunas redes de alcantarillado son varias de las peticiones a la Administración local, de esa manera confían en que se incluya al barrio en alguna de las rutas de buses.

Aunque la inseguridad y la delincuencia se han reducido, la JAC asegura que la construcción de un CAI en el barrio sería una garantía de bienestar tanto para los habitantes como visitantes. Además, están a la expectativa de que se creen programas sociales que fortalezcan el desarrollo de los más jóvenes y, así, reducir la conflictividad. Finalmente, la construcción de un parque y un salón comunal son otras de las solicitudes de los ciudadanos.

Plan fachadas

La Gobernación del Tolima inició recientemente, junto al Ejército nacional, una estrategia que permita mejorar la calidad de vida de los habitantes de este sector, que consiste en la limpieza y el embellecimiento del entorno de las calles y fachadas de 250 familias, iniciativa denominada Plan Fachadas.

Los soldados trabajan en conjunto con los residentes en trabajos de pintura, lo que deja un mensaje de reconciliación y de cooperación.

El Gobierno seccional anunció hace unas semanas que pondrá en marcha una estrategia integral con la que se pueda generar espacios de convivencia y desarrollo.

Credito
EL NUEVO DÍA

Comentarios