Existe una realidad en el mundo informático de hoy en día innegable, los ciberataques están al alcance de la mano y tienen hoy más facilidades que nunca, por la apertura del sector empresarial al uso de recursos electrónicos, y la falta de políticas de protección y prevención por parte de éstas.

El nivel de desconocimiento sobre estos temas es generalizado sobre todo en pequeñas empresas, pero aún las grandes organizaciones no están exentas de ser víctimas, prueba de ello son los recientes ataques de los virus Wannacry y Petya, que han afectado a menor o mayor escala la economía de hasta 170 países.

El problema en cuestión es en gran parte debido al uso de software ilegal, o sin licencia, que usualmente abre las puertas al malware. Esta clase de programas, denominados así por sus características, son creados con el fin de acompañar programas de uso común, e infectar los equipos y computadoras, para posteriormente robar información personal alojada en los archivos, en el caso de las organizaciones esto es especialmente riesgoso porque puede conducir a pérdida de archivos confidenciales, información financiera, o material intelectual del propietario.

En Colombia, el software ilegítimo instalado en computadoras asciende a un alarmante 50%, lo que permite que los niveles de riesgo ante un ataque cibernético se eleven considerablemente. La correlación entre las tasas de uso de software sin licencia y los encuentros de malware es de no menos de 0,79.