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Un llamado a la Procuraduría Regional y a la Contraloría General de la República hizo la Veeduría Agua para Ibagué (Vapi) con la intención de que se revise el contrato 171 de abril del 2019 que tuvo como finalidad la construcción del urbanismo y paisajismo del Parque Deportivo, obra que se entregó de manera oficial en octubre de 2020 y terminó costando más de $27 mil millones.
Según denunció Vapi, durante la ejecución del proyecto se habrían registrado un buen número de actividades no previstas que representaron un incremento del valor total del contrato casi del 44 %, según advierte con precios unitarios “descabelladamente altos”.
En cuentas de la veeduría, de las 259 actividades originales para la construcción de esta obra pactadas en el contrato, 169 no se realizaron, en cambio se habrían adicionado 90 actividades no previstas.
“Hábilmente cambiaron la descripción de actividades y mediante estas decisiones convirtieron el contrato en algo altamente rentable, todo fríamente calculado, con la supuesta confabulación de la interventoría y de los supervisores de obra y del contrato de interventoría”, aseveró en un informe Vapi.
Las actividades
Dentro de los ítems que denunció la veeduría que presuntamente se cambiaron esta por ejemplo, una grama tipo bermuda que se habría cambiado por una tipo trenza pagando la empradización de una hectárea a $239 millones 80 mil, pero “existen áreas en las cuales no hay grama, solamente maleza, pagaron en total 2,97 hectáreas empradizadas, en la friolera de $709’300.000”, dijo Vapi.
Asimismo, reseñó que por actividades de rocería por hectárea se pagó $18 millones 200 mil pesos, cuando la misma se pudo haber contratado a $150 mil pesos en la misma medida.
En cuanto a la carpeta asfáltica, Vapi indicó que se cambió la descripción de dos actividades originalmente contratadas que tenían un valor de $865 millones que mediante actividades no previstas terminaron costando $2.400 millones. Además resaltó los defectos que se podrían ver a dos años de que se recibiera la obra a satisfacción por el Municipio.
“La carpeta asfáltica de las vías internas del Parque Deportivo presentan defectos notorios y daños prematuros en varias áreas que fueron pavimentadas, lo que evidencia que esta falla obedece a posibles daños estructurales”, expuso la veeduría.
También denunció que los precios unitarios se duplicaron cuando se cambió la actividad de “sardinel en concreto reforzado fundido en sitio”, por “sardineles prefabricados en concreto” que terminaron costando $764 millones.
“Los sardineles en concreto prefabricados que instalaron presentan demasiados defectos de construcción y de instalación, dando la apariencia de ser de segunda, para presuntamente obviar este defecto tan notorio, optaron por pintarlos, la pintura sobre estos elementos no está concebida en las especificaciones, la pintura se está cayendo y decolorando, exhibiendo un aspecto de vetustez”, puntualizó.
Asimismo, se criticó el impacto en el replanteo de vías y ciclorutas y en temas como la tubería de cerramiento de todo el parque que no tendría la pintura esmalte sintético como solicitaban las especificaciones.
El llamado
En ese sentido, la petición de la veeduría fue que a través de los organismos de control se verifiquen las actas de recibo de obra y se haga una relación frente a los estudios y diseños.
“Estamos frente a un contrato en el cual se han pagado cifras considerablemente altas, razón por la cual solicitamos la inmediata intervención de los entes de control para que verifiquen las cantidades de obra que han sido registradas en las actas de recibo de obra y se comparen con los estudios y diseños, las cuales estimamos exageradas, poniendo de presente que no existen dos kilómetros de vías internas en el Parque Deportivo, construidas con precios no previstos que no se requerían y solo se hacen para engañar legalmente en un contrato que se duplicó en su valor original de manera engañosa”, denunció la Veeduría.
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