Quedarse en casa no significa dejarlos solos

Tener a nuestros abuelos restringidos en su movilidad debe producir una nueva dinámica de la familia, pues requerirá una mayor atención a sus necesidades.

Ha determinado el presidente de la República, en uso de atribuciones especiales, declarar el estado de emergencia para tomar medidas especiales como el aislamiento obligatorio de los adultos mayores de 70 años, a partir de este 20 de marzo, a las 7 a.m., hasta el 31 de mayo. Las personas en este rango de edad solo podrán asistir a centros de salud, sitios de expendio de medicamentos o lugares de venta de víveres. Se propone así el Gobierno nacional proteger a las personas que, según la experiencia mundial, componen la población con mayor riesgo en caso de contraer el Covid-19.

Esta nueva arista de la contingencia que vivimos nos hace mirar desde una nueva perspectiva la realidad de los adultos mayores en nuestros hogares y en las ciudades en general. Este aislamiento obligatorio nos hace volver la vista hacia ellos y darles la importancia y la protección que necesitan y merecen, en una crisis como la actual.

Tener a nuestros abuelos restringidos en su movilidad debe producir una nueva dinámica de la familia con ellos, pues requerirá una mayor atención a sus necesidades, y quienes no tienen allegados, deberán recibir toda la atención y estrecha protección y acompañamiento del Estado, como, de hecho, lo dispone el decreto presidencial. Dejarlos solos significa hacerlos más vulnerables a depresiones, sentimientos de abandono y un largo etc.

Esta disposición de “toque de queda” para esta población no significa el abandono. Muy por el contrario es la oportunidad de que nuestros abuelos ocupen el centro de la atención familiar y reciban el reconocimiento y el cariño de sus hijos y nietos, en primer lugar. Así mismo, hoy las nuevas tecnologías permiten que se puedan enviar mensajes optimistas y constructivos a través de los medios digitales que hay disponibles y, ojalá, en la medida en que las instrucciones de cuidado lo permitan recibir el acompañamiento permanente de seres queridos.

Hoy hay muchas maneras de acompañar a las personas, así no sea físicamente, usémoslas para darles a los mayores el ánimo y la importancia que realmente tienen como eje y figura principal de la familia. Es momento de recuperar la vida en familia, que se ha perdido muchas veces por el estrés y la cotidianidad que deja solo unos minutos al día para compartir. Es el momento de reencontrarnos y cuidarnos entre todos. Aislarnos puede ser la oportunidad de estar juntos.

EL NUEVO DÍA

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