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El subintendente Sierra y el patrullero Cruz acudieron al llamado por la colisión de dos vehículos en la vía que de Venadillo conduce a Lérida. Sin embargo, el incidente vial pasó a un segundo plano cuando hallaron a un jovencito, quien les pidió ayuda, pues chocó a otro vehículo, debido a la prisa con la que conducía, pues necesitaba llegar cuanto antes a un centro de atención médica, debido al estado de salud de su padre.
El hombre, que presentaba dificultad para respirar, empezó a convulsionar, producto de un estado de shock nervioso. De inmediato, los uniformados procedieron a remover los vehículos involucrados en el accidente y escoltaron al joven en su vehículo, quien se dirigió al Hospital Reina Sofía de España en Lérida.
Uno de los uniformados logró llegar antes en motocicleta al centro de atención médica, para poner en alerta al personal médico sobre la emergencia, de tal manera que al llegar al hospital el adolescente con su padre, los esperaban para atender de urgencia al paciente.
El padre del joven fue internado en la institución médica, y aunque tuvo que ser intubado, debido a su complicación respiratoria, la pronta reacción ante la emergencia logró salvar su vida.
El jovencito aseguró que se comprometería a responder posteriormente por los daños del accidente que en ese momento pasó a un segundo plano, pues según le manifestó el personal médico, de haber esperado unos minutos más, su padre no estaría con vida. Los uniformados aseguraron que en este caso prevaleció la obligación de ayudar a salvar una vida.
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