El ‘divertido’ debate entre Cepeda y José Obdulio

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Los colombianos hemos seguido con enorme expectativa el debate propuesto por Iván Cepeda y Claudia López contra el senador Uribe ‘por su responsabilidad en los crímenes del paramilitarismo’.

Después de disfrutar de las transmisiones del Mundial de fútbol, con los mejores jugadores de cada selección (a propósito, por cortesía de la Fifa, entidad tachada de corrupta por más de un analista internacional de gran credibilidad), necesitábamos un sustituto mediático de entretención.

Se trata, ni más ni menos, que del enfrentamiento a muerte de dos equipos políticos que se odian, liderado por los mejores jugadores de su selección (a propósito, por cortesía del Congreso de la República de Colombia, entidad reconocida por los colombianos como una de las más corruptas de la sociedad).

Nada más interesante que ver enfrentarse a dos gallos de pelea y, aunque la confrontación final, entre Cepeda y Uribe, no se ha surtido todavía, hemos podido observar algunas escaramuzas preliminares, como la de Cepeda y José Obdulio; muy divertida, por cierto, que mereció el aplauso de la galería de cada bancada.

Pero, señores, señores… pasada la apertura mediática de este escenario de la democracia, el 20 de julio anterior, nos conviene como sociedad dejar de sonreír ante el grotesco espectáculo.

No desconozco las capacidades intelectuales ni las actitudes valerosas de los contendientes, pero se equivocan los personajes nombrados en el espectáculo que están ofreciendo. Los colombianos contribuimos con nuestros aportes al Estado para que nos ayuden a encontrar salidas a esta encrucijada histórica de sangre y fuego, de corrupción e incompetencia en que nos encontramos y no para ver ‘realities políticos en T.V.’.

En medio de un proceso de paz, cuyo curso actual fue avalado en las urnas, flaco favor hacen los promotores de un ‘juicio histórico’, que fungen ahora de jueces de moralidad, tratándose de los mismos sindicados de haber protagonizado la barbarie del último medio siglo.

A ustedes, señores de la izquierda, y en el caso de Cepeda, a su propio padre lo señalan como uno de los instigadores del holocausto ‘fariano’. A usted, senadora López, figura nueva que en mi concepto es muy respetable, también la señalan casi la mitad de los colombianos que votaron en las pasadas elecciones, de ser una figura pública sesgada a la izquierda.

Pero tampoco defenderé a José Obdulio, de quien recuerdo que el candidato presidencial Zuluaga le pidió que retirara su nombre, por su cuestionado pasado, de la lista de aspirantes al Congreso por el Centro Democrático (tal vez habrá pensado el candidato que el mismo Uribe es profundamente cuestionado por media Colombia, y eso tampoco amerita ni la defensa, ni el ataque).

Señores congresistas todos: el principal mandato para el Gobierno que inicia el 7 de agosto próximo es buscar la paz para Colombia. Lo mismo aplica para sus parlamentarios. Así que, por favor, dejen de echar más leña al fuego.

Credito
GEORGE WALLIS

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