Patrick Modiano: Todo un Nobel

.

Por más que uno intente estar al día sobre obras y autores, es imposible poder tener un conocimiento aproximado de lo que se está produciendo en el mundo. Sin embargo, hay ayudas que le permiten al interesado conocer en forma muy general las temáticas y las propuestas estéticas.

Se trata del papel de los comentaristas de libros y periodistas culturales, quienes con sus reseñas logran hacernos interesar o rechazar a veces, determinados autores. Pero será la lectura directa de las obras las que nos den cuenta realmente de las calidades o falencias de determinados autores.

Los premios también contribuyen a dar a conocer autores. El premio Nobel es uno de ellos, aunque se han dado dudosas excepciones. La Academia Sueca cuenta con gran prestigio y algunos de su fallos han servido para catapultar autores y hacer que sean conocidos ampliamente, tal es el caso de José Saramago, quien pese a su voluminosa obra era desconocido en amplios sectores y a partir del premio, el mundo conoció a un formidable autor.

Estoy plenamente convencido que con el francés Patrick Modiano va a ocurrir lo mismo. Su obra, más de ocho novelas que habían obtenido premios significativos en Francia, podrán ahora someterse al escrutinio de lectores del mundo entero. Creo que la narrativa de este autor, de casi setenta años, logrará impactar por la mesura de su lenguaje, la precisión de sus descripciones y la fórmula acertada de elucidar realidades para mostrarnos la atmósfera que producen, pues en su obra, hasta donde he logrado captar, porque confieso humildemente que sólo he leído tres novelas de este autor para mi desconocido hasta este mes.

No hay en la obra de Modiano ninguna especulación formal. Los perfiles sinópticos de personajes, los registros casi policiales de los mismos, las fotos en que parecen y los análisis minuciosas que de ellas hace el narrador, no son nada espectaculares y el lector las acepta como parte de esa estrategia de verosimilitud que quiere mostrar el autor.

Tres obsesiones rondan en la obra de Modiano: la ocupación alemana ocurrida en desarrollo de la Segunda Guerra Mundial; la recuperación del pasado o la memoria de personajes sin identidad como Guy Roland, protagonistas de “Calles de las tiendas oscuras” y una especie de reflexión permanente sobre el papel de sus padres en la crianza, hecho que resulta transversal en todas sus obras.

En la obra que he leído no hay patetismo, a pesar de las escenas dramáticas que aparecen. La narración fluye sin intentar hacer uso de los trucos tradicionales y la guerra no es más que una serie de episodios confusos que el autor pretende soslayar, porque su concepción sobre la existencia humana es más digna y menos terrorífica.

Patrick Modiano, entra no sólo a la galería de la fama, sino también al espacio del afecto que se siente siempre por un buen autor.

Credito
LIBARDO VARGAS CELEMÍN Profesor Titular UT

Comentarios