Poner a funcionar la política pública que defiende los derechos de la mujeres en Ibagué, es urgente y necesario, sí Ibagué quiere ser una ciudad pujante de progreso económico y desarrollo. La administración pública en cabeza del alcalde, los concejales y las instituciones económicas y educativas, debe también mover las ideas y las herramientas políticas, para pensarnos como una ciudad que defiende los DD.HH y los derechos de las mujeres. Hoy por hoy muchas mujeres y hombres esperamos porque la alcaldía de Ibagué tome la iniciativa que ya tomaron otras ciudades como Medellín y Bogotá para defender los derechos de las mujeres y garantizar que es una ciudad libre de violencia de género.

Es necesario crear herramientas que sirvan como vehículo de justicia y apoyo en situaciones de violencia contra las mujeres. Garantizar sus derechos es incluir a las mujeres en las vías de desarrollo, la educación, la economía, la tecnología, el trabajo, etc. Finalmente será el desarrollo de nuestro país.

El 50 por ciento de la población no tiene garantizados sus derechos en el momento en que estos se vean secuestrados, ya que, como lo han demostrado otros países, la violencia contra las mujeres debe tener un trato especial debido a la dificultad para reconocerla, está puede ser de tipo, psicológica, económica, física, sexual, patrimonial, entre otras.

Hay muchas mujeres y hombres con los estudios suficientes para ejercer cargos en la atención de las denuncias contra las mujeres, y existe grupos de mujeres que trabajan desde hace bastante tiempo con mujeres violentadas.

Nos preguntamos pues: ¿qué institución vigila y defiende los derechos de la mujer en Ibagué? ¿A dónde acuden las mujeres cuando sufren violencia intrafamiliar, laboral, verbal, relacionada con su feminidad? ¿El personal de la policía o fiscalía que recibe las denuncias por maltrato intrafamiliar está capacitada para brindar atención a las víctimas? ¿Existen campañas de sensibilización constante en Ibagué para afrontarla y disminuirla?

La política pública de la mujer aprobada por el consejo en el 2010 fundamentada en la ley 1257 de la constitución colombiana se ha quedado coja en Ibagué, pues, no cuenta con presupuesto, ni con personas a cargo que conozcan como poner en marcha dicha política. La secretaría de la mujer en Ibagué no ha tenido, ni las herramientas, ni las personas a cargo preparadas para generar herramientas reales para mejorar la situación de las mujeres.

La dificultad para ver la realidad que hoy margina a las mujeres en Ibagué, es tan grave, que pasa por nuestros ojos enraizada en la normalidad cotidiana, dos ejemplos de ello son: una mujer trabajadora de una bomba de gasolina por la 5ª avenida, que se encuentra embarazada con casi 9 meses y su jefe no le permite sentarse en los intermedios de trabajo, porque a su parecer es ahorrarle la pereza. Imagino que como el desconoce la experiencia de estar en condición de embarazo, no sabe lo que ella, siente. Una cafetería de Ibagué obliga a sus empleadas a pasar más de 14 horas diarias de trabajo; la fiscalía recibe más de 40 casos diarios denunciados de maltrato intrafamiliar, sin dar abasto una atención adecuada.

Imagino que será más fácil sensibilizar a estos hombres violentos que ponerlos presos, o exponer a estas mujeres y niños y niñas a vivir dicha violencia. Estos casos serán fáciles de verificar solo con fijarnos un poco más en la cotidianidad de nuestra ciudad. Se repiten a diario, en muchos lugares y personas distintas. Las mujeres esperamos a que usted señor alcalde y señores senadores no permitan la posibilidad de vivir una vida libre de amenaza, así como la viven los hombres de nuestra ciudad.