El pueblo es el que elige

María Yolanda Jaramillo G.

Comentario que se escucha con frecuencia en este momento electoral “ganaría las elecciones el que tenga el pueblo a su favor”. El pueblo es el escenario elaborado por el trabajo realizado en los barrios llamados populares, donde los líderes transitan en libertad con las juntas de agitación política, señalando el candidato por el cual hay que votar, para lograr el poder.

Si se comentara lo señalado por el escritor Umberto Eco en su libro, A paso de Cangrejo, tendríamos otro referente de reflexión, él manifiesta: “en realidad el pueblo como expresión de una única voluntad y de unos sentimientos iguales, una fuerza casi natural que encarna la moral y la historia, no existe. Existen ciudadanos que tienen ideas diferentes”; continua el autor “apelar al pueblo significa construir una ficción, teniendo en cuenta que el pueblo como tal, no existe, el populista es aquel que se crea una imagen virtual de la voluntad popular, buena parte de los ciudadanos fascinados por la imagen virtual acaban identificándose con ella”.

Esto que nos señala el autor de la gran obra “El Nombre de la Rosa” de gran éxito internacional, es una verdad que no reconocemos, y mucho menos cuando sucede en nuestro propio territorio, me refiero al proceso electoral en el Tolima, con los candidatos a la Gobernación y a las Alcaldías, quienes en su mayoría han entrado a este estilo político “el populismo”, existe populismo de derecha, de izquierda, centro, está vinculando a toda rama de ideología política, este estilo de política los hace muy atractivos porque se presentan como redentores; un ejemplo muy claro de populismo de derecha fue la elección del presidente de Estados Unidos; lo que marcó su elección fue publicitar que era el representante de la gente, y la candidata Hillary era la guardiana del estatus quo, corrupto; otros afirman que fue una reacción directa del descontento del manejo político de los partidos -Demócratas y Republicanos - como se observa el populismo es un estilo político cuya característica principal es el “electoralismo”, en una constante referencia al pueblo como el lugar donde se genera el servilismo, dadas sus condiciones de abandono estatal.

Acerquémonos a votar por quienes consideramos que no están muy comprometidos con este estilo político, u otros estilos más, que empañan la transparencia del ejercicio electoral.

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