Con el fin de cumplir la meta de crecimiento en 2013, el Gobierno colombiano presentó el PIPE -Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo-, cuyo propósito, materializado a través de estas medidas macroeconómicas, es entre otros, el de frenar la revaluación del peso.

Compartimos la preocupación generalizada acerca de la desaceleración de la economía colombiana en los últimos tiempos y la creciente necesidad de propiciar un mayor dinamismo a la producción, así como los valiosos esfuerzos del gobierno nacional por combatir el contrabando. 

Sin embargo, creemos que aún queda mucho por hacer por nuestro sector, del cual no puede ignorarse que es un gran generador de empleo; prueba de ello son los 744.000 empleos que ha generado el comercio desde los inicios del actual periodo del gobierno nacional, frente a 89.000 nuevos empleos creados en la industria. Del mismo modo, cabe recordar que nuestro sector es también uno de los más importantes contribuyentes a la generación de ingresos tributarios del orden municipal. Los sueldos y prestaciones que se pagan en el comercio moderno, hoy por hoy, son del mismo nivel de los de la industria manufacturera. 

Aunque este plan ya nació, el Gobierno ha recibido atentamente las inquietudes que hemos transmitido de nuestros afiliados, en torno al justo impulso a la productividad y empleo de sus negocios. Sin embargo, por todas las razones advertidas y manifestando nuestro mayor interés en ayudar al Gobierno a cumplir sus metas, solicitamos respetuosamente que, además de dar vida al PIPE, incorpore las siguientes medidas:

1. Incorporación del comercio a los programas de transformación productiva. Para mencionar algunos ejemplos, podemos citar el caso de la industria de cosméticos, la cual ha florecido en Colombia gracias al comercio o la producción de tilapia, que ha tenido un fuerte auge por el soporte que ha encontrado en el comercio. 

2. Tratamiento de problemas sectoriales urgentes. En particular, queremos referirnos a la problemática que hoy enfrentan cuatro sectores comerciales a los cuales nos hemos referido en oportunidades anteriores: camiones, llantas, medicamentos, confecciones y calzado.

3. Solucionar el problema de la tasa de usura. Está comenzado a detectarse una situación atípica en el manejo macroeconómico y es la aparente inefectividad de la política monetaria como herramienta anti-cíclica, ya que los bancos no están transmitiendo al público la reducción en las tasas de interés. 

4. Aplicar medidas de choque particulares a la crisis en la frontera. En las zonas de frontera con Venezuela, en particular en Cúcuta, las ventas han sufrido un desplome sin precedentes. Al respecto, el descontento entre los empresarios es cada día más generalizado.