“Madre querida. El zángano de mi marido me tiene jarta con el cuento del viaje a Cipango. En la Universidad de Salamanca le dijeron que la curvatura de la tierra calculada desde los siglos de Eratóstenes era tal, que un viaje alrededor del globo durarÃa mucho tiempo. Ese idiota quiere fugarse, quiere jugar con las Indias Occidentales, que deben ser unas fulanas de un lupanar de mala muerte. Lo peor es que le metió a nuestro hijito Dieguito la pendejada en la cabeza.
"El niño me tiene muy preocupada. Ya hace cuatro semanas que salió de vacaciones con una caterva de rufianes. Ya sabes tú los amigotes de su padre, me lo van a pervertir, me le han metido ideas estrambóticas con el cuento de que él será su legÃtimo heredero. Estuve discutiendo fuertemente con Cristóbal. Yo ya le habÃa dicho que se dejara de pendejadas, que si la reinita querÃa aventuras pues que arrancara ella con su maridito.
"Incluso le cerré la puerta y lo amenacé diciéndole que no lo dejaba ir a ningún lado, que si la gentuza cree que el mundo es plano ¿cuál es el problema? Pero como el idiota todo lo ve redondo. Tú sabes cómo es el corazón de una madre... Terminé por decirle a Dieguito (que se la pasa construyendo barquitos de papel), que le daba permiso para aventurarse con su padre, pero que lo acompañaba. Ya tenÃa lista una lonchera para el fiambre, cuando el Colón estalló en cólera, que cómo se me ocurrÃa, que ellos eran unos hombres hechos y derechos, que dizque se va a buscar nuevos horizontes, que yo era una boleta, casi me pega.
"Ya no sabe qué inventar para irse de la casa. Ese proyecto no se lo van a aprobar nunca. Le dije que mejor se pusiera a vender mapas, que le jale al comercio informal que los niños se van a morir de hambre. Me hizo caso, pero suspira cada vez que ve la mar. Ojalá Dios no me dé vida ni licencia para verlo partir detrás de las guarichas de occidente.â€
La segunda carta, de su amante Beatriz Enriquez de Haranas, mayo de 1498, dirigida al almirante de la Mar Océano:
“¿Usted me cree a mà pendeja? ¿Me vio la cara de boba o qué? Cree que no sé la guachafita que monta con sus amigotes? Ya me han contado que la tal Niña no tiene nada de Santa MarÃa y lo que sà tiene es una Pinta de vagabunda. Por eso es que no me lleva, ¿no? Esa mañita se la va a contagiar a todos los amigos con el cuentico de que es un viaje sólo para hombres. Se va por tercera vez y de matrimonio nada. Claro, como tengo antepasados judÃos al señor almirante le da vergüenza, como si usted no los tuviera, converso de los palotes.
"MÃnimo mañana inventa que es italiano para darse alcurnia… Italianas mis enaguas, ¿cuándo ha escrito un solo garabato en italiano o en latÃn? Hay que ser muy pendejo. Pero si se va, por acá ni se asome. Quédese por allá de andón buscando lo que no se la ha perdido. ¿Usted cree que le van a agradecer ese cuentico del descubrimiento? MÃnimo el honor se lo dan al Américo, que es un lambón de poca monta y a vos si acaso el nombre de alguna nación de pacotilla con facinerosos más peligrosos que los amigotes con los que te juntasâ€.
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