Pido la palabra: La UT y sus Muñequitos de Negro

El jueves estaba en la UT y asistí al espectáculo cómico teatral de los no más de treinta encapuchados (muñequitos de negro) que se tomaron la UT.

Los muñequitos de negro juegan al miliciano sin tener la menor idea de qué es eso, cargando galones de gasolina para quemar escritorios y pupitres mientras gritan en un lenguaje de tono ñeril que ellos (Trosky Gualberto, Lenin Mauricio y Shirley Yulitza de Luxemburgo), se ganaron el espacio. Yo quedé desconcertado pues creía que el espacio se lo habían ganado los biólogos que hicieron la investigación en células cancerígenas, pero no, en la UT, la lumpenización gana sus espacios a los ojos de todos, lo mismo que en el 9- 11, seis árabes con cortaúñas se ganaron un avión suicida con más de cien varones a bordo. Qué curiosa simetría.

Los muñequitos de negro son una triste caricatura de la beligerancia. Debajo de sus ropas no se adivinan muchachos robustos, hechos para la guerra, calvos neonazis fortachones; nada de eso, parecen tiernos chiquillos acaso similares a los camellos lánguidos de León Valencia y que equilibran su falta de fortaleza física, con la falla testicular de los más de cinco  mil estudiantes, docentes y administrativos que misteriosamente han dejado secuestrar la academia por estos cándidos adolescentes.


La UT en pleno debería usar sus tres mil doscientas asambleas permanentes anuales para revaluar algunos asuntillos de indisciplina en su alma mater. A manera de  ejemplo, debe preguntarse si es lícito que el Combo Fumarola juegue a la anarquía, irrespete la fila de la cafetería y no pague el almuerzo de 850 pesos, ante los ojos atónitos de todos, porque no hay plata y punto.


Como los “procesos universitarios” se han vuelto tan laxos, es probable que algún estudiante con código 96, que desde el milenio pasado no se ha graduado y dada su experiencia, antigüedad y pecho tipo Wonder Bra (con doble prueba académica) y por ende líder natural de algún movimiento estudiantil universitario, decida que el problema del combo fumarola es de carácter epistemológico y haga una tesis etnográfica sobre la problemática de las tribus urbanas cuya especificidad y comprensión profunda del fenómeno, genere un conocimiento válido aplicable exclusivamente al Parque Ducuara y Las Terrazas y en el que se concluye que  la hostilidad de los fumarolas es producto de la injusticia social y efecto directo de la macro economía universitaria, dado que los muñequitos de negro (léase encapuchados o triste caricatura de la beligerancia) solo aprobaron dos jíbaros en la UT, con derecho a distribución legal y protección financiada en el CVY, lo que incrementó el costo del punto de bareta al consumidor final, que ahora consigue en dos mil la María que antes conseguía en mil pesos, sin tomar en cuenta la plusvalía, la inercia inflacionaria, la fluctuación del dólar, el TLC, la lucha de clases, el poder del proletariado y el pago de derechos de autor en Sayco para Jorge Isaacs.


Esta atmósfera genera tales niveles de frustración que se traducen en la hostilidad de los simpáticos muchachos. La tesis será laureada por su contribución a la ciencia post moderna y mostrará cómo puede progresar un estudiante que ingresó a la UT con menos de 45 puntos en el ICFES y después de 14 años de pregrado y liderazgo activo, está a punto de convertirse en una eminencia profesional de las ciencias sociales.


Si la historia se repite unas veces como tragedia y otras como comedia, ¿en qué evento trágico desembocará la increíble y triste historia del cándido capucho y el resto de académicos hasta hoy… desarmados?

Credito
RICARDO CADAVID

Comentarios