Claro no es tan claro

Todos los usuarios de celular hemos sido sorprendidos por la sobrefacturación proveniente de una serie de mensajes de texto que uno jamás ha pedido, pero que generosamente las empresas ponen a disposición sin que ninguna ley les regule.

Todos los usuarios de celular hemos sido sorprendidos por la sobrefacturación  proveniente de una serie de mensajes de texto que uno jamás ha pedido, pero que generosamente las empresas ponen a disposición sin que ninguna ley les regule. Basta que usted lea el mensaje de texto para que se constituya como cliente. Extraña forma de vender, porque el mensaje no me pregunta si deseo aceptar el servicio, cuánto debo pagar, cuántos mensajes voy a recibir, pero al llegar la factura y hacer el reclamo, si me explican que debo “salir” del servicio.  Toda una estafa legalizada. 

Después viene el viacrucis del reclamo llamando al 611, actividad que requiere de un curso de yoga por correspondencia o  que parece ideada para poner a prueba la paciencia del santo Job. Yo le propongo a Claro que cambie las instrucciones de la vocecita que contesta y da las instrucciones para que por lo menos uno se divierta un poco con la estafa. Por ejemplo, la operadora mecánica podría decir: Esta comunicado con el *611. Si usted es de esos obsesivos compulsivos que cree que lo estamos robando marque el 5 sin detenerse durante media hora. Si usted ha desarrollado una codependencia miserable con el celular y prefiere que lo sigan robando en la factura antes que dejar de usar nuestros servicios, para estimular su codependencia ruéguele a la operadora (si le contesta), que marque por usted el número 4.

Si usted cree que a   la Superintendencia de Servicios Públicos  o a Mincomunicaciones le importa un comino que usted lo roben en la factura, presione el número que le dé la gana, total, su opinión tampoco nos importa. Si usted se ha vuelto paranoico con lo de las facturas y piensa que nosotros queremos estafarlo, le rogamos que se calme, presiones 666 y espere en la línea, no traté de escapar, sabemos quién es usted, cuánto gana, qué hace, dónde vive y ya lo tenemos reportado a Datacrédito. En este momento estamos rastreando esta llamada, no busque refugio en embajadas de países del Alba, usted es parte de una conspiración; tranquilícese. Si usted cree que hacerse el loco  esquizofrénico lo va a salvar de pagar la factura, pídale a esa vocecilla misteriosa que resuena en su cerebro que le indique cuál número debe presionar, o marque 5 en el teléfono gigante de pepitas magenta malva que solamente usted ve a su derecha. Si no sabe qué es magenta malva marque a nuestro servicio de información y por cinco mil quinientos pesos más IVA resolveremos todas sus inquietudes diariamente, inclusive las que no le inquietan. 

Si siente que nuestra facturación lo deja con baja autoestima, espere en la línea durante una hora y treinta minutos. En estos momentos todas nuestras operadoras tienen asuntos más importantes que atender. Si está indeciso sobre continuar con nuestros servicios, piénselo mejor, o tal vez no lo piense, o piénselo después de escuchar el tono, o antes, o después, o siga indeciso, de todas maneras ya está por llegar nuestra siguiente factura. Si hablar con nosotros le genera delirio de persecución y empieza a creer que las conspiraciones existen, no busque ayuda en la super intendencia de servicios públicos;  son agentes encubiertos a nuestro servicio. Tampoco en la superfinanciera, están ocupados riéndose de cómo le cobran en los cajeros a la gente por sacar su propio dinero obligándolos a hacer  retiritos de a cuatrocientos mil pesos. 

No acuda al ejército, están ocupados buscando a quien poner de chivo expiatorio para los falsos positivos. No acuda la Justicia Ordinaria, pues cuando no están aprobando sospechosos traslados para que se vuelen peligrosos delincuentes aun a costa de la muerte de sus custodios, están permitiendo que se venzan los términos de ladrones de cuello blanco que jamás tocarán las prisiones. No tiene escapatoria, no acuda a la policía, si usted no trabaja con la DEA pierde su tiempo. Tampoco acuda al DAS, verá con el tiempo que los agentes involucrados en las Chuzadas no irán a la cárcel. Solo ríase de su suerte y pague su factura con nuestro nuevo servicio de transferencia telefónica que le costará doce mil quinientos pesos más IVA: ¡No se mueva! ¡Lo tenemos rodeado!

Credito
RICARDO CADAVID

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