Señor, sabes que hago tu santa voluntad pese a que esta turba de gentiles zarrapastrosos indignados quiera tomarse mis sagrados aposentos:

¡Destitúyelos de tu gracia Yahvé Qanna! Tú que eres fuerte y celoso. He convocado a la Policía, al Ejército, a las bacrim, a los de la compañía de seguridad que le cascaron a un comediante en Carulla, para que monten guardia en este sacro edificio que podría, cual templo de Jerusalén, ser destruido por esta turba de fariseos conspicuos e ignorantes que no entienden de la autoridad y el poder constitucional.

No es que el pecado sea cobarde, pero nunca se sabe lo que puede suceder con esta masa adoradora de Barrabás.

Concluidas las manifestaciones (porque seguro concluirán como todos los levantamientos nacionales), destituye a todos los que me apoyan, por si las moscas. Nunca se sabe a quién sirven, su fidelidad se vende al mejor postor, como en el partido de la U.

Tú sabes Nissi, Señor de mi estandarte, que he hecho todo lo posible para agradarte. Se requería una vacante para Pachito Santos que quedó achicopalado desde la última convención.

Ahora hasta el Fiscal tolimense sale a dárselas de indignado, ¡Destitúyelo Jehová Raha, por teatrero! De paso destituye a Navarro porque si se llega a animar, le puede quitar el puestico a Pacho Santos.

Apiádate Jehová Jireh de tu siervo, dame un puesto en alguna embajada como hacía Uribe con los que daban boleta, líbrame de estas ocho mil personas que han venido a la Plaza de Bolívar, y no es por echarle vainas a Samper, ni a Serpa, ellos son los diáconos de la renovación liberal, son la muestra de que esta sociedad respeta la sabiduría de sus ancianos, tú sabes que hay quienes pidieron su destitución, pero la Comisión de Acusaciones es un ente piadoso nacido en el Nuevo Testamento y lleno de la gracia de Cristo para absolver.

No es mi caso Elohim bendito, que me ha tocado representar tu justicia divina. Ahora que estoy hablando de Samper y de Serpa, aprovecho para pedir que destituyas a los que están pidiendo aclarar el asesinato de Álvaro Gómez.

A los que piden saber por qué razón soy una muestra de eficiencia en el caso de Petro y de la Córdoba, y un inútil en todo lo demás, incluido Interbolsa, el Carrusel de las pensiones, de las contrataciones, de las EPS, hazles entender Shaddai Todopoderoso que los tiempos del Señor son misteriosos y que la justicia cojea, pero la indemnizó un borracho millonario al volante.

Finalmente Tsidkenu de justicia, destituye a todos los que hoy amanecieron convencidos de votar en blanco y a todos los que estén leyendo esta columna, destitúyelos también, para que cojan oficio.