Desmadre

Camilo González Pacheco

El día de la madre, se ha convertido según Medicina Legal, en el segundo día más violento del año en Colombia. En esta fecha, aumentan no sólo los homicidios, sino también los delitos que afectan la vida y la sexualidad de mujeres, niños, niñas y adolescentes.
PUBLICIDAD

El primer lugar en violencia, lo llevan los días festivos de fin de año. Los estudiosos del asunto, han concluido que esta pandemia obedece principalmente al consumo de alcohol y el machismo.

En especial, a la absurda rivalidad y competencia con los hermanos, de algunos imbéciles que pretenden ser ese día, el más consentidor de la mamá. Y ganar en esa fecha de festejo,  lo que no pudieron lograr en reconocimiento de cariño con la madre, el resto de los días del año.

Como cosa paradójica, la celebración del día internacional del hombre, el tercer domingo de junio en honor de San José, es el día del padre, los tíos, y abuelos, y no registra los alarmantes índices de violencia del día de la madre. Afortunadamente.

Los fenómenos cotidianos de violencia por estos días del Covid-19, se han mantenido, como anotamos atrás,  por las razones y causas de siempre: la ingesta de licor, y una nueva: la violencia intrafamiliar catapultada por el obligado y desesperante encierro. Esa encerrona, o saludable detención domiciliaria, entre otros males ha permitido que alterados esposos,  lleven ya más de dos meses seguidos,  efectivamente encarcelados  a lado de su pareja. Y en ese tiempo y espacio, muchos pierden la cordura y la calma.

En ese escenario, de celebración del día de la madre, la cónyuge sobreviviente,  se ha convertido en muchas ocasiones en víctima de violencia intrafamiliar, por parte de los maridos, compañeros permanentes, ex amantes, quienes para colmo de males, no han podido salir siquiera a la esquina a departir unas frías con los vecinos de siempre. Por lo cual, recurren a hacer la rumba con parranda y todo en casa, con exagerado volumen de sus equipos de sonido, para distraer la penosa cuarentena imperante, con los obvios problemas con el vecindario.

En esa ola de agresiones, absurdamente terminan matándose entre hermanos, primos, conocidos, vecinos y uno que otro sapo, que de paso se ve envuelto en conflictos ajenos. La familia es el microcosmos de toda la sociedad. Ahí se reflejan todos los fenómenos de conflictividad, privaciones económicas y sociales.

El anterior,  es parte del doloroso cuadro de violencia del día de la madre, tan común en las relaciones de las clases populares colombianas. Pero a pesar de todo, prima sobre el desmadre, el cariño, la fraternidad y el amor de las madres. En buen día y a buena hora.

CAMILO GONZÁLEZ PACHECO

Comentarios