Madrugada electoral

Camilo González Pacheco

“No por madrugar amanece más temprano”, constituye una enseñanza tradicional, dirigida preferencialmente a dejar los afanes y coger las cosas con calma. Dicho aforismo, parece tener vigencia para muchos aspectos de la vida cotidiana, pero poca incidencia en la vida política nacional.
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Sobre todo, en cuanto se refiere a las próximas elecciones de Presidente y Vicepresidente de Colombia. La carrera para esa votación ya empezó, muy de madrugada en el calendario electoral. Y se inició, con candidatos que desde ya trabajan en sus respectivas campañas, y que de seguro irán hasta el final. Ubicados dentro de la cuestionada, pero inefable polarización entre  izquierda y derecha. La izquierda, hasta ahora, con los candidatos presidenciales Petro y Robledo. Un  indefinido y nebuloso centro con Fajardo. Y, la consolidada derecha que arrancará fuerte con Holmes. Claro está, todavía se encuentran varios gallos tapados, que más temprano que tarde, saldrán a competir en  la arena electoral.

Resulta interesante resaltar, que hasta hace algunas décadas, el “centro” - en la  mitad de los polos izquierda y derecha - era poco apetecido en  la historia electoral nacional, por cuanto de entrada, no se podía ubicar y menos cuantificar. En ciencia política, el centro se ubica así mismo en el espectro político, como intermediario o árbitro de posiciones antagónicas tanto de derecha como de izquierda.

Sin embargo, aquí y ahora, temas como la búsqueda de la paz estable y duradera, y la lucha permanente y radical contra la corrupción, van desdibujando cada vez más ese centro gaseoso. Se requiere un centro definido y posicionado. En efecto,  hace apenas unas dos semanas, varios columnistas de medios nacionales, registraron espontáneas candidaturas presidenciales “de centro”, importantes de tener en cuenta.

Dos de ellas, podrían ser factibles, de acuerdo con el transcurrir cotidiano de la política nacional y postulaciones hechas por columnistas nacionales, entre ellos, Felipe Zuleta. Se trata de Alfonso Gómez Méndez y de Alejandro Gaviria, cada uno con méritos probados para acceder a ese ilustre cargo. Gaviria con una extraordinaria hoja de vida profesional y académica. Y, Gómez Méndez, con la  experiencia de haber desempeñado los cargos más importantes en la administración pública, donde el único que falta por alcanzar es el de la Presidencia de la República.

Su origen popular y tolimense -nacido en Chaparral- lo ubican en un honroso lugar de partida, para emular históricamente en términos de paisanaje, con otros chaparralunos que también fueron Presidentes de la República como José María Melo, Manuel Murillo Toro y Darío Echandia. No en vano Patrocinio Ortiz, en la guabina “La Sombrerera”, –himno de Chaparral- le otorga a este municipio el calificativo de Chaparral de los Grandes.

Título, bien ganado.

CAMILO GONZÁLEZ PACHECO

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