Paciencia electoral

Camilo González Pacheco

La Coalición de la Esperanza, soslaya un poco la sabiduría contenida en aquel viejo y conocido aforismo, según el cual, “No por madrugar amanece más temprano”.
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Los entendidos en ese tema de interpretar filosóficamente los refranes populares, han conceptuado que el llamado implícito de dicha máxima está orientado en aconsejar a las personas aceleradas, que se no se apresuren a tomar decisiones. 

En palabras cotidianas, argumentan que podemos levantarnos muy temprano, pero los rayos del sol no se apresuran en salir antes de lo previsto. En algo, y en mucho, este aforismo tiene sobrada validez en los asuntos demasiados humanos, como el de la política, y más preciso aún, en la política electoral colombiana regulada por mundanas leyes, decretos y resoluciones cotidianas.  

Pues bien, acordes con el anterior enunciado, podemos evidenciar que la Coalición de la Esperanza, está madrugando mucho al meterse desde ahora en el debate presidencial del próximo año,  promoviendo una consulta interpartidista con los precandidatos de Alianza Verde, para sacar un candidato único en la primera vuelta presidencial.  

Más importante sería en estos próximos meses,  avanzar en la defensa de la Corte Suprema de Justicia, de la JEP, de los Acuerdos de Paz, para mencionar sólo algunos de indiscutible trascendencia democrática e histórica, que son objeto estratégico de ataques de todo tipo por la derecha rabiosa y guerrerista que busca desconocerlos y eliminarlos constitucional y legalmente.  

Los movimientos y partidos políticos, hasta ahora empiezan a evaluar sus opciones para mostrar más tarde sus cartas. Están en la juerga de candidaturas presidenciales, varias ya conocidas y consolidadas. Y faltan otras de gallos tapados, entre las que se cuentan las de Mauricio Cárdenas, Luis Alberto Moreno, Alfonso Gómez Méndez, cuyos nombres se registran en  borrador de listados aún reservados de varios directorios partidistas.  

Para quienes  no comparten integralmente, lo de la madrugada para este caso específico de tipo electoral, les viene bien ese otro antiguo dicho, según el cual, “por mucho que madrugue no amanece más aína” (la palabra antigua aína, significa rápido, pronto). Todos los procesos, en especial los naturales, se toman un determinado tiempo para que sean desarrollados y completados. Según estos sabios ancestrales, los rayos del sol no se apresuran en salir antes de lo previsto. Entre otras  razones, por la imposibilidad de adelantar el reloj natural de la vida. 

La enseñanza anterior es clara, aún para la política electoral colombiana: todo se toma su tiempo. Paciencia. Del afán no queda sino el cansancio, enseñaban nuestras sabias abuelas. No es forzoso entonces, apresurarse más de lo necesario. Sobre todo, en cuestiones de votos y elecciones. Así sea, para la elección del próximo Presidente de la República.  

CAMILO A. GONZÁLEZ PACHECO

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