Cuentan en la 12: Se acabó esto

Junto con los gurúes armandos y Nelson, expertos locales en profecías mayas, la asesoría del chamán González de Dolores, de Orlandini, el profesor Salomón y la Mona Cha, llegué a la conclusión de que no hay nada qué hacer y este año el mundo sí se va a acabar.

Los signos no mienten, los sueños y las visiones son cada vez más claros y aterradores. El secretario de Hacienda departamental ha descubierto que no hay un solo centavo en caja, el procurador busca la reelección, “Juanma” dejó de gaguear y Pachito se calló; Uribe le recomendó a Restrepo que le hiciera compañía a “María del chuzar”, Rubencho” se peleó con el “Lelo”; no se ha ido la luz en los últimos tres días; Charles Eduardo retorna a las toldas azules; el director del Inpec le recortó las salidas a Juan Carlos Martínez y a los parapolíticos le suspendieron el chef; esta semana no ha habido pedreas en la Universidad del Tolima; los profesores de Simatol no han hecho paro y Luis H. no ha vuelto a tener sueños de futuro.

Como si esto fuera poco aun más alarmantes son las visiones oníricas de otros augures, pues quien le pronosticó a Luis H. su triunfo (el de él) ahora tuvo un sueño más tenebroso, en el cual los enemigos del progreso y el desarrollo se confabularon para atentar contra él, en un barrio popular de la ciudad.


Y esta discípula de José, el de las escalinatas, se une a la vidente de Cúcuta que pronosticó la destrucción de Ibagué en un terremoto de 20 grados en la escala de Richter, que debería haber ocurrido en octubre, pero quien quita que se haya descachado por un año.


Así que la única salida consiste en arrepentirnos de todos nuestros pecados, vender nuestras propiedades al mejor postor y recogernos como los davidianos en un sitio donde nos quede a mano el cilicio y el flagelo para purificarnos antes del inevitable cataclismo.


Hago un llamado a mis lectores para que se arrepientan a tiempo y no les ocurra lo de las vírgenes necias.

Credito
CHOLAGOGUE

Comentarios