Apuntes de gerencia pública

Todo no puede ser normas, reglamentación y actividades materiales. Los gerentes públicos deben tener una orientación superior.

Por eso, sin encasillarnos en una religión determinada, el respaldo de Dios es fundamental en cualquier actividad del ser humano. Por esto, en la voluminosa biblioteca de un servidor público el primer libro de consulta diaria debe ser la Biblia.

No significa esto, como lo pretenden algunos alcaldes, que no tienen la suficiente formación académica para gobernar, meter a Dios en su decisiones para que los ayude en lo que ellos no saben hacer, haciéndolo responsable de los resultados de su gestión. Y, bajo este contexto, un poco de esoterismo no cae mal, buscando un apoyo espiritual para lograr el bienestar general de la comunidad.


Una importante herramienta que puede ayudar al gobernante a tomar mejores decisiones es la meditación. La meditación es una actividad entre tú y tú. Y, como dice el maestro indio Sant Rajinder Sing nos enseña que la “investigación demuestra que cuando se pasa cierto tiempo en un silencio introspectivo alcanza niveles de relajación física y mental que disminuyen la tensión, aumenta la productividad y acelera el aprendizaje”.


Otra herramienta es el Feng Shui, que nos enseña a utilizar con mayor eficacia los colores. Por eso, la decoración de una oficina influye no sólo en la salud de los funcionarios sino también en su rendimiento.


Cómo se debe pintar una escuela ¿De rojo, verde, amarillo, negro, marrón, blanco, azul, beis, gris, anaranjado, púrpura o rosado? Al respecto debe tenerse en cuenta las recomendaciones de los arquitectos y técnicos en esta materia, que saben cómo impactan los colores en la mente de las personas.


El Feng Shui comprende también el campo de los olores, que influye en el ambiente empresarial. Así mismo, las plantas y los animales que nos rodean inciden en todo tipo de ambiente.


Por último, la música tiene un valor importante en el ambiente de trabajo. Según el libro “Aprendizaje Acelerado con Música” (Webb y Webb, 1990), los efectos potenciales de la música en la mente y el cuerpo incluyen lo siguiente: aumentan la energía muscular, aumentan la energía molecular, influencian el latido del corazón, alteran el metabolismo, reducen el dolor, aceleran la sanación y la recuperación de pacientes que han atravesado una cirugía, ayudan en la descarga de emociones, estimulan la creatividad, la sensibilidad y el pensamiento. Pero no toda la música, sino especialmente la barroca.

Credito
Francisco Cuello Duarte Profesor de derecho administrativo

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