Alcaldes bocones

En la Región Caribe, bocón no es que el tiene la boca grande, sino el que habla mucho, más de la cuenta y hasta sin sentido.

Ahora, se les ha dado a muchos alcaldes comunicarse a través del twitter, un aparato moderno que sirve para otras cosas, menos para gobernar. Un estudio realizado por Carlos Arcila Calderón y Elías Said Hung, publicado por el periódico de la Universidad del Norte de Barranquilla, en marzo 12/12, nos comenta que “la influencia del Twitter en la vida social y política es cada vez mayor, como lo demuestra la creciente relevancia mediática y social en torno al impacto que han ejercido las redes sociales virtuales, como Facebook y Twitter, en diferentes procesos políticos y sociales relacionados con la Primavera Árabe, indicados en 2009, y los procesos electorales de Irán y Colombia, desde 2008”.

No quiere esto decir que un gobernante pueda dictar actos administrativos, resolver un conflicto de orden público, manejar un paro cívico, conducir una estrategia militar u orientar una actuación gerencial a través de este medio, dejando a un lado las funciones de una oficina de prensa, conformada por comunicadores sociales especialistas en comunicación estratégica.

Los gobernantes tienen dos clases de comunicación: interna y externa. La primera con su equipo de trabajo (secretarios de despacho, gerentes de institutos descentralizados, directores de dependencia y el resto de funcionarios de todos los niveles, incluyendo a un simple mensajero).     

Para este caso, se puede utilizar este aparato diabólico, o mejor el Blackberry, cuando no es posible la comunicación directa y humana. La externa, con la comunidad, donde se puede echar mano a la televisión, la radio y la prensa, previa organización y diseño de una agenda preparada por la dependencia especializada en esta clase de tarea, bajo la responsabilidad del personal calificado. El manejo de esta última es más peligrosa y demanda mayor cuidado que la primera, pues está en juego la imagen del gobernante ante su comunidad.

Por eso vale la pena señalar lo que al respecto nos enseña Roberto Uzurieta Cánova en (Estrategias de comunicación para gobiernos”, editorial La Crujía, Buenos Aires, 2002, pag 243), cundo dice: “la imagen no es mágica pero es muy importante.

El margen de maniobra donde se mueve la imagen puede hacer una gran diferencia. Y esto requiere de un trabajo profesional dado por los consultores de imágenes y relacionadores públicos (o consultores de comunicación).

Por eso, más allá de la capacidad para gobernar y dar prosperidad a su gente, un Presidente puede fracasar si ha proyectado la imagen de que no resuelve las cosas”.

Por eso, la tecnología es importante. Pero no debemos estar bajo las garras de ella porque puede producirnos dolores de cabeza, especialmente cuando actuamos como niños con juguete nuevo.

Credito
FRANCISCO CUELLO DUARTE

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