¿Qué está pasando con el acueducto alterno?

Después de la jornada electoral culminada el pasado 30 de octubre, la ciudad vuelve a despertar, los ibaguereños queremos que nuestros representantes políticos pasen del discurso a las acciones, particularmente en torno a cuáles serán las estrategias que nos permitan salir de la crisis en la captación y suministro de agua que hoy estamos padeciendo.

La semana que pasó no pudo arrancar con un panorama más desolador, la noticia según la cual el Municipio perdería 42 mil millones de pesos del Gobierno nacional destinados para la culminación de la primera fase del acueducto alterno, según lo informado por el Senador de la República Juan Mario Laserna, retumbó en los oídos de muchos habitantes.

Adicionalmente la aceptación por parte de la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado de la existencia de problemas en el diseño inicial de la planta de tratamiento del acueducto alterno, razón por la cual se hace necesario costear los gastos indispensables para realizar un nuevo estudio que permita ajustar el proyecto, el cual fue formulado desde el año 1997, hace que la preocupación sea aun mayor.


A todo lo anterior sumémosle lo consignado en el informe técnico rendido por la Contraloría Municipal, según el cual la captación agua en la bocatoma del acueducto alterno no es suficiente, toda vez que en tiempos de lluvias, hay una acumulación de agua de siete minutos, incumpliéndose así con el Reglamento técnico de Agua y Saneamiento, RAS 2000, según el cual el periodo de retención de agua no debe ser menor a 20 minutos en cualquier nivel de complejidad, concluyéndose, por parte del ente fiscalizador, que la capacidad del embalse debe ser tres veces mayor a la existente, ante lo cual el Ibal S.A. E.S.P. deberá tomar las medidas correctivas necesarias lo antes posible, las cuales deberán ir acompañadas de un proceso de verificación y monitoreo de los caudales de la cuenca del río Cocora.


Entretanto esto sucede, las acciones para preservar y en algo recuperar lo que hoy nos queda del cañón el Combeima no dan más margen de espera. Acciones como las desplegadas por Cortolima merecen ser resaltadas y replicadas por las demás entidades.


La máxima autoridad ambiental del Tolima ordenó la declaratoria de zona de utilidad pública la cuenca de la quebrada Las Perlas, terrenos que se suman a los también protegidos por Cortolima en la cuenca de la quebrada El Guamal, lo cual obliga a que la Corporación y las demás entidades públicas municipales, inicien el proceso de compra de los predios afectados con dicha medida, la cual fue fundamentada no solo en la imperiosa necesidad de asegurar el suministro del agua, sino también en la protección de la cuenca por el valor ecológico y biológico que representa, toda vez que el 31.1 por ciento del área que comprende la subcuenca de la quebrada corresponde a zonas de bosques donde habitan una considerable cantidad de especies de aves y murciélagos; las cuales reportan en algún grado de amenaza de extinción.


Como ya es conocido por los ibaguereños, “Las Perlas” y “El Guamal” son afluentes hídricos que están gravemente desestabilizados, razón por la cual al desembocar sobre el río Combeima afectan la calidad del suministro de agua para la ciudad, obligando al cierre de la bocatoma cuando se presentan fuertes lluvias.


Conclusión: Hay mucho trabajo por hacer, ahora, confiar en que la voluntad política de nuestros gobernantes estará orientada a realizarlo con responsabilidad.


(*) Abogado Universidad de Ibagué

Credito
CAMILO E. DELGADO HERRERA (*)

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