Carta de un ibaguereño al Niño Dios

En esta época decembrina, donde el espíritu de la navidad toca los corazones de las personas, quienes para esta fecha agudizan su sensibilidad y sentido de solidaridad,

renuevan sus votos de amistad y fortalecen la unidad familiar, durante los múltiples recorridos que tuve la fortuna de realizar por los diferentes barrios de la capital musical, encontré bajo un arbolito de navidad una carta que con fervor y muchísima esperanza escribió un ibaguereño al “Niño Dios”.

La carta decía más o menos así: “Querido Niños Dios, te escribo esta pequeña carta rogando a ti para que escuches mis súplicas, imploración que hago en nombre de más de 560 mil ibaguereños que clamamos por la construcción de una ciudad mucho más incluyente, participativa y humana.


“Ruego porque mi ciudad pueda, de la mano de sus gobernantes y representantes, salir adelante, que la politiquería y la demagogia no se conviertan en los aliados estratégicos de la corrupción y la inactividad administrativa; que garantizar el suministro permanente de agua potable en todos los hogares no siga siendo una ilusión y una promesa de campaña, iluminando a quienes tienen esa ardua labor para que no permitan que los recursos económicos destinados para tal propósito sean mal invertidos.


“Te pido por los méritos de tu infancia que el fantasma del desempleo sea definitivamente exorcizado de nuestra ciudad, aclarando la mente de quienes tienen la encomiable labor de fortalecer las políticas públicas de empleo, dinamizando la ciudad hacia las vocaciones económicas productivas que permitan la generación de un mayor número de puestos de trabajo, contando siempre con el acompañamiento de los gremios económicos, la administración municipal y la academia, actores fundamentales para garantizar que el desarrollo empresarial e industrial sea de tal manera que lo haga competitivo a nivel nacional e internacional.


“Que la crisis en materia de vivienda de interés social sea superada, replanteando el esquema como se vienen desarrollando los proyectos a través de la Gestora Urbana, pues los incumplimientos que hasta hoy se han venido presentado tienen a nuestro Municipio a puertas de ser sancionado por el Gobierno nacional con la suspensión de la asignación de subsidios para la construcción de vivienda de este tipo.


“De la mano de tu misericordia os pido que las estrategias para la implementación del anhelado sistema integrado de transporte en Ibagué y la recuperación efectiva del espacio público permitan que la movilidad del ibaguereño del común mejore de tal forma que se traduzcan en mayor calidad de vida.


“Que el problema de la inseguridad encuentre una luz de esperanza con la llegada de la Policía Metropolitana; que las elevadas tarifas de nuestros servicios públicos sean objeto de una revisión exhaustiva por parte de las Comisiones de regulación de energía eléctrica, gas y agua potable; que la cultura y el deporte de nuestro municipio encuentre un espacio para la inclusión de todos nuestros jóvenes, sin discriminación alguna.


“Finalmente, y aunque sé que te he pedido demasiado, os ruego logres que un considerable número de mis paisanos despierten de ese letargo en que pareciéramos estar sumidos, donde la pereza, la envidia y el chisme son las armas comúnmente utilizadas para destruir y no para construir”.


Que la magia de esta época toque los corazones de todos y cada uno de los ibaguereños, y que usted, amigo lector, se convierta en un protagonista de la historia que nos corresponde escribir a partir del primero de enero de 2012, para que ojalá esa carta del ibaguereño al Niño Dios, encuentre eco en los Gobiernos Nacional, Departamental y Municipal. Feliz Navidad y un próspero año nuevo.

Credito
CAMILO E. DELGADO HERRERA Abogado Universidad de Ibagué

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