¿Dónde está la planeación contractual?

La Planeación estatal es un instrumento mediante el cual, se definen las políticas a implementar para el cumplimiento de los fines y cometidos gubernamentales,

 señalando los elementos indispensables para la ordenada ejecución de las obras y la prestación de los servicios en un periodo determinado, evitando la improvisación y procurando el aprovechamiento máximo de los recursos disponibles. El Consejo de Estado ha sostenido que la planificación aplicada a los procesos de contratación y a las actuaciones relacionadas con los contratos del Estado, guarda relación directa e inmediata con los principios del interés general y la legalidad, procurando recoger el concepto según el cual la escogencia de contratistas, la celebración de contratos, la ejecución y liquidación de los mismos, no pueden ser, de ninguna manera, producto de la improvisación.
 
Esta brevísima introducción jurisprudencial cobra relevancia hoy, cuando en la ciudad se agudiza la grave crisis de movilidad por cuenta de las diferentes obras de recuperación de la malla vial, que se adelantan en sectores estratégicos de la capital Tolimense. Y el sentido del mensaje implícito en esta columna no es, de ningún modo, cuestionar la pertinencia y necesidad de darle solución a uno de los problemas más relevantes del Municipio como lo es el pésimo estado de sus vías. Aunque las obras de reparcheo son importantes, estas, más que un arreglo, son una solución provisional que poco contribuyen a la solución real de un macroproblema de Ibagué: la deficiente, obsoleta e insuficiente infraestructura vial.
 
Llevamos años escuchando hablar de movilidad, Sistema estratégico de Transporte Público, Conpes de la movilidad, diseño y construcción de nuevas intersecciones viales, y toda una serie de proyectos y obras que coadyuvarían a salir de esta  problemática. Y la respuesta sigue siendo la misma: estos temas siguen siendo una expectativa jurídica que se espera consolidar y materializar ante el Gobierno Nacional.
 
Mientras esto sucede, los recursos apropiados desde el año 2011 y que fueron incorporados al presupuesto del año 2012, donde la Secretaría de Infraestructura contó con una partida presupuestal para ejecutar de $10.287.351.744 millones de pesos, de los cuales se desprenderían los recursos destinados para las obras de mantenimiento y recuperación de la malla vial, las mismas que comienzan a ejecutarse en las zonas más neurálgicas de la ciudad, faltando poco menos de dos meses para culminar la presente vigencia fiscal.
 
¿Y que con eso?. Mucho!. Si pretendemos seguir esforzándonos por posicionar a Ibagué como destino turístico del centro del país, la mejor forma de ahuyentar al turista es de esta manera. ¿Por qué?. Simple lógica ciudadana; si ésta época del año es una de las fechas donde mayor afluencia de turistas recibe nuestra ciudad, quienes con anhelo buscan encontrar en Ibagué un refugio de paz, arte, cultura y diversión para estas vacaciones, y, por el contrario, encuentran caos, desorden y trancones a lo largo y ancho de sus avenidas.
 
La respuesta no puede ser, como escuchamos la semana pasada por parte del Secretario de Infraestructura, que “los carros no compran”; sería más pertinente que la administración municipal, a través de ese despacho, resolviera, entre otros, los siguientes cuestionamientos a una ciudad que hoy pide cuenta de sus ejecuciones: ¿Cuál fue el proceso de planeación precontractual y contractual adelantado para seleccionar y adjudicar la contratación de las obras de reparcheo que actualmente se adelantan en el Municipio de Ibagué?. ¿Porque motivo los recursos destinados para la recuperación de la malla vial de las principales avenidas comienzan a ejecutarse en plena temporada navideña?. ¿Cuáles fueron los criterios de selección, valor del contrato, término de duración y pólizas exigidas a quienes se les adjudicó el (los) contrato (os) de reparcheo?. Esas son algunas de las respuestas que a muchos Ibaguereños nos gustaría escuchar.

Credito
CAMILO E. DELGADO HERRERA

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