La educación virtual

Con las tecnologías disponibles hoy en el mercado y las técnicas para la enseñanza diseñadas para la educación virtual, se abre un panorama infinito que permitirá a millones de personas acceder a la más variada oferta de conocimiento, que significará el avance más acelerado jamás visto en materia de capacitación.

La pedagogía tradicional le ha tenido miedo a abordar estos instrumentos y en muchos países la educación virtual ha sido inexplotada por la falta de afianzamiento y de determinación para introducirse en estas nuevas herramientas.

Hoy en día en los países desarrollados el tema avanza a una velocidad que impresiona y la red ofrece toda clase de alternativas, desde programas comunes hasta los altamente especializados, y los países emergentes desarrollan sistemas que les permite acceder al conocimiento sin necesidad de crear grandes infraestructuras ni de hacer contrataciones de personal exclusivo para manejar proyectos pedagógicos.

Reconforta la noticia ofrecida por la ministra de Educación, María Fernanda Campo, cuando manifiesta que en Colombia se está comenzando a perderle el miedo a estos instrumentos y que en los últimos nueve meses se han aprobado 40 programas de educación virtual de pregrado y posgrado y que ya han podido acceder al respectivo registro calificado de ese Ministerio para poder operar.

Los expertos manifiestan que la educación virtual se impone en el mundo, por el aprovechamiento del tiempo, por la disponibilidad de programas de gran beneficio, por la flexibilidad para desarrollar los procesos, por el elemento motivacional y la manera como se facilita el aprendizaje, porque induce al alumno a que se convierta en protagonista de su propio plan de asimilación del conocimiento, porque permite seleccionar programas dentro de una gran cantidad de alternativas y también por el tema de reducción de costos. A esto se suma la facilidad para la masificación de los programas.

Los establecimientos educativos en Colombia que lograrán mayores avances serán aquellos que trabajen decididamente en la implementación de la educación virtual, porque el mundo va hacia allá y no será posible subsistir al desconocer esas realidades, cada día elegidas con mayor preferencia por el mercado del conocimiento.

Así como a los periódicos les ha tocado virtualizarse, a las universidades les ha llegado el turno y las bajas de las matrículas presenciales tendrán la explicación lógica en el cambio de preferencias para un mejor aprovechamiento.

Credito
Eduardo Durán

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