La tarea de los rectores

Las informaciones de prensa nos dan cuenta periódicamente de que en Colombia existen unos colegios de alto rendimiento y otros de muy bajo desempeño; y también que el promedio de la calidad de la educación es demasiado bajo en comparación con la de otros países similares que participan en las mediciones de eficiencia.

Me parece que es hora de pensar en convocar a los rectores de los establecimientos educativos para hacer el trabajo de evaluación y saber a ciencia cierta cuáles son los errores, cuáles las deficiencias y cómo se debe proyectar un verdadero trabajo estratégico que abarque todas las necesidades y que contemple todos los requerimientos.

La suerte del sector educativo no se puede dejar a la deriva, ni a la expectativa de cosas que no van a ocurrir, o por lo menos que no se van a contemplar a través de planes ciertos, pues lo único que se consigue es prolongar la angustia de no estar preparados para la capacitación de nuestro capital humano que debe afrontar las exigencias del futuro; tampoco puede estar en cabeza de personas absolutamente temporales que salen y entran en el sector sin criterios definidos al respecto.

Los rectores pueden formar un organismo permanente, con la asesoría de expertos traídos de otros países con experiencias exitosas, y de esta forma iniciar un grupo de trabajo permanente, con cronogramas muy precisos, para apartar los males atávicos y para auscultar el verdadero futuro.

Y a todo ello, vincular a los padres de familia, a los mismos alumnos y a la sociedad civil, para hacer el autoexamen y de esta forma poder purgar los errores y construir los escenarios que se requieren, en donde se definan también unos parámetros de medición de la calidad que tienen que ser absolutamente obligatorios.

Y también hay que pensar en una tarea que integre a los sindicatos de educadores para poder cambiar la mentalidad y convertirlos en aliados del proceso y del cambio. En un análisis de alta confiabilidad, ellos también tendrán muchas cosas que decir, y desde luego muchas otras que escuchar.

El tema educativo es sin duda de urgencia nacional, todo lo malo que nos ocurre ya está revelado en las estadísticas y si no se inicia ya el proceso, muy rezagados nos quedaremos dentro del desarrollo económico y social futuro.

Credito
Eduardo Durán Gómez

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