Mano dura contra la delincuencia

Cuando comienzan a presentarse hechos violentos como los que están azotando por estos días a la ciudad de Ibagué, se hace necesario que además de los pronunciamientos de repudio por parte de la gente de bien y del llamado al orden por parte de las autoridades competentes, se generen acciones concretas que le permitan a la comunidad recobrar la tranquilidad.

De unos meses para aca en nuestra ciudad se incrementó el número de policías y se independizó la responsabilidad de la seguridad de la Capital y algunos municipios circunvecinos de la del resto del Departamento, con lo cual se espera reducir los índices de delincuencia tal y como ha ocurrido en otras regiones que han procedido de igual forma. Sin embargo, el solo aumento del pie de fuerza es evidente que no es suficiente, y prueba de ello es que se siguen presentando atentados terroristas con petardos explosivos, balaceras, extorsiones, fleteos y muchos otros actos delictivos que están generando zozobra entre la población.

Colombia ha padecido un tipo de violencia en el cual sin trincheras y sin líneas enemigas, la vulnerabilidad es muy grande. Por lo anterior, sin que vayamos a llegar al extremo de conestar con actos delictivos como los que vienen ocurriendo en los últimos días en Ibagué, tampoco podemos hacer ver lo ocurrido como algo sin precedentes. En todo caso, se trata de acciones que deben ser contrarrestadas rápidamente para evitar que el tema termine saliéndose de las manos.


Aunque requiere una estrategia distinta, sería irresponsable obviar el fenómeno de la violencia intrafamiliar que se viene presentando en Ibagué, cuando se hace referencia a consolidación de la seguridad. Es obligación de todos, que los niños y las mujeres a los cuales se les vienen vulnerando sus derechos encuentren las herramientas que le permitan a la sociedad detener los abusos que se vienen comiendo en su contra, por lo cual uno de los requerimientos mas  urgentes en este momento consiste en incrementar los hogares de paso y garantizar un acceso permanente a la justicia para las víctimas de este tipo de delitos.


Así las cosas, es indispensable para avanzar en la consolidación de la seguridad ciudadana que pensemos seriamente en el fortalecimiento de los presupuestos oficiales en la materia, no solo por tratarse de un factor determinante para generar confianza en la inversión privada, sino porque se trata de uno de los principales indicadores de calidad de vida.


Nota al margen: Quiero dedicar estas líneas a Bernardo Vila, un gran ser humano que por sus calidades y cualidades le hará mucha falta a nuestra ciudad.

Credito
RICARDO FERRO

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