Útiles inútiles

Ricardo Ferro

La Circular 01 de 2016 emanada del Ministerio de Educación, es el último esfuerzo del Estado para evitar los desafueros de ciertos colegios en esta temporada de regreso a clases.

Gracias a la circular en mención, no se podrá obligar a los padres a comprar todos los útiles a principio de año, tampoco se podrán exigir marcas específicas, ni las instituciones podrán administrar los útiles, los cuales deberán permanecer en los hogares y ser llevados poco a poco por el alumno.

Y la medida que más me gusta: ningún estudiante podrá ser retirado o devuelto si la familia no tiene para comprar el uniforme exigido. A los colegios infractores, se les impondrán multas entre 32 y 128 millones de pesos.

Pero como toda norma tiene su excepción, sería conveniente revisar con detenimiento la siguiente y particular lista de útiles, seguramente inútiles en el resto del país, pero no en Ibagué:

- 50 maletas tipo tula (de la Brinks), para cuando la Contraloría concluya los procesos de responsabilidad fiscal de los Juegos Nacionales.

- Un cubo, una pica y una pala para, por fin, enterrar los tubos del acueducto complementario.

- 50 tapabocas para los funcionarios del Imdri, que todos los días descubren más hedor.

- Un GPS de última generación para que el Rector de la UT halle una salida definitiva a la crisis y evite la intervención.

- Dos mil 920 bolsas negras de kilo para recoger el ‘popis’ de Pink, la nueva inquilina del Palacio Municipal (a razón de dos idas al baño diarias por 365 días por cuatro años).

- Un compás, pero de espera, para solucionar el problema de agua del sector de Boquerón, y particularmente de los mil 100 apartamentos de El Tejar.

- Una escuadra para trazar los conectores del puente del Topacio.

- 100 tomos de La Urbanidad de Carreño para los francotiradores de redes sociales.

- Un borrador de nata para hacerle más fácil al burgomaestre la desaparición de vírgenes, cristos y amigos de la anterior administración.

- 20 libros Nacho Lee, para que los funcionarios y abogados que defienden los intereses del Municipio también aprendan la letra menuda.

- Una caja de 48 colores para pintar la pálida gestión de varios servidores públicos.

- 500 pupitres para zurdos para los funcionarios y contratistas que llegaron y siguen llegando procedentes de Bogotá del Kínder clausurado de Petro.

- Setenta mil cajas de plastilina para conectar la Avenida Fantasma con el Parque El Mohán.

- Una cartuchera con un aro gigante para cuando nos devuelvan las llaves del Federico Lleras.

- Por último, se hace indispensable incluir en la lista, 400 toneladas de Colbón, yeso, cemento, hormigón, pinturas, maderas, prados y azulejos para reconstruir los escenarios de la 42 y el Parque Deportivo, que eran útiles y los dejaron inútiles!!!

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