Recuperar la mística de sus hombres, motivar a más de 30 mil patrulleros que esperan ascender, pacificar el Generalato, sanear los brotes de corrupción documentados y hacer frente a escándalos como el de la Comunidad del Anillo, hacen parte de los retos del nuevo director de la Policía, el general Jorge Hernando Nieto Rojas. Desde esta región del país me permito, respetuosamente, aportarle uno adicional:
De los 167 mil hombres y mujeres que integran nuestra Policía nacional, algo menos de la tercera parte corresponde a personal no uniformado. Es decir, que por las especialidades a las que están asignados, también se desempeñan de civil (Dijín, Dipol, Cepro, Dipro, Administrativos, entre otros).
En los más recientes cinco años, para este grupo de servidores no uniformados se han presentado múltiples cambios, en lo que tiene que ver con las dotaciones a que tienen derecho.
Hasta 2012, el Fondo Rotatorio de Policía Nacional hizo entrega de las dotaciones directamente, consistente no en uniformes, sino en ropa de calle para sus labores habituales.
En 2013, la historia varió y el personal no uniformado recibió bonos o tarjetas Sodexo, que podían ser utilizados en los almacenes de ropa y de calzado que tuviera esta opción de pago.
En noviembre de 2014 la historia volvió a cambiar. La Policía entregó a este sector de sus hombres bonos para reclamar las dotaciones exclusivamente en almacenes pertenecientes a la empresa Permoda Ltda. Esta decisión generó incomodidad entre aquellos miembros de la Policía nacional que pueden utilizar ropa de calle, por cuanto terminaron prácticamente uniformados, pero no con la misma dotación del resto de sus compañeros, sino con prendas informales.
Para 2015 los cambios siguieron, y a estos efectivos no uniformados les ordenaron hacer un pedido Online con la empresa Sara. Ojo, no es Zara con “Z”, la marca famosa del español Amancio Ortega, uno de los 10 hombres más ricos del Mundo según la revista Forbes, sino la marca Sara de Colombia S.A.S., con “S”. Con este nuevo cambio, el problema para estos Servidores de la Patria no fue solamente que se volvieron a reducir las ya escasas opciones para escoger sus prendas de vestir, sino que a febrero de 2016, las dotaciones del año anterior no han llegado y van curso a acumularse con las de la presente vigencia.
Por si fuera poco, por cuenta de la demora, se les están presentando dificultades en el sistema para recibir, incluso, la dotación de uniformes reglamentarios.
La última razón que recibieron estos héroes de la Patria es que al parecer la ropa está lista, pero no así los zapatos, y por ello, deben seguir esperando.
Seguramente no ha sido fácil para el general Nieto asumir la dirección de la Institución con tantas expectativas y con los retos en el primer párrafo mencionados, pero ojalá y este tema de las dotaciones del personal no uniformado, tenga un lugar en la agenda de ‘cosas por resolver’ en el primer mes, cerca de 46 mil policías lo agradecerán.
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